¡Soy Itsuka Shido?!

Princess...

Admirando la destrucción y el cráter del lugar fijé mi mirada en el centro del mismo dónde rodeada de una energía de color morado hermoso se encontraba una chica de largo cabello morado y ojos del mismo color, está era la espíritu Tohka.

La cual se encontraba con una pierna sobre el trono de su ángel, rápidamente ella giró a verme y saltó a la cima de su trono donde estaba el mango de una espada la cual tomo en sus manos sacándola del trono y apuntando en mi dirección.

Rápidamente dió un tajo descendente causando que una onda de poder de color morado pasará por mi lado a gran velocidad destrozando un edificio de atrás de mi, debo admitir que internamente estaba asustado, pero mi emoción por conocer a Tohka en vida real supero mi miedo y eso me permitió mantener mi rostro sereno y sin perturbación en el exterior.

-Tu también has venido a matarme?-, me preguntó la espíritu hablando despacio y con toques de tristeza y amenaza en su voz mientras apuntaba su espada hacia mi, rápidamente levanté mis manos y hablé, -Tranquila no vengo a matarte, lo juro-, dije a lo que Tohka mostró leve sorpresa en sus ojos que rapidamente desapareció y aún apuntandome con su espada volvió a hablar.

-Entonces que haces aquí?-, preguntó la pelimorada a lo que yo le respondi rápidamente, -Estaba buscando a mi hermana por la zona y de un momento a otro ocurrió la explosión y cuando me acerqué a ver que era te vi aquí-, expliqué a lo que está entendió pero antes de hacer nada más volteo rápidamente hacia atrás ya que sintió.

Y efectivamente, el escuadrón de Origami y la capitana Kusakabe del AST se acercaban volando en sus Unidades-CR para el combate contra los espíritus, de los trajes de estas chicas salieron misiles en dirección a Tohka la cual simplemente creo un escudo con su poder el cual repelió los misiles.

Rápidamente se alzó en el aire y con su espada destrozó todos los demás misiles con facilidad, aunque su mirada de tristeza y semiseriedad no cambiaba en todo momento.

En última instancia Origami apareció y saco su espada de luz enfrascandose en un combate con Tohka dónde después de un poderoso choque de ambas espadas surgió un resplandor muy poderoso que me dejó ciego por unos momentos e inexplicablemente perdí la conciencia.

Al rato sentí que mi cabeza empezaba a despertar pero no podía ver nada, solo escuchaba voces confusas a lo lejos cuando de la nada todas estas fueron opacadas por la voz de la chica, sabía que era de una chica gracias a mis conocimientos, pero si hubiera sido el Shido normal no la hubiera reconocido ya que estaba muy distorsionada.

Finalmente desperté de golpe en una camilla y al frente de mi se encontraba nada más y nada menos que la misma Murasame Reine, oficial analista de Fraxinus y en secreto el espíritu Famthom, aquel que se encargó de crear y refinar los cristales Sephiroth para crear a los espíritus, todo mientras Deus o Takamiya Mío "revivía" a Shinji con su vientre.

Después de todo Famthom o Reine es una parte de Deus, mientras que la propia Deus está dentro del cuerpo original de Kurumi esperando su momento para aparecer y acabar con su hija rebelde y anterior ayudante de refinamiento.

Dejando eso de lado estoy seguro de haberme colocado en una buena posición para no quedar inconsciente por la batalla de Tohka y Origami pero aún así sucedió, estoy seguro de que Reine tuvo algo que ver, ya que no hay otra explicación lógica para eso.

-Donde estoy, quien eres?-, pregunté después de ver un momento mis alrededores y mirar finalmente a la mujer peliplata de ojos azules con grandes ojeras de no haber dormido por 30 años debido a su prácticamente tóxico amor por Takamiya Shinji, que no acaba de aceptar que ya se murió y ahora por su egoísmo asesinó a miles de personas.

-Te encuentras en el Fraxinus y yo soy Murasame Reine oficial analista del mismo-, se presentó, -No te preocupes aunque no sea médico tengo conocimientos básicos de enfermería-, explicó está a lo que yo no me importó eso, -"Si como no, después de todo aunque no acabes de entender que yo no soy Shinji no me dejaras morir"-, pensé para mi mismo medio molestó.

Puede que sepas que Itsuka Shido nunca podrá ser Takamiya Shinji pero aún así no detienes en tus planes, pero está vez será diferente Deus, yo me apoderare de los poderes de todas las espíritu y también los tuyos propios y ni siquiera el propio Westcott podrá detenerme, después de todo yo tampoco soy Shido y mucho menos Shinji.

-Oye sabes dónde está Kotori, estaba buscando a mi hermana, pero no la encontré!-, exclamé a lo que Reine solo suspiró, -Calmate un poco por favor-, dijo le peliplata, -Se que tienes muchas preguntas pero no soy la indicada para explicar, la comandante lo hará en su lugar-.

Después de guiarme a través del Fraxinus llegamos a la sala de mando donde conocí al subcomandante Kannazuki Kyohei, un hombre rubio de 28 años y ojos ámbar, además de un pedófilo aunque se sabe controlar y tiene excelentes habilidades, no por nada es el subcomandante de esta aeronave.

Finalmente ahí en el asiento del capitán estaba la comandante que era la mismísima niña de 14 años, espíritu de fuego, Efreet y la que sería mi hermana menor Itsuka Kotori.

-Kotori?-.

-Bienvenido a bordo de mi aeronave Shido-, dijo Kotori con su tono de comandante medio arrogante al tener puestas las cintas negras, después de eso siguió la larga charla sobre los espíritus y los terremotos dimensionales y eso.

-Haber déjame ver si entendí, dices que esa chica es un espíritu y que estos espíritus cuando llegan a la Tierra causan estos terremotos dimensionales y para esto las AST las matan para evitar que esto vuelva ocurrir, voy bien?-, preguntó enumerando las cosas con mis dedos.

-Si clavado-, dijo Kotori algo sorprendida ya que no esperaba que lo entendiera tan rápido, -Bueno, el caso es de que hay otra forma de tratar con las espíritus además de la AST y para eso necesitamos tu ayuda, por lo que a partir de mañana comenzará tu entrenamiento para esto-, dijo seria a lo que yo la mire directamente y al ver su expresión supe que no aceptaría negativas.

Está bien...

Acepte a lo que Kotori sonrió mientras yo también sonreía internamente casi como maniático imaginando lo poderoso que me volvería en el futuro con todo lo que tenía en mente hacer.