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XVIII

El día del juego de béisbol había llegado. Emmett y Edward iban a pasar a buscar a Ara y Bella. Ara estaba en su habitación, preparándose. Se puso unos jeans, una camiseta gris, una chaqueta de mezclilla y una gorra negra. Sus suaves ondas de cabello caían sobre sus hombros mientras se miraba al espejo, asegurándose de que todo estuviera en su lugar.

Después de terminar de prepararse, Ara fue a la habitación de Bella. "¿Bells, estás lista?" preguntó mientras entraba.

"Sí, aunque estoy nerviosa. Hoy le diré a Charlie," respondió Bella con un suspiro.

"Todo saldrá bien, Bella. Vamos," dijo Ara, dándole un abrazo rápido antes de bajar las escaleras.

Al bajar, encontraron a Charlie limpiando su escopeta en la sala. Ara susurró a Bella, "Bells, qué bueno que Edward es antibalas."

Bella se dirigió a su padre, tragando saliva antes de hablar. "Papá, hoy saldré con un chico."

Charlie la miró asombrado. "¿Creo que no escuché bien? ¿Dijiste salir con un chico?"

Bella asintió. "Sí, papá. Se llama Edward Cullen."

Charlie frunció el ceño. "¿El hermano de Emmett?"

"Sí," confirmó Bella.

Charlie suspiró. "¿Qué tienen los hermanos Cullen con mis hijas? ¿Va a venir aquí a presentarse?"

"De hecho, está aquí afuera," dijo Bella, nerviosa.

Charlie miró a Ara. "¿Tú lo sabías?"

Ara sonrió inocentemente. "Tal vez."

Edward entró, con una postura respetuosa y educada. "Buenas tardes, señor Swan. Soy Edward Cullen."

Charlie lo miró con desconfianza. "Edward, llevarás a Bella a un juego de béisbol con tu familia, ¿verdad?"

"Sí, señor," respondió Edward.

"¿Bella jugará al béisbol?" preguntó Charlie, claramente sorprendido.

"Sí, señor," asintió Edward.

Charlie suspiró. "Te deseo suerte, y después de su salida, tendré una charla contigo para saber exactamente cuáles son tus intenciones con mi hija."

Edward asintió, manteniendo una actitud calmada.

Emmett, que había estado observando la situación, decidió intervenir. "Hola, Charlie. ¿Cómo estás?"

"Bien, Emmett," respondió Charlie. "Me imagino que Ara también irá al juego."

"Así es," dijo Emmett.

"Perfecto. Confío en que la cuidarás," dijo Charlie, dándole una palmada en la espalda a Emmett.

Después de despedirse de Charlie con un beso en la frente y un abrazo, las chicas salieron de la casa. "Eso salió mejor de lo que pensé," dijo Ara.

Bella asintió. "Ahora solo falta que hables con él."

Edward asintió, subiendo al jeep de Emmett. Emmett iba manejando, Ara de copiloto, y Edward y Bella iban en la parte de atrás.

Al llegar al campo, Ara se acomodó su gorra y dijo, "Parece que va a llover."

El cielo estaba nublado y tronando. Emmett sonrió. "Ya verás por qué nos gusta jugar con el clima así."

Esme se acercó a las chicas, con una sonrisa cálida. "Me alegra que estén aquí. Necesitamos un árbitro."

Las chicas sonrieron y asintieron, listas para ayudar. Se acomodaron mientras el juego empezaba. Alice era la picher y Damon fue el primero en batear, seguido por Rosalie, que no logró llegar a la tercera base y fue eliminada. Jasper fue el siguiente en batear, y cuando Carlisle estaba a punto de hacerlo, Alice tuvo una visión.

"Emmett, Edward, tenemos compañía," dijo Alice, tensa.

Los hermanos Cullen se apresuraron a proteger a Ara y Bella, pero ya era demasiado tarde. Emmett le dio una sudadera a Ara para disimular su olor.

Tres nómadas, Victoria, James y Laurent, aparecieron. James observó a Bella y a Ara con interés.

James sonrió, mostrando sus dientes afilados. "Comparten a esas chicas," dijo, sus ojos fijos en Bella y Ara.

Carlisle dio un paso adelante. "Ellas están con nosotros," dijo con firmeza.

Los nómadas se retiraron, pero James tenía en mente cazar a las chicas. Emmett y Edward llevaron a Ara y Bella al jeep para protegerlas. Querían sacarlas del país, pero Ara protestó. "Mi papá... no podemos ponerlo en peligro. Hay que pensar en algo rápido."

Bella sugirió decirle a Charlie que ya no querían estar con él, pero Ara lo rechazó de inmediato. "No, Bella. No vamos a lastimar a papá. Pensemos en otra cosa."

Bella asintió, sintiéndose culpable por su idea. "Tienes razón. No sé en qué estaba pensando."

Ara tuvo una idea. "Cariño, llevemos a casa. Tengo un plan," dijo a Emmett.

Emmett aceleró para llegar a casa. Al llegar, Alice se acercó para llamar a Charlie. Ara le explicó sobre un pequeño viaje que querían hacer con Alice, y después de mucha insistencia, Charlie aceptó.

Los Cullen comenzaron a planear cómo salvar a las chicas. Emmett miró a Ara con preocupación. "Te protegeré, Ángel. No dejaré que nada te pase."

Ara asintió, confiando en él. "Sé que lo harás, Emmett. Confío en ti."

Mientras tanto, Edward sostuvo la mano de Bella. "Todo saldrá bien. Te lo prometo."

Bella asintió, sintiendo un poco de alivio. Estaban en buenas manos, pero sabían que la batalla apenas comenzaba.