Capítulo 27

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...Presente..

Alfonso se sentó a la cabeza de la mesa, mirando directamente la pantalla que proyectaba la presentación del equipo de arquitectos. Veía pasar papeles y hojas rápidamente pero le era imposible concentrarse en los documentos. Las preguntas las hacía Monica y solo asentía cuando escuchaba su nombre.

L:-Señor Castelo.

El sonido de su apellido dicho por Lucía lo había estado añorando durante mucho tiempo y creyó que jamás lo volvería a oír. Levantó la mirada y sus ojos verdes lo veían directamente pero no encontraba a la tímida chica de hace seis años.

L:-Como verá el material propuesto no solo genera menos gasto si no que también ayudará en que el proceso sea más corto y el impacto con el medio ambiente se reducirá significativamente. Podemos ganar espacios en muchas áreas inclusive...

¿Qué había hecho todos estos años? En algún momento, ¿trató de escribirle? ¿Volvió alguna vez a la Isla Aurora para verlo? Mientras seguía perdido en sus pensamientos al bajar la mirada se dio cuenta de algo que robó su total atención. En la mano izquierda, Lucía tenía un delicado anillo de oro con un solitario y pequeño diamante. Definitivamente se trataba de un anillo de compromiso. Ella se casará. Su corazón se inquietó y sus manos empezaron a sudar.

N:-Señor Castelo, disculpe pero tenemos otra reunión.

Nadia se puso de pie y mirando la agenda de Alfonso le recordó que tenían otra reunión a la que debía asistir. Se puso de pie de inmediato. Aclaró la garganta, sacó de lo más profundo de su ser la sonrisa más creíble que pudo y se dirigió a Mónica.

A:-Perfecto. Mónica, encárgate de los últimos arreglos y agenda una nueva reunión para hablar más en detalle en estos días. Si me disculpan señores tengo otros asuntos de los que encargarme pero los dejo en buenas manos. Solo para decirles que la propuesta me parece la adecuada y estaré feliz de concretar este nuevo proyecto con ustedes. Permiso.

Se dirigió a la puerta y sin voltear la mirada salió de la sala de reuniones.

N:-Señor Castelo? ¿Se encuentra bien? Lo noto pálido.

A:-Necesito un momento Nadia. Voy a mi oficina. Comiencen sin mí. Los alcanzo en unos minutos.

N:-Pero.. ¿Señor, quiere que llame al doctor?

A:-No, no. Solo recordé que tengo algo que hacer. No te preocupes.

Alfonso entró a su oficina. Cerró con llave y se dejó caer en el sillón. Desde aquella última noche en la isla Aurora había decidido cerrar el capítulo de su vida que incluía a Lucía. No quería hacerle mas daño del que ya se sentía responsable. Innumerables veces tuvo que frenarse de volver a llamarla o regresar una vez más a la Isla para verla y con el tiempo que pasaba en el internado entre libros, clases y amigos, la escondió en un lugar oculto en su corazón. Era improbable encontrarla nuevamente. Pero la vida realmente te sorprende con esa minúscula probabilidad. Lucía Pardo era parte del equipo de arquitectos que trabajaría directamente bajo su supervisión en el mega proyecto en el que había puesto todo su esfuerzo y corazón. Seis años después él no era el mismo muchacho torpe e ingenuo y por supuesto Lucía también había cambiado. Un sentimiento amargo de desilusión y tristeza se apoderó de su pecho cuando la imagen del pequeño anillo de oro volvió a aparecer en su mente. Estaba tan cerca nuevamente pero la sentía tan lejana como aquella vez en la playa.

Toc toc toc

A:-Un momento.

Se puso de pie. Se arregló la corbata, el traje y tomó un sorbo de agua helada para recuperar la compostura. No podía permitirse desaparecer ahora. Tenía asuntos importantes que atender y seguramente podría hablar con ella en algún momento ahora que posiblemente se volverán a ver más veces de la que él hubiese creído.

ALO:-Porque encerrado?

A:-Alondra? ¿Qué haces aqui?

ALO:-Baje del avión directamente para verte y así me recibes?

A:-Es que me sorprendiste. No avisaste que venías.

ALO:-Bueno eso es lo que quería. ¿Te gustó la sorpresa?

Había sido un día lleno de sorpresas. Su hermana, su sobrino, Lucía y ahora Alondra. De pronto se sintió agotado y apenas comenzaba la mañana.

ALO:-Acabo de encontrarme con Nadia. Dijo que no te sentías bien. ¿Qué pasó?

A:Nada solo no dormí lo suficiente y me sentí un poco mareado pero ya estoy bien justo me dirijo a la sala de reuniones.

ALO:-No no no. Ahora vienes conmigo.

A:-Me encantaría pero de verdad hoy estoy ocupado.

ALO:-Nadia se las arreglará. Tu y yo saldremos hoy. Es viernes así que iremos a un lugar especial. Luego de almorzar con Virginia y el lindo de Emilio por supuesto. Hable con ella hace un momento y me dijo que ya están en camino al restaurante así que hay que apurarnos.

A:-Alondra. Lo digo en serio tengo trabajo que hacer y en la noche tengo una cena.

ALO:-Cámbiala para otro día. Quiero pasar tiempo contigo. Relajarte un poco te hará bien y ademas tengo una sorpresa que seguro te encantara.

No podría hacerla ceder. Una vez mas se dejara llevar por la corriente. Después de todo ver a su sobrino y su hermana lo relaja y seguramente no habría problema en cambiar su reunión con Luciano. Después de los eventos de hoy, relajarse sonaba idílico, así que aceptó y dejó que Alondra se ocupara de los detalles. Se le ocurrió que esta sería la oportunidad perfecta para hablar con ella acerca del fin de su compromiso. 

El heredero de la familia CasteloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora