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—¿¡Es enserio!? —Grito la rubia mientras bajaba las escaleras.
Daniel y Amanda se encontraban en la mesa de la cocina disfrutando su desayuno, hasta que el grito de Emma los interrumpió.
—Buenos días para ti también, Emma — Daniel hablo con ironía
A Emma ni siquiera le intereso en el tono que le respondió, solo dio vuelta su celular dejando ver el rostro de Daniel en un comercial.
—¿Serpiente traidora? —Pregunto indignada —¿Qué demonios pasa contigo?
—Vamos no te enfades, solo es un comercial—Daniel le resto importancia.
Amanda se levanto y le pidió el celular a Emma para reproducir el video.
—Paz interior, concentración, equilibrio. Son algunas de las habilidades que dominaras cuando te unas a Miyagi-do karate. Soy Daniel LaRusso y antes de ser el numero uno en ventas en todo el valle, fui bicampeón del torneo All Valley sub-18. Ahora puedes aprender los secretos del karate de Okinawa, el verdadero karate, uniéndote al equipo Miyagi-do. No seas una serpiente traidora, se un campeón.
Amanda paro el video y observo enfadada a Daniel. —¿Para esto ocupaste la mitad de nuestro presupuesto?
—Buenos días— Anthony junto a Robby entraron a la cocina, encontrándose con el tenso ambiente.
—No se enfaden, mejor tomemos desayuno.
Emma agarro su teléfono y lo guardo en el bolsillo de su pantalón.
—Olvídalo. No arruinare tu desayuno haciendo que comas junto a una serpiente traidora. —Hablo enojada.
Se dio vuelta despidiéndose de Anthony con un choque de palmas y dejando un suave beso en los labios de Robby.
—Nos vemos, linda —Se despidió Robby.
Emma llego al dojo aun molesta, se puso se GI y comenzó a calentar junto a Halcón. A los minutos se les unió Miguel.
—¿Podemos hacerte una pregunta?— Le dijo el ecuatoriano a la rubia, quien asintió sin dirigirle una palabra
—¿El sensei es el padre de Keene?— El de pelo azul soltó rápidamente.
Emma levanto la vista rápidamente, un poco sorprendida de aquella pregunta.
—Eso explica por que nos esta dando duro por patearles el trasero —Volvió a hablar Halcón, tomando el silencio de la chica como una afirmación. —Sin piedad a menos que sea su hijo.
—No creo que deban entrometerse en este asunto— Les dijo Emma dejando sus ejercicios de calentamiento —El sensei debe tener sus motivos.
—Si, es fácil para ti decirlo —Hablo Miguel —Seguro tu novio te lo dijo desde el comienzo.
