Daryuu-no-Miko DxD

Capitulo 2: Entrenamiento Autodidacta

Ya era un nuevo día en Japón. Para el resto solo un día cualquiera para seguir con la rutina diaria.

Por la mañana en el pequeño pueblo a las afueras de Tokyo, en un templo en la cima de una colina; la miembro más joven de la familia de tres había despertado.

-¿Ummm? Seki...ryuu...tei...*Dijo Akeno levantándose de su cama mientras se tallaba los ojos, quitándose las lagañas.

Con eso, ella miraría el reloj en su mesita de noche, viendo que eran la seis de la mañana. Aún faltaban dos horas antes del desayuno. Por lo que tenía tiempo y se puso a meditar todo lo que había hablado con Ddraig. Ser posiblemente la usuaria más fuerte, su rival predestinado, su entrenamiento y las capacidades de su Sacred Gear y genética.

Eso era mucho en que pensar. Podía ver la meta, pero estaba tan lejos. Aun sabiendo que tiene talento, tiene dudas. Su Madre la crió para creer que el talento natural no lo es todo y que este con el esfuerzo y dedicación difícilmente van de la mano, pero que pueden lograr grandes cosas. Lo que importa es no ser orgulloso en exceso, ya que nada esta dictado.

-[Hmmmm. Humildad, nada mal...]*Esa voz...

-¿Ddraig-san?*Pregunto Akeno.

-[¿A quién más esperabas?]*El sarcasmo de Ddraig era evidente*[Como sea, es buena hora. Por ahora entrenaras físicamente y repasaremos un poco de tus poderes naturales. Ya después del almuerzo, invocaras el Boosted Gear y te acostumbraras a este]

-E-Está bien. Ju...*Akeno suspiraría*. Esto se ve como demasiado.

-[Recuerda porque quieres volverte fuerte]*Dijo Ddraig.

Akeno debía darle la razón. Su Madre... No quiere pensar que algo malo puede pasarle, pero... Es mejor no descartar ninguna posibilidad. Conseguirá la fuerza suficiente y después se lo revelara a sus padres.

-Muy bien...*Akeno se dio unas palmaditas en la cara para rejuvenecer su espíritu, decidida a todo.

Se puso su buzo deportivo, el cual a veces usaba cuando su Madre hacia ejercicio rutinario por, según ella, buena salud, y le pedía unirse.

Con eso, salió del templo sin hacer ruido, ya que sus padres seguían dormidos. Bajo las escaleras del templo hasta que llego a una pequeña carretera que conectaba con el pequeño pueblo donde vivían... No había tantas personas en las calles y solo vio un par de vehículos. Muy bien...

Se preparó para salir a correr y, cuando estaba lista y dispuesta; corrió con todas sus fuerzas para medir sus límites, mientras pensaba que lo mejor era darle una vuelta completa al pueblo, el cual aunque es pequeño, igual sigue siendo muy grande... En su carrera, Akeno podía notar lo rápida que era, cosa que la sorprendía, ya que de todas las veces que ha corrido jugando, nunca fue así de rápida ¿Sera porque siempre ignoraba las capacidades sobrehumanas de su genética? Posiblemente y eso no importaba ahora. Lo que ahora importaba era volverse más fuerte.

Después de 15 minutos...

-¡Ught...!*Akeno estaba vomitando en un cesto de basura en un callejón*. Uh... Creo que ese es mi límite con todas mis fuerzas.

-[Solo será cuestión de tiempo y dedicación para que esto no sea más que simple rutina para ti. De hecho, es admirable la distancia que has corrido y el tiempo que has durado. Para no tener ningún entrenamiento previo y a tu edad, demuestras tener un gran potencial]

-Esperaba más al tener talento...*Dijo Akeno con una cara amarga.

-[No te quejes, hasta los talentosos pueden sufrir cuando se esfuerzan. Ahora sigue corriendo y da todas las vueltas posibles a este pueblo, antes del desayuno]*Dijo Ddraig.