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XX

Charlie ya había sido avisado sobre la situación de las mellizas. Le contaron que al llegar al hotel, Ara y Bella habían bajado las escaleras, y Bella tropezó. Ara intentó agarrarla, pero también cayó, chocando contra una ventana. El vidrio se rompió y las cortó a ambas. Preocupado, Charlie avisó a su exesposa, la madre de las mellizas, y ella llegó al hospital en cuanto pudo.

Al llegar, Charlie le explicó todo a Renée, quien estaba visiblemente angustiada. En ese momento, Carlisle se acercó. "Pueden pasar a ver a las chicas," dijo. "Están en habitaciones continuas."

Renée decidió ir primero a ver a Bella, mientras que Charlie se dirigió a la habitación de Ara. Al entrar, la encontró dormida, con Emmett sentado a su lado.

Emmett levantó la vista al verlo y se disculpó rápidamente. "Charlie, lo siento. Sé que dije que la protegería, pero no pude. Ahora Ara está aquí..."

Charlie lo interrumpió, poniendo una mano en su hombro. "Tranquilo, muchacho. Son cosas que pasan. Además, sé que mis hijas pueden llegar a ser algo torpes en ocasiones. No te culpes."

En ese momento, Ara comenzó a despertar. "¿Papi?" murmuró, con la voz débil.

Charlie se acercó y tomó su mano. "Aquí estoy, mi niña. Papá ya está aquí, Mamá está con Bella, pero vendrá pronto, ¿ok?"

Ara asintió, sintiéndose un poco más tranquila. "Papi, quiero agua," pidió, y Charlie rápidamente le trajo un vaso

"Está bien, cariño," respondió Charlie, dándole un vaso de agua cuando ella se lo pidió.

Pasaron un rato juntos, hablando suavemente, hasta que Renée entró a la habitación. "Ahora cariño, voy a ver a tu hermana," dijo Charlie, besando a Ara en la frente antes de salir.

Renée se acercó a su hija, su rostro lleno de preocupación y amor. "Mi amor, aquí está mamá contigo."

"Hola, mami," respondió Ara, sonriendo débilmente.

Renée miró a Emmett. "Y tú debes ser Emmett, el novio de mi niña."

"Así es," respondió Emmett, con una sonrisa. "Mucho gusto, señora Dwyer."

"Solo llámame Renée," dijo ella, asintiendo.

Emmett se inclinó hacia Ara. "Ángel, iré con Edward un rato para que hablen. Te amo," dijo, besándola en la frente antes de salir.

"Se nota que te ama mucho, cariño," dijo Renée. "Me hubiera encantado conocerlo en otras circunstancias, pero así lo quiso el destino."

Ara sonrió débilmente. "Sí, mami. Es increíble."

Después de varios días, las mellizas fueron dadas de alta. De vuelta en casa, Emmett visitaba a Ara todos los días. Sus visitas se convirtieron en el momento más esperado del día para ella.

Un día, Emmett llegó con una sonrisa y un ramo de flores. "Te traje esto, Ángel," dijo, entregándole las flores.

"Gracias, Emmett. Son hermosas," respondió Ara, sonriendo ampliamente.

Pasaron casi un mes, y Carlisle les permitió a las mellizas ir al baile de la escuela. Bella, con una bota en su pie, y Ara, con instrucciones de no hacer movimientos bruscos, estaban emocionadas. Alice llegó temprano el día del baile para ayudarlas a alistarse.

Ara, al terminar de prepararse, se miró en el espejo. Su vestido tenía un escote pronunciado en forma de corazón y una abertura lateral que llegaba hasta la cadera. Su cabello estaba peinado en suaves ondas y su maquillaje era impecable. Se volvió hacia su hermana. "Estás muy hermosa, Bells."

"Gracias, Ara. Tú también estás muy hermosa," respondió Bella, sonriendo.

Alice se fue poco después, y las chicas escucharon voces abajo. Ara miró a Bella. "¿Estás lista, hermana?"

"Estoy lista," respondió Bella.

Bella bajó primero, seguida por Ara. Emmett, al verla, quedó deslumbrado. "Te ves hermosa, mi ángel," dijo, tomando su mano.

Charlie tomó fotos de las dos parejas antes de que se fueran. Ara y Emmett se subieron al jeep de él, mientras Bella y Edward iban en el carro de Edward.

Al llegar al baile, Emmett ayudó a Ara a bajar del jeep. Entraron y se tomaron una foto en la entrada. El lugar estaba decorado maravillosamente, con luces y música creando un ambiente mágico.

Ara y Emmett bailaron juntos, disfrutando del momento. Después de un rato, Emmett la llevó afuera a un lindo jardín donde estaban solos.

"Ángel, gracias por aparecer en mi vida. Me haces muy feliz," dijo Emmett, mirándola con amor.

"Tú también me haces muy feliz, Emmett," respondió Ara, con una sonrisa.

Sonó "Moonlight" y Ara le dijo a Emmett, "¿Bailamos?"

Bailaron al ritmo de la canción bajo la luz de la luna. "¿Me prometes que siempre estarás conmigo?" preguntó Ara, mirándolo a los ojos.

"Siempre, Ángel. Me tienes para toda la eternidad," respondió Emmett, inclinándose para besarla.

Se dieron un beso lleno de amor y promesas.

Pero las promesas no siempre llegan a cumplirse.......