Cacería [Kookv]

03

El esperado domingo finalmente llegó. Eran las seis y media de la mañana y Jungkook ya se encontraba despierto, sentado a la mesa con una taza de café caliente entre las manos y su desayuno servido. Afuera, el sol de verano comenzaba a pintar de dorado los tejados del pueblo, anunciando un día cálido y perfecto para una excursión.

Jeon estaba listo. A su lado reposaba su mochila de montaña, equipada con todo lo necesario. Vestía un pantalón gris de secado rápido, una camiseta negra de tela transpirable ceñida a su torso, un polar fino y unas zapatillas especiales para trekking. Era evidente que no era la primera vez que hacía esto.

De pronto, escuchó un motor detenerse frente a su casa. Se levantó, se asomó por la ventana y sonrió al ver el jeep blanco estacionado; sus amigos habían llegado. Abrió la puerta para recibirlos, saludando uno a uno, mientras su mirada los escaneaba de pies a cabeza.

—A ver, chicos —dijo con tono serio mientras se cruzaba de brazos— ahora voy a repasar lo que deberían llevar en sus mochilas... y espero que hayan seguido mis instrucciones.

Todos asintieron con expresiones serias, atentos a las palabras de Jungkook.

—Primero, botellas de agua.

—Sí —respondieron en coro.

—Barras energéticas, frutas, bocadillos a elección, frutos secos... También ropa de repuesto, un buen par de zapatos y saco de dormir, por si acaso.

—Por mi parte, llevo todo eso —dijo Changmin— y creo que los chicos también.

—Perfecto –asintió Jeon— Supongo que no confiamos solo en un mapa o una brújula, ¿cierto? Nunca está de más tener respaldo.

Se detuvo un momento antes de agregar —¡Ah! Y no olviden un botiquín y una cuchilla o navaja multiusos.

Jimin levantó la mano con cierta timidez.

—Yo llevo todo... menos el botiquín.

—Bueno, con que algunos lo lleven bastará —dijo Jungkook con una sonrisa indulgente— No quiero que nos retrasemos. Entre más temprano partamos, mejor provecho le sacaremos al día.

Una vez que todo estuvo comprobado, subieron al jeep de Jimin. El pelirosa echó su asiento hacia adelante para dejar subir a Jisung y Changmin. Luego volvió a acomodarse en el puesto del conductor, mientras Hoseok, el chico de cabello blanco y sonrisa encantadora, tomaba el asiento de copiloto.

Solo faltaba Jungkook.

Él se acercó a su motocicleta, su adorada "Preciosa", una Harley-Davidson Fat Boy 114. Al montar sobre ella, la figura del joven adquiría una presencia imponente. Su atuendo deportivo, combinado con la potencia de la máquina, no pasaba desapercibido; no era raro que más de una mirada se girara al verlo pasar.

Tras asegurar su mochila, se colocó el casco con gesto decidido. El rugido del motor rompió la quietud matutina y, sin más demora, emprendieron el viaje.

Avanzaron por la ruta que salía del pueblo, tomando dirección hacia la izquierda. El aire fresco de la mañana se colaba por las ventanas del jeep, mientras el paisaje comenzaba a cambiar. Después de unos diez minutos de recorrido, notaron algo curioso; a ambos lados del camino comenzaron a aparecer casas dispersas, formando una pequeña comunidad que no sabían que existía. Nunca antes habían transitado por esos senderos.

Un silencio se instaló por unos segundos, como si la presencia de esa mini población trajera consigo una sensación inexplicable...

El asfalto pronto quedó atrás, dando paso a un camino de tierra irregular que crujía bajo las ruedas. Poco a poco, la elevación se hacía más evidente, permitiéndoles por unos instantes ver los prados y las casas que habían dejado atrás. Sin embargo, esa vista se desvaneció rápidamente cuando el sendero se cerró entre árboles a ambos lados, sumiéndolos en un entorno completamente natural.