El corazón de una persona se acelera tanto cuando presiente que algo malo pasará, el pecho sube y baja más rápido buscando recibir más oxígeno, tus manos comienzan a sudar y algunas veces hasta la vista se nubla; así estaba Jungkook en estos momentos, saliendo de la habitación mientras Kim lo sostenía de la mano. Sabía perfectamente lo que pasaría en ese momento, intentaba reducir el ritmo de su andar buscando la forma de no llegar al sótano.
Había llegado el día de volver a ver a otra persona muerta, aunque en esta ocasión no se sentía tan intranquilo como la última vez; Taehyung le había jurado que por esta vez no tendría que matar y esperaba que cumpliera con su palabra.
Desde la última conversación que había tenido con el rizado había logrado tranquilizarse, sus noches fueron mejorando porque ya no tenía las pesadillas, antes de dormir siempre recordaba las palabras de Kim "tendrás que aprender a vivir con ello, al fin y al cabo no es tan malo, te lo aseguro". Y tal vez no debería haberle hecho caso pero aún si lo hizo, mentalizándose todos los días que podría vivir con ello y bueno, él estaba creyendo en eso; intentaba convencerse así mismo que podrían haber cosas peores, pero si estuviera pensando correctamente se daría cuenta que no había nada peor que matar.
Ahora se encontraban bajando las escaleras del sótano, comenzando a sentir lo frío que era el lugar y contando el fuerte olor a desinfectante, todavía ni llegaba al final de las escaleras cuando escuchó a una persona sollozar de miedo y realmente lamentaba el destino que tendría esa víctima.
Apenas llegaron abajo vio a un hombre atado que parecía una estrella por la forma en que lo tenían, sus brazos y piernas estaban lo más abierto que podían, atadas a unas cadenas.
Taehyung lo dejó ahí viendo a la persona que lloraba mientras que él se iba a poner unos guantes, en esta ocasión no usaría delantal.
—¿Tienes miedo Jungkook?— dice Kim acercándose a él nuevamente.
—Tal vez, no lo sé— responde Jeon mirando al rizado —solo me intranquiliza tener que ver algo así nuevamente, sabes que no me gusta y por mi yo no estaría aquí abajo.
—Así que es eso— menciona Taehyung posando su mano en la mejilla contraria — pero recuerda la promesa que te hice cariño, por esta vez no tendrás que hacer nada, solo debes mirar.
—Aún así no me gusta— habla en voz baja, ladeando su cabeza para sentir más cerca la caricia en su mejilla —aunque igual te agradezco por acordarte de mí petición.
Y Jungkook negó mentalmente por lo que dijo, ¿Qué hacía agradeciendo por algo así? Si finalmente igual tendría que ver morir a alguien, aunque si lo pensaba bien igual debe haber sido difícil que un asesino como Taehyung esté accediendo; si quería podría obligarlo a matar y Jeon solo tendría que hacerlo, pero ahí estaba el rizado cumpliendo su palabra y quizás por eso Jeon le agradecería.
—Solo no te acostumbres— responde Kim dejando una última caricia en la cara para luego alejarse.
Taehyung tomó un tarro de pintura roja y una pequeña brocha, se acercó a su presa para empezar a dibujar sobre el abdomen, lo primero que hizo fue un pequeño punto y luego dibujó círculos que cada vez iban siendo más grandes; dejando finalmente todo el torso como un tablero de dardos.
Y Kim se daba cuenta en ese momento que cada vez que estaba con Jungkook muchas ideas venían a su mente, durante la noche había pensando en lo que estaba haciendo ahora, un pequeño juego para entretenerse y todo ante su espectador que era el azabache.
Fue por un pequeño bolso donde tenía guardada muchas dagas pequeñas, usaría estas en vez de dardos. Se posicionó al lado de Jungkook quien aún estaba en medio de la habitación, estaban a una distancia considerable de la víctima así que le servía; en esta ocasión había decidido no amarrar al azabache, algo dentro de él le decía que podía dejarlo así porque no haría nada.
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Cacería [Kookv]
Misterio / SuspensoUn día, un joven de cabello azabache decide hacer trekking con su grupo de amigos, aventurándose en un bosque desconocido. En el camino, se cruzan con dos jóvenes que también se dirigen hacia allí. Pero lo que nadie sabe es que, una vez que pones un...