Capítulo 81

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La brisa del mar era cálida y la arena acariciaba sus pies suavemente. La Isla Aurora fue originalmente un regalo para que el niño que lloraba por la muerte temprana de su querido abuelo dejara ir las lágrimas con las olas del mar y volviera a casa listo para continuar, sin embargo rápidamente se convirtió en ese cálido abrazo que no recibió. Ese regalo cambió de propósito y se transformó en su único refugio. Alfonso Castelo Hermosa nunca hubiera pensado que algún día estaría sentado al lado de su padre en su lugar favorito del mundo.

V:- Desde que murió tu abuelo comenzaste a quejarte de todo. Optaste por el silencio y te alejaste cada vez más de nosotros.

A:- ¿En serio?. ¿A caso se podía hablar contigo?. Nunca quisiste escuchar nada. ¿Si no querías que me alejara no debiste tu acerarte?.No. Lo único que hiciste fue obligarme a ir a todos lados para ofrecerme como carnada para tus negocios. Te cerraste en un ridículo matrimonio porque querías mantener conexiones con la familia de Alondra que bien podías hacerlo sin coaccionarme a estar con ella.

V:- Alondra es un chica maravillosa, creí que ella podía hacerte realmente feliz Alfonso y lo sostengo todavía. En este mundo todos te buscarán por interés pero ella desde el primer día y a lo largo de los años que los hemos observado está genuinamente interesada en ti, no en la fortuna que posees. Alondra te acompañaba inclusive cuando te encerrabas en esta isla en total y áspero silencio. Por eso quise que te casaras con ella, porque es perfecta para ti. Para sacarte de ese hoyo de lamentaciones en donde estabas metido. Necesitaba que aprendieras a manejar la presión de la prensa, de los negocios, de lo grande que significa ser el heredero de nuestra familia. No solo manejarás tu fortuna o tus propiedades, si no empresas, conexiones, inversiones y vínculos necesarios para la supervivencia de nuestra familia. No puedes ser alguien débil, necesitas formar tu carácter para estar al frente de la magnitud de responsabilidad que esto significa.

A:- Era un niño papá. No necesitaba ser obligado a ver a mi mejor amiga como mi futura esposa, necesitaba que fuera solo mi mejor amiga. Pero tampoco me lo permitiste. No tenias que humillarme ni menospreciarme para formar mi carácter. Ser respetable no significa pasar por encima de todos, ni la arrogancia ni el maltrato puede ser justificado como actitudes necesarias para la admiración de los demás. Siempre me he esforzado para mostrarte lo capaz que soy y lo que puedo lograr, lo verías si tan solo me permitieras hacerlo.

V:- ¿ Y porqué ahora nuevamente quieres darle la espalda a tu familia?. Desde que esa chica apareció en tu camino esa actitud es recurrente, tengo razón y lo sabes.

A:- ¿Acaso no fuiste tu quién me dio la espalda primero papá?.

Vicente lo miraba desconcertado. 

 A:- Puedo haber aceptado ser quien soy, de donde provengo y todo lo que tengo , pero no voy a aceptar que trates a la persona que amo como si fuera un error en mi vida. Eso no te lo voy a permitir. Ella me saco de mi aislamiento, su sola presencia me hizo dar cuenta que tenía que cambiar. No es como tu lo crees, Lucía nunca se acercó a mi por ser Alfonso Castelo, al contrario, ella se alejó de mi por ese hecho.

Alfonso se dio cuenta que su madre nunca le a dijo a Vicente como fue que conoció realmente a Lucía. Él solo sabía de su interés en ella cuando los vio casi besándose en su oficina después de la fiesta de cumpleaños de su madre. No sabía si cambiaría algo contarle, pero lo haría porque no se avergonzaba de ella ni de su pequeño pasado juntos en esta isla.

A:- Yo conocí a Lucía mucho tiempo atrás. No desde que Francisco me la presentó como su prometida. 

V:- ¿Desde cuándo exactamente?

A:- Desde que tengo dieciocho años. Nos conocimos aquí.

V:- ¿Aquí?. ¿Cómo es posible? ¿Qué hacía ella ...

Por la expresión de su padre, Alfonso intuyó que había atado cabos. Vicente palideció, tomó su bebida de un solo trago y sin demora sirvió más vino en su copa. 

