Please Please Please

VI

Era sábado, y eso significaba dos cosas importantes para Ara: tenía su primera cita con Emmet, y debía decirle a su papá que tenía una cita con un chico. Ara se despertó temprano y realizó su rutina matutina: se bañó, hizo su skincare, y se arregló el cabello con unas bonitas ondas. Luego, bajó a la cocina donde encontró a su padre.

-Hola, papi -dijo Ara con una sonrisa inocente.

Charlie, notando que su hija estaba tramando algo, la miró con curiosidad.

-Hola, hija -respondió, observándola mientras se movía nerviosamente de un lado a otro. -¿Qué me tienes que decir?

-¿Cómo sabes que tengo que decirte algo? -Ara frunció el ceño.

-Porque conozco a mi hija -dijo Charlie, levantando una ceja. -Dime, ¿qué pasa, cariño?

Charlie abrió una cerveza y se preparó para escuchar.

Ara tomó un respiro profundo.

-Hoy tengo una cita con un chico.

Charlie se atragantó con la cerveza al oír eso. Ara corrió a darle golpecitos en la espalda.

-¿Una cita con un chico? -dijo Charlie, aún sorprendido.

-Sí -respondió Ara con una sonrisa inocente.

-¿Con qué chico? -preguntó Charlie, recuperando la compostura.

-Con Emmet Cullen -dijo Ara, mirándolo con expectación.

-¿No es muy grande para ti, cariño? -Charlie parecía preocupado.

-Solo tiene un año más que yo, pero te prometo que te caerá bien -respondió Ara.

Charlie la miró con una sonrisa melancólica.

-¿A qué hora es tu cita?

-A las 2:00 -dijo Ara.

-Cuando venga el chico, tengo que hablar con él -dijo Charlie firmemente.

Ara asintió y abrazó a su padre.

-Gracias, papi. Te amo.

Subió a su habitación, dejando a Charlie reflexionando sobre cuánto habían crecido sus hijas.

Ara fue a la habitación de Bella y se tiró en la cama.

-Bells, ya le dije a papá sobre mi cita con Emmet.

-¿Y cómo se lo tomó? -preguntó Bella, curiosa.

-Mejor de lo que creí -dijo Ara con alivio.

Después de hablar un rato con Bella, Ara se retiró a su habitación y comenzó a leer, esperando a que dieran las 12 para empezar a prepararse. Cuando llegó la hora, se bañó y puso música mientras cantaba. Luego, hizo su rutina de skincare, se maquilló, y dejó su cabello suelto con unas ondas.

A las 1:40, comenzó a vestirse. Cuando terminó, vio que ya eran las 2:00 y recibió un mensaje de Emmet.

-Ya estoy afuera de tu casa -decía el mensaje.

Ara bajó y encontró a Bella y Charlie en la sala.

-Te ves hermosa -dijo Bella.

Charlie asintió.

-Emmet ya está afuera -dijo Ara. -Papi, quiere hablar contigo.

Charlie asintió y dijo:

-Hazlo pasar.

Ara salió y saludó a Emmet con un abrazo y un beso en la mejilla. Lo invitó a entrar a la sala, donde Emmet se presentó ante Charlie.

Charlie le dio la charla típica de padre protector, insistiendo en que tratara bien a su princesa. Emmet prometió cuidar de Ara y, finalmente, los chicos salieron.

Emmet le abrió la puerta del Jeep a Ara y la ayudó a subirse.

-¿A dónde vamos? -preguntó Ara con curiosidad.

-Hay una feria en Port Angeles -respondió Emmet. -Iremos allí.

Ara sonrió, encantada. A ella le encantaban las ferias.

-¿Puedo poner música? -preguntó Ara.

-Pon toda la música que quieras, Ángel -dijo Emmet.

Ara puso "Please Please Please", una canción que había estado escuchando mucho últimamente. Al llegar a la feria, Emmet le abrió la puerta y la ayudó a bajar. Disfrutaron de los juegos, y Emmet la consintió con todo lo que ella quería. Ganó un gran oso de peluche para Ara en uno de los juegos, lo cual la hizo muy feliz.

Después de una maravillosa tarde en la feria, Emmet la llevó a un restaurante. Aunque él no podía comer por su condición, fingió hacerlo para acompañarla. Tuvieron una linda charla, riendo y conociéndose mejor.

Al regresar a casa, Ara le dijo a Emmet:

-Fue una cita maravillosa.

Se quedaron mirándose a los ojos, ninguno queriendo apartar la mirada del otro. Azul y dorado se encontraron, y lentamente se acercaron hasta que Emmet tomó la iniciativa y besó a Ara. Emmet sintió que estaba en el cielo, y Ara experimentó las famosas mariposas en el estómago. Mientras se besaban, en el reproductor del Jeep sonaba "Moonlight" de Ariana Grande.

Finalmente, se separaron, y Ara, con las mejillas sonrojadas, dijo con una sonrisa:

-Creo que tengo que entrar.

Emmet bajó del Jeep, le abrió la puerta y sacó el gran oso de peluche. La llevó hasta la puerta de su casa, donde Ara lo abrazó.

-Me encantó la cita -dijo, dándole un beso en la mejilla.

-A mí también, Ángel -respondió Emmet.

Ara entró a su casa, abrazando su oso de peluche, mientras Emmet se quedó mirándola con una sonrisa en los labios, sabiendo que había vivido un día perfecto.