Daryuu-no-Miko DxD

Capitulo 32: Vida tras el Caos

-No puedo creer que esto me esté pasando...*Akeno estaba sentada en lo que sería la pileta en medio del centro comercial de Kuoh.

Hagamos un recordatorio de lo que ha pasado.

Había pasado ya más de una semana desde la crisis en el Inframundo y la caída de la Khaos Brigade como organización, donde todo ha ido normal aparte de que han recibido el ataque de magos renegados, sin duda de los remanentes de la brigada... No se pudo obtener ninguna información vital, aparte de que su líder o uno de sus superiores era la actual poseedora de la Longinus y Santa Reliquia, Incinerate Anthem, con la cual Grigori ya ha tenido un encuentro previo hace años.

Sin mencionar que en ese tiempo habían recibido la visita de Millicas Gremory, el hijo de Sirzechs y Grayfia, para que aprendiera el estilo de vida de los demonios en Kuoh donde todos se llevaron bien con el infante durante los días en que se quedó, además de conocer al sequito de Sirzechs que fueron reprendidos por Grayfia por haber ido sin antes pedirle permiso...

Además de otra cosa muy buena que paso en ese tiempo y tiene que ver con el tema de que Shuri, la madre de Akeno y esposa de Barakiel, es la actual y nueva poseedora de la True Longinus... donde debido a su mejor vinculo y cooperación con la voluntad del Dios Bíblico en la lanza, Shuri fue y uso la Truth Idea para así lograr hacer que Yasaka se recuperara de su coma con un milagro... lo cual fue muy alentador para la Facción de los Youkais, que nuevamente se disculparon por no haber podido ayudar en la crisis pasada, cosa comprensible... pero ahora con su reina rehabilitada, ahora las negociaciones serian mejores...

Hasta Kunou les ayudo construyendo un santuario para Ophis, sin revelarle la identidad de esta... pero se ve que han desarrollado una amistad en solo dos días.

-[Sin duda algo bueno trajo la muerte de ese Cao-Cao... aunque a Shuri no le guste del todo por una vida joven perdida y mal guiada]

Ddraig tenía razón, al menos en cierto modo. Si bien su madre está feliz por lo que ha hecho con la lanza, aun cree que Cao-Cao no debió morir y que debió pagar en vida por lo que ha hecho, que fuera mejor que antes... Y hasta ella sabe que su padre no esta tan arrepentido por haber matado al humano de puro impulso, pero sí reconoce que se pasó por el estrés y adrenalina del momento.

Aun así, las cosas han ido para mejor tras lo ocurrido en el Inframundo y con eso los jóvenes ahora se sentían mejor consigo mismos, que obtuvieron una verdadera victoria tras las derrotas pasadas... y que todo eso valió la pena. Lo cual los motivo para querer mejorar.

Eso sería todo lo que ha pasado... y en cuanto a lo de ahora, pues fueron a hacer compras para Ophis y, coincidentemente, varios del grupo fueron el mismo día al mismo centro comercial que madre e hija con el God Dragón.

Todo esto sería bueno... si cada una no estuviera por su propio lado... ¡Se supone que deben de estar juntos! ¿¡Que pasó con la unidad!?

-No te preocupes Akeno, aquí estoy.

Voltear y ver a Ophis, quien iba de la mano con su madre, no la calmó. Si no lo supiera mejor... siente que ella es la que se puede perder...

-Vamos hija, no pongas esa cara. Sabes que necesitas esto. El estrés es la enfermedad del siglo XXI.

-¿En serio me vendrás con eso mama....?

Shuri sonrió burlona a las palabras de su hija, quien suspiro, sin poder evitar sonreír un poco. Hoy era un día de relajación, así como uno para hacer que Ophis salga de la rutina.

El God Dragón era ahora un miembro más de su grupo, se había ganado el cariño de todos, pero era como un niño que preguntaba mucho de las cosas más comunes. Una vez la halló durmiendo en su armario... ¿Cómo llegó ahí? No lo sabe.