Cacería [Kookv]

21

Un nuevo día llegó y a las diez de la mañana Taehyung se encontraba preparando sus cosas para salir; ese día tenía pensado ir de cacería.

Desde que se había entretenido con Jungkook es que no salía de casa, estuvo tres días allí encerrado alimentando y cuidando del azabache; a veces tenían breves conversaciones o incluso se quedaban compartiendo el silencio, mirándose uno al otro sin decir nada.

Ahora era diferente porque su mente y cuerpo le estaba pidiendo matar, hace días no lo hacía y ya era momento; limpio y cargó su pistola que sería su única compañera.

Iba vestido completamente de negro, las prendas se apegaban a su cuerpo resaltando su figura; a pesar de ir a cazar le gustaba vestir bien para lucir mucho más guapo de lo que ya era.

Una vez listo salió de la casa, haría el mismo recorrido de siempre por el bosque, si bien no habían caminos precisos que guiaran hacia una dirección Taehyung conocía y sabía muy bien por donde ir. Llevaba tiempo viviendo en esa zona por lo cual podía recorrer el lugar sin perderse.

El lugar en que siempre tenían suerte con su hermano era por ese sendero que llevaba a "la piedra del gigante", muy seguido iban personas para conocer la hermosa vista que brindaba la naturaleza, y esa era la oportunidad de ellos para tener nuevas víctimas.

Por dicha razón en esta ocasión se dirigía a ese lugar esperando tener suerte, aprovechando el viaje pasaba por los puntos exactos donde se encontraban las trampas, tenía que inspeccionar que todo estuviera en su lugar y ver por si alguna presa cayó en ellas.

Al parecer todo se encontraba en orden en cada punto, sin novedad alguna; al terminar continuó su camino hacia la piedra sin prisa, preparándose mentalmente para todo porque a veces las cosas podían complicarse y debía saber reaccionar.

Cuando vio que se acercaba al lugar empezó a caminar con sigilo, no debían escucharlo ni verlo por eso se fue camuflando entre los arbustos, tomando otro camino que conocía para observar el lugar desde otra posición.

Apenas llegó a su punto observó todo el entorno y pronto sobre la gran piedra logró divisar a dos personas, tal parece que era una pareja. Veía como se tomaban fotografías uno al otro, los besos que compartían y la alegría que sus rostros expresaban; en pocos minutos ese lindo momento acabaría.

Y él compartía la felicidad pero no la misma, su alegría era por haber tenido la suerte de encontrar presas, su corazón estaba muy acelerado; y la adrenalina comenzaba a recorrer su cuerpo porque hoy habría cacería.

Se quedó entre los arbustos observando por si había más gente, aunque al parecer eran los únicos. Espero hasta que la pareja bajó de la gran piedra, y por lo que lograba escuchar parecía que recorrerían el lugar un poco más; los siguió aún manteniéndose oculto entre la vegetación.

Cuando la pareja se alejó un poco del camino que los llevaría de vuelta, quedando un tanto adentrados en los árboles fue entonces que él salió. Quedó enfrente de ellos mostrándose inofensivo, sus manos tras la espalda al tener su pistola.

Los novios pararon al verlo, incluso lo saludaron y preguntaron qué necesitaba, él solo se mantuvo en silencio observando al chico que tenía delante suyo, ya tenía pensado cuál sería la primera víctima; de forma rápida sacó la pistola dispuesto a disparar.

Antes de que sus presas huyeran dio el primer tiro en el pie del chico, haciendo que cayera al suelo gritando de dolor; el siguiente disparo fue en una pierna con el propósito de que no pudiera escapar.

La chica alterada y llorando iba a socorrer a su novio pero este mismo entre llanto le pido que huyera, que corriera por su vida. La joven muy asustada comenzó a correr entre los árboles, no miró atrás incluso no sabía por dónde iba.