—Saben que tu y yo somos su mayor amenaza—Comento Robby a su novia con los brazos cruzados.
—No pondrás tu libertad condicional en peligro, Robby—Declaro la chica mientras sostenía el muñeco que Kenny golpeaba.—No necesitamos otro problema.
—Hay que llevarlos a un lugar solitario—Tory propuso, mientras se acercaba a la pareja.
—Eso no va a servir—Jones comento mientras se unía a la conversación—También pondrán en peligro la libertad condicional.
—¿Y que? ¿Nos dejaremos humillar?—Pregunto con molestia.
—Tranquila fiera—Jones levanto sus manos en señal de paz.
—No podemos atacar sin pensar antes —Emma declaro, llevando se la atención de los involucrados en la conversación— hay que buscar una manera mas inteligente de atacar.
La charla de los cuatro chicos se vio interrumpida por la campana del local, avisando de la entrada de ambos senséis.
—Escuchen. Reúnanse—Ordeno el sensei Silver.—Tuvimos una reunión con los senséis de Miyagi-do.—Les informo a sus estudiantes—A partir de ahora, no habrá mas peleas hasta el torneo.
—Nuestros enemigos nos humillaron ¿Y tenemos que aceptarlo?—Intervino Tory, con un enfado notorio en su voz.
—Por supuesto que no—Negó de inmediato el sensei Kreese— A nuestros enemigos hay que tratarlos sin piedad.
Terry se apresuro a interrumpirlo—Pero hay un momento para pelear. No hay que desperdiciar un golpe, si no vas a marcar un punto. —Aquellos comentarios demostraron la desigualdad de opiniones que estaban teniendo ambos senséis a cargo— Y si tus enemigos hacen algo para meterse contigo o se ríen en tu cara ¡Bien! Tomen toda esa rabia y guárdenla, por que la necesitaran cuando llegue el torneo ¿A quedado claro?
—¡Si, sensei!—Declararon los estudiantes.
Silver compartió una fugaz mirada con Kreese antes de abandonar la colchoneta e ir a la oficina del dojo.
La orden del nuevo sensei había dejado disgustado a mas de uno. ¿Dejarían que los humillen solamente por un trato con los sensei del dojo contrario? ¿Tendrían que tener piedad con sus enemigos?
🐍🐍🐍
Emma fue hacia la puerta al escuchar como la tocaban. Robby se había quedado con Kenny en el dojo, para ayudarle a seguir practicando, así que había vuelto sola a casa.
—Otra vez no—Se quejo al ver a los dos rubios frente a ella. Ali Mills y Johnny Lawrence.
—También me alegra verte, rubia—Comento Johnny con sarcasmo, al ver el rostro tan serio de Emma.
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same problem
Fiksi PenggemarEn donde Emma Larusso y Robby Keene sufren por lo mismo, la ausencia de una verdadera figura paterna.