Capítulo 80

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Después de escuchar las palabras de Luciano comenzó a reflexionar sobre sus decisiones, ¿sacar a su padre de su vida era lo correcto?, dejar su puesto en la empresa en donde ya tenía ganado su lugar con un equipo que lo respetaba no por ser el hijo del dueño, si no, por su trabajo como gerente de la compañía, ¿era necesario?. Eran dos cosas totalmente diferentes. ¿Qué es lo que debía hacer entonces?, ¿Cómo podría limitar a su padre para que deje de menospreciar a Lucía y hacerlo entender que su relación con ella no era perjudicial en ningún sentido?. La cabeza le dolía, las dudas lo asaltaban sin cesar y lo que le dijo Lucía sobre tomar decisiones dominado por sus emociones lo inquietaba.

Cuando llegó a la oficina su equipo estaba listo en la sala de reuniones para la revisión de los documentos como un viernes común y corriente, no había comunicado acerca de su renuncia a nadie pues originalmente tenía planeado hacerlo al final. 

Vicente Castelo entró en la sala de reuniones con una seria expresión como de costumbre, se sentó a la cabeza de la gran mesa, mientras que cada uno de los miembros del equipo exponían a detalle los documentos.  Después de cuatro horas aproximadamente la reunión estaba por finalizar, solo faltaban las últimas aclaraciones de su padre quien aún revisaba algunos documentos, cuando estaba a punto de hablar de su renuncia Vicente se puso de pie.

V:- Retírense todos.

Puesto que no era extraño que se dirigiera a ellos de esa forma nadie pensó que ocurría algo fuera de lo normal así que todos se pusieron de pie de inmediato y salieron dejándolos solos.

A:- Si tienes alguna duda o comentario será mejor que se lo digas al equipo de Mónica, no a mí que ya no tengo que ver con la realización del proyecto.

V:- El trabajo es impecable. No hay duda que Mónica entendería y continuaría con el flujo del proyecto sin problemas, pero no te confundas, no has presentado tu carta de renuncia y yo no la he aceptado todavía.

Vicente se puso el saco y tomó los documentos, miró su reloj como era habitual y caminó hacia la puerta.

V:- Antes necesito que vengas conmigo.

A:- ¿A dónde?

V:- Solo sígueme.

Salió detrás de su padre y tomaron el ascensor hasta el helipuerto que se encontraba en el último piso del edificio. Vicente no dijo una palabra más y Alfonso permaneció en silencio durante el trayecto que los llevó hasta la Isla Aurora. Al aterrizar se encontraron con Hugo, el jefe de seguridad de la Isla que se encontraba esperándolos, no parecía sorprendido por su llegada.

H:- Bienvenidos Señores Castelo.

A:- Hola Diego.

V:- ¿Está todo listo?

H:- Por supuesto Señor.

V:- Bien. Vamos Alfonso. 

Alfonso no tenía idea de que planeaba su padre con llevarlo a la Isla. Acaso , ¿tenía pensado encerrarlo ahí? , no, eso era imposible o tal vez si se había vuelto loco. Muy confundido pero curioso aceptó la sugerencia de su padre de cambiarse de ropa por una más cómoda y luego fueron caminando a la playa, se sentaron en la terraza mientras el personal acomodaba las copas y descorchaban el vino que eligieron para beber. El joven Castelo no entendía lo que pretendía Vicente haciendo todo esto, era muy extraño y ya comenzaba a asustarse de verdad.

A:- No entiendo porque estás haciendo esto.

V:- Dijiste que querías pasar una hora conmigo.

La respuesta a su interrogante lo dejó aún más confundido que antes.

A:- Cuando era un niño...

V:- ¿Porqué querías pasar tiempo conmigo?

A:-¿Cómo que porqué? , es normal que un niño quiera pasar tiempo con sus padres, ¿no es así?. ¿A caso tu no lo hacías con el abuelo?-

V:- No confundas el trato que tenía mi padre contigo del que tenía conmigo, Alfonso.

A:- ...

V:- Tu abuelo era sin duda un hábil hombre de negocios muy elocuente y pragmático. Muy versado y un lector apasionado. Pero cuando se trataba de pasar tiempo conmigo era muy reservado y mi madre que siempre fue de constitución débil, se la pasaba enferma cada cierto tiempo y son contadas las ocaciones en que estábamos juntos. Diría que la persona que me crió fue tu bisabuelo, que por cierto no conociste. Él era un hombre recto, difícil de complacer, con un carácter poco afable pero entregado cien por ciento a mantener el nombre de la familia en un lugar respetable. Quizá me parezco demasiado a él.

A:- ¿Estás tratando de justificarte?

V:- No. Estoy tratando de entender porque querías pasar tiempo conmigo, si la mayor parte del dia estabas con tu abuelo, creí que disfrutabas su compañía y que era suficiente.

A:- Disfrutaba muchísimo pasar tiempo con mi abuelo pero eso no significa que no necesitara pasar tiempo contigo. Tocando el piano, nadando, viajando, comiendo un helado. Cosas que hacen las familias normales.

V:-Alfonso será mejor que no te engañes ni idealices una familia perfecta porque no existe. Ahora puedes estar embelesado con la sensación que te produce esta engañosa etapa del enamoramiento y si piensas que darle la espalda a tu familia hará que las cosas sean color rosa entonces estás realmente equivocado.

A:- Estoy consiente de que no es un cuento de hadas, pero estoy seguro que trabajaré en ello y me esforzaré a diario por mejorar. Necesito ser alguien distinto a ti.

Después de un corto silencio Vicente lo vio a los ojos, en ellos no había rabia ni decepción, solo melancolía. Alfonso sintió que le hincaba el corazón y de inmediato se arrepintió de lo que había dicho.

V:- No es fácil ser padre Alfonso. No estoy buscando que me entiendas ni justificar todas las cosas en las que he fallado, pero no seria tonto para mi decir que siempre quise lo mejor para los dos, para ti y para Virginia. Es una afirmación contradictoria a lo que han vivido desde su perspectiva, lo se, pero es así como lo veo yo. ¿Qué tiene de malo que un padre quiera que sus hijos destaquen de entre todos los demás?, ¿Qué tiene de malo querer que caminen con orgullo de su apellido y vivan una vida llena de facilidades, libre de preocupaciones?. ¿A caso muchas de las personas en el mundo no trabajan hasta el cansancio para aspirar a tener algo de lo que tenemos nosotros?. No creo que eso me haga merecedor del resentimiento que me tienes.

A:- No dudo que querer que tu familia viva libre de preocupaciones económicas no sea honorable, claro que lo es. Pero papá no todo puede ser medido con la cantidad de dinero que posees.

V:- Explícame algo Alfonso, ¿Porqué siempre reniegas de la posición que tienes?, ¿porqué no puedes simplemente disfrutarlo? Siempre estás quejándote de tus privilegios. ¿porqué estás empecinado en renegar de nuestra familia?

El heredero de la familia CasteloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora