Konoha despertaba a un nuevo día con la esperanza flotando en el aire, como los pétalos de cerezos que caían suavemente en primavera. Sin embargo, bajo esa calma superficial, la sombra de la reciente batalla seguía presente en los corazones de sus habitantes.
Boruto Uzumaki y Sarada Uchiha, dos jóvenes cuyas almas resonaban en armonía, estaban más decididos que nunca a proteger su aldea y el amor que compartían.
El amanecer pintaba el cielo con tonos dorados y rosados, anunciando un día lleno de promesas y desafíos. Boruto, con su espíritu indomable, y Sarada, con su sabiduría serena, se preparaban para enfrentar lo que fuera que el destino les tuviera preparado.
En medio de la paz engañosa de la mañana, una nueva misión les fue asignada, una tarea que parecía sencilla en apariencia pero que pronto se revelaría como una prueba crucial para ambos.
Boruto, el rayo que corta la tormenta, y Sarada, la luna que ilumina la noche, recibieron instrucciones de investigar una serie de desapariciones misteriosas en las afueras de Konoha.
La misión, en su superficie, parecía una tarea de rutina, una oportunidad para demostrar su valía y fortalecer su vínculo. Sin embargo, la calma engañosa del encargo ocultaba un peligro que acechaba en las sombras.
— Este parece un trabajo sencillo — dijo Boruto, su voz llena de confianza mientras revisaba los detalles de la misión — Un poco de investigación, encontrar a los desaparecidos y regresar a casa antes del anochecer.
Sarada, con su intuición afilada, no podía sacudirse una sensación de inquietud.
— Debemos estar atentos, Boruto. Nada es tan simple como parece. Hay algo en el aire que no me gusta.
Con esa advertencia en mente, se dirigieron hacia el bosque que bordeaba Konoha, un lugar que conocían bien pero que ahora parecía impregnado de una atmósfera extraña y amenazante.
Los árboles altos formaban un dosel sobre sus cabezas, sus sombras danzando al compás del viento. El suelo, cubierto de hojas caídas, crujía bajo sus pasos, creando una sinfonía de susurros que resonaba en el aire.
Boruto, con su energía inagotable, avanzaba con determinación, sus ojos celestes escudriñando el entorno en busca de pistas.
Sarada, con su calma estratégica, analizaba cada detalle, sus ojos de rubí por el Sharingan captando cualquier movimiento sospechoso. Juntos, se complementaban perfectamente, como dos notas en una melodía armoniosa.
A medida que se adentraban más en el bosque, la sensación de inquietud crecía. Los animales que normalmente habitaban la zona estaban ausentes, y el silencio era denso y opresivo. Boruto y Sarada intercambiaron miradas preocupadas, conscientes de que algo no estaba bien.
— Esto no me gusta — murmuró Boruto, deteniéndose para observar el entorno — Es demasiado tranquilo.
Sarada asintió, su mirada fija en un punto distante.
— Debemos seguir adelante, pero con cuidado. Algo me dice que estamos a punto de descubrir la verdad detrás de estas desapariciones.
El camino los llevó a un claro oculto, un lugar que parecía fuera del tiempo y el espacio. En el centro del claro, encontraron señales de lucha, rastros de una batalla reciente.
Las marcas en el suelo y los árboles eran evidencia de un combate feroz, y el aire estaba cargado con una energía residual que hacía que sus pieles se erizaran.
— ¿Qué pudo haber pasado aquí?— preguntó Boruto, sus ojos celestes llenos de preocupación — No hay señales de los desaparecidos, pero claramente hubo una pelea.
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Susurros En Konoha (BoruSara)
FanficEn la aldea oculta de Konoha, dos jóvenes ninjas, Boruto Uzumaki y Sarada Uchiha, se embarcan en un viaje emocional y lleno de desafíos mientras descubren un amor que desafía las tradiciones y las expectativas de sus familias. En medio de sus deber...