VI

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En algun lugar de Rumania

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En algun lugar de Rumania

La sala principal del castillo estaba envuelta en una penumbra inquietante, las paredes de piedra antigua apenas reflejaban la luz de las velas que parpadeaban, lanzando sombras sobre los rostros tensos de los vampiros reunidos. En el centro, sentado en un trono ornamentado con símbolos arcanos, se encontraba Vasile, el jefe del clan rumano. Su figura imponente irradiaba poder, aunque sus ojos reflejaban un odio profundo, acumulado a lo largo de siglos de venganza no cumplida.

"Es hora de vengarnos de Massimo Higginbotham y de todo su legado", declaró Vasile con voz grave, rompiendo el silencio sepulcral de la sala. "Por su culpa, perdimos todo nuestro poder. Nos dejó sin nada más que ruinas y destierro."

Uno de los vampiros, un subordinado con cicatrices en el rostro, se inclinó hacia adelante, la incertidumbre clara en su tono. "¿Pero cómo lo haremos si ya está muerto?"

Una sonrisa siniestra cruzó el rostro de Vasile. "La mejor venganza es cuando nadie se la espera. Destruiremos lo que más amaba... su esposa, Victtoria, y su Sucesor... Luca Rossi."

Las miradas en la sala se endurecieron, pero uno de los vampiros no pudo evitar expresar su duda. "Meterse con Rossi es un error. Nos matará a todos si lo provocamos."

Vasile giró su mirada penetrante hacia él, como un lobo que acecha a su presa. "¿Dudas de nuestras capacidades?"

El vampiro tragó saliva, su voz temblando. "No, jefe... claro que no."

"Eso pensé", dijo Vasile con un tono amenazante. "Rossi está débil. Al parecer, tiene a alguien que lo distrae. No sabemos quién es todavía, pero cuando lo descubramos, también lo destruiremos. Eliminaremos todo lo que ha construido."

Otro vampiro intervino, su tono calculador. "¿Cómo planeamos ir tras Rossi?"

Vasile sonrió con frialdad. "No iremos tras él. Vendrá a nosotros. Sabemos que Luca es egocéntrico y que vendrá solo, sin su gente. Cuando lo haga, le tenderemos una emboscada que no verá venir."

Las risas oscuras resonaron en la sala, mientras las llamas de las velas danzaban como si compartieran el mismo odio y deseo de venganza.

Las risas oscuras resonaron en la sala, mientras las llamas de las velas danzaban como si compartieran el mismo odio y deseo de venganza

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