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Todos se encontraban haciendo burpees, sin detenerse y lo mas rápido que sus cuerpos les permitían. Johnny no detendría el castigo hasta que admitieran quien había sido el culpable del desastre en Miyagi-do.
—Todo esto puede terminar en un instante. La decisión es suya— Lawrence caminaba en medio de sus alumnos.—¿Quién destrozo el dojo de Miyagi?
Emma instintivamente miro a Halcón, quien parecía un poco nervioso. El de pelo rojo se recompuso rápidamente al darse cuenta de la mirada de la rubia.
—Todos saben que Daniel LaRusso no me cae bien, Pero esa basura no la enseñamos aquí— El miro al hombre a su lado —Al menos ya no
Emma estaba cansada, el sudor corría por su frente y sus movimientos eran cada vez mas lentos
—Se los preguntare de nuevo ¿Quién destruyo a Miyagi-do?
—No fui yo, sensei. Jamás le faltaría el respeto al dojo de otro hombre —
—Cierra la boca, gordo— Johnny lo ignoro completamente —No busco excusas, busco respuestas.
—Sensei, de verdad no sabemos quien lo hizo—Miguel hablo cansado.
—Alguien sabe algo, la pregunta es ¿Quién va a quebrarse?—Kreese miro fijamente a Emma y Halcón.
El chico capto su mirada y miro a su lado, Emma seguía haciendo sus ejercicios con la mayor rapidez posible. El sabia que Emma no era tonta, se dio cuenta de inmediato de quien fue el culpable del destrozo de Miyagi-do.
—Nadie va a hablar—Dijo la de ojos verdes mientras seguía con sus ejercicios—Tienen el valor para destrozar un dojo, pero no para admitir que lo hicieron. Quien lo hizo solo demostró ser un cobarde.
Halcón se tenso durante unos segundos pero volvió a hacer sus ejercicios lo mas rápido posible.
—No se detengan. Podemos hacer esto todo el día— Johnny volvió a la oficina a contestar el teléfono.
Emma estaba frustrada, sospechaba de Halcón pero no acusaría a su amigo y mucho menos sin ninguna prueba.
—Descanso de dos minutos — Ordeno Kreese.
Todos estaban agradecidos, Emma fue por su botella y bebió la gran parte del liquido que en ella se encontraba. Paso su mano por su frente para secar el sudor.
—Esto es una mierda— Menciono Tory mientras recargaba su cabeza en el hombre de Emma. —¿Tienes una idea de quien pudo hacerlo?
Emma recargo su rostro sobre la cabeza de Tory, dudo un par de segundos en contestar—Solo una sospecha—Ella observaba como el sensei Kreese y Halcón hablaban . —¿Que tal todo con Miguel?
—Bien—Respondió Tory con una sonrisa—Oficialmente lo nuestro es un amor prohibido, chica linda.