A:- Lucía trabajaba aquí en la isla, en esos años ella era la chica que ayuda a Ilda en la cocina.

V:- Dios mio... Esto...Esto es un broma, ¿verdad?

Alfonso le contó todo a su padre, como fue su relación durante el tiempo que estuvieron juntos en la isla y el momento en que se separaron abruptamente. Le habló sobre el día en que se volvieron a ver en su oficina y la reunión que organizó Regina en la Isla para tratar de desilusionarlo usando su compromiso con Francisco. Su decisión de dejarla ir cuando se enfrentó con él en la empresa y su reencuentro en el viaje que Luciano le recomendó hacer.

A:- Como verás, al final realmente fui yo quien estuvo tras ella. Lucía se alejó de mi y yo traté por todos los medios posibles de olvidarme de ella pero no importó cuanto tiempo estuvimos evadiéndonos, el destino nos puso en frente nuevamente y ya no pudimos luchar más contra nuestros sentimientos, ya no queríamos hacerlo.

Vicente seguía en silencio, miraba el mar frente a ellos ir y venir. Estaba absorto en sus pensamientos tanto que Alfonso llegó a creer que no lo estaba escuchando, lo cual no sería nada raro, pero aún así continuó.

A:- Papá ella no busca lo que tengo, ella ama lo que soy y eso es suficiente. No la conoces, si tan solo le dieras una oportunidad sabrías que es una mujer maravillosa, una hija excepcional. Una profesional apasionada a quien admiro y respeto. Esta llena de sueños que espera cumplir a su ritmo y bajo sus reglas, también es obstinada y puede ser muy terca en ocaciones, pero inclusive su terquedad es encantadora. Yo quiero una vida con ella. Por eso te lo pido papá, no le hagas más daño a la persona que amo.

Alfonso parecía suplicar como un niño pequeño. Vicente Castelo volvió la mirada, no parecía molesto o indignado simplemente parecía resignado, pero a la vez tenía una ligera sonrisa en el rostro.

V:- ¿Ella está de acuerdo en que te alejes de todo para estar a su lado?  

A:- No. Ella no lo sabe. Pero creo que lo intuía porque le debió haber contado algo a Luciano que hizo que ayer se presentara a mi departamento muy molesto intentando que cambie de opinión.

V:-Luciano Figueroa es alguien a quien admiras demasiado, creo que de los pocos aciertos que he tenido en tu vida, él ha sido el más significativo.

A:- Luciano es como un hermano mayor. 

No quizo decirle que a veces lo veía como un padre. No sabía que sentiría Vicente al escucharlo de su propia boca pero no quería hacerlo.

V:- Entiendo. Siempre pensé que presionarte y llevarte al límite te ayudaría a ser fuerte, pero veo que lo único que logré fue crear un abismo entre nosotros. No quiero que te apartes de la familia, tu madre habla mucho de ti ahora y de Virginia. No aceptaré tu carta de renuncia porque ese lugar te pertenece y desde hace mucho tiempo se que haces un trabajo óptimo que seguirá mejorando a diario. 

Era la primera vez que lo elogiaba directamente, había sinceridad en sus palabras y una sensación desconocida se apoderó de Alfonso Castelo. La esperanza de que su relación podría empezar a cambiar ya no se sentía tan lejana.

V:- En cuanto a tu relación con Lucía Pardo, a pesar que me has dejado muy claro que no necesitas mi aprobación ya no objetaré más. Si es tan maravillosa como dices supongo que algún momento lo notaré pero no voy a prometerte nada Alfonso.

Hubo una leve pausa y entonces dijo algo que jamás pensó escuchar de su padre.

V:- Se que es atrevido de mi  parte decirte esto pero espero que algún día me perdones por no ser...

A:- Te perdono papá y yo también lo siento.

Alfonso sonreía mirando a su papá beber su copa de vino. Estaban disfrutando de la brisa del mar por primera vez juntos en esa Isla, no pudo evitar pensar en su abuelo y lo maravilloso que hubiera sido estar los tres ahí.

V:- Así que una hora, ¿no?. Tal vez podríamos intentarlo desde hoy.

El heredero de la familia CasteloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora