Capítulo 16

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A:-He estado aquí todo el tiempo Felipe, no exageres.

F:-Por supuesto en un rincón como siempre.

A:-Si ya lo sabes deberías buscarme en los rincones, ¿no lo crees?

F:-jajaja lo tendré en cuenta.

Lucía hacía todo lo posible para evitar el contacto directo con Felipe lo cual era imposible pues estaban frente a frente. La novia, Nicolle Laurent, era la hija del dueño de una de las relojerías más importantes en Francia y en el mundo.

N:-J'espère que vous profitez de la fête. (Espero que estén disfrutando de la fiesta)

A:-La fête est belle. (La fiesta es bella).

Alfonso y Nicolle estaban hablando francés y se reían mientras Felipe la veía maravillado. Lucía nunca había pensado que un hombre verdaderamente enamorado podría existir en el mundo real. Siempre creyó que esos ojos brillantes eran parte de una actuación y las mariposas que sentía en el estómago cuando veía una escena romántica que capturaba ese momento sólo se debían a la gran habilidad de los actores. Pero ahí estaban, frente a ella los ojos de un hombre enamorado y de pronto sintió deseos de suspirar.

F:-Disculpa a mi amigo por ser tan despistado. Recién tenemos el placer de conversar con la señorita Prado.

Sólo bastó que su nombre falso fuera dicho por alguien que no fuera Alfonso para que Lucía sintiera que el piso en el que estaba parada, de pronto, comenzaba a moverse.

L:-Felicidades por su compromiso, todo aquí es realmente impresionante.

Impresionante? Una palabra que no se usaría para este tipo de eventos pues para ellos esto era una reunión bastante simple y tranquila. Pero claro, para una persona como ella esto era como un sueño. Felipe la miraba sorprendido y Nicolle solo atinó a sonreír. Mientras que Alfonso la miraba maravillado mientras bebía su trago.

F:-¿Y cómo se conocen? Mi amigo no me ha hablado de ti.

Sabía que esto iba a ser desastroso. ¿De dónde lo conoce, debería decirle que le sirve el desayuno, que acomoda su ropa? que limpia su habitación? Estaba aún más nerviosa.

A:-Nos conocimos en una de las reuniones que organizó uno de mis compañeros en la universidad y la invité para que me acompañara hoy a lo que gustosamente aceptó, aunque no es muy fanática de las reuniones formales.

F:-Ah ya veo porque la invitaste, es muy parecida a ti. Casi tengo que sobornarte para que vengas. Gracias Silvana por acompañarlo porque Castelo prefiere estar durmiendo en una isla desierta que disfrutando una divertida reunión con amigos.

Lo conocía muy bien, claro era su mejor amigo.

L:-Precisamente le decía eso hace un momento.

A:-Bueno si encuentras la verdadera respuesta o la solución para ello por favor me tienes que contar.

Felipe era tal y como Alfonso le había dicho , una persona agradable. Se sentía sinceridad en sus palabras, no había un ambiente tenso o incómodo. Cuando Alfonso hablaba con él había demasiada complicidad y sonreía sin esfuerzo. Sintió entonces que valió la pena haberlo acompañado, lo estaba viendo en una faceta muy diferente y era agradable.

F:-Nuevamente gracias por venir. Nosotros seguiremos saludando a los invitados. Ah por cierto, ¿se quedan hoy ? Mañana saldremos para Mykonos, nos encontraremos con Alondra y varios amigos de Nicolle. Marco me dijo que estaba en camino también, tuvo un pequeño retraso.

A:-Nos encantaría pero Silvana ya tiene otros planes y yo tengo que volver a la Isla a recoger mis cosas, mi padre ya esta volviéndose loco por ponerme los grilletes nuevamente.

F:-¿Estás hablando enserio Alfonso? Has estado libre todo este tiempo y lo pasaste en la isla solo? No pudiste salir a ningún lado con nosotros y desaparecerás otra vez. ¿No te veremos en tres años? Te pasaste.

A:-Vamos Felipe, nos comunicamos todo el tiempo.

F:-Dos conversaciones cada dos semanas no son comunicaciones Al.

A:-Pareces una enamorada despechada.

F:-Bueno es la relación más cercana que tienes, aunque por lo que veo las cosas podrían cambiar.

¿Acaso se refería a ellos dos? Imposible. Nada que estuviera más fuera de la realidad. Alfonso y Lucia solo podían ser "amigos" y la extraña relación que tenían se terminaría cuando él saliera de la isla y ella volviera a casa. De pronto se sintió extraña, como fuera de lugar. ¿A qué estaba jugando vestida de pies a cabeza con ropas y accesorios que jamás podría comprar?. Comenzó a dolerle el estómago y la cabeza compensaba a pesarle.

A:-Te sientes bien?

L:-Creo que el trago me ha hecho daño.

A:-Es mejor que nos vayamos. ¿Te parece?

L:-¿Estás seguro? Tu amigo...

A:-Le escribiré luego, no te preocupes, prometí que nos iríamos cuando tú quisieras.

L:A-Gracias.

Alfonso la tomó de la mano como si nada y caminaron nuevamente hacia la entrada de la hacienda. Mientras él llamaba al chofer para que los recogiera se le ocurrió que sería genial si Alfonso fuera una persona común y corriente como ella y tal vez podría besarlo en cualquier momento sin importar quien estuviera mirando. Pero eso era un sueño, nada más.

El heredero de la familia CasteloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora