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Hoy a diferencia de muchos otros días anteriores, el dojo se encontraba repleto. El video de Miguel golpeando a a Kyler y a sus amigos había atraído a mas audiencia. Todos hablaban entre si, comentando y demostrando sus opiniones en el tema.
—¡Silencio!— El sensei llamo la atención de todos los que se encontraban en el dojo —Mirando al frente—
El empezo a pasearse en medio de todos los que estaban presente.
LaRusso frunció el ceño cuando empezo a escuchar los comentarios bastante ofensivos que su sensei daba.
—Cuando miro en este dojo no veo material para cobra kai, veo perdedores, veo a nerds. Veo a un niño gordo con senos saliéndose. Pero en mi tiempo como sensei, también eh visto milagros— El cruzo una fugaz mirada con Miguel —También eh visto a personas que me han dejado sorprendido por su talento natural — Esta vez miro a la LaRusso que estaba a la izquierda de Miguel —Tal vez hay esperanza en ustedes, pero necesito saber como están así que ¡Fórmense!
Todos empezaron a mirarse entre si, no sabiendo a donde moverse.
— Formen líneas —
Los nuevos empezaron a formarse detrás de las únicas tres personas que llevaban GI. Aisha, Miguel y Emma.
—No en fila no. En filas. Pónganse en fila
—¿Se refiere a hileras?— Pregunto Demetri, llamando se atención.
Lawrence paso sus manos por su rostro, una clara señal de frustración.
🐍🐍🐍
Emma llego agotada a casa, el entrenamiento había sido complicado. Sobre todo por los horribles momentos que Johnny le hizo pasar a alguno de sus estudiantes. Y al que Emma mas le molestaba era el de Eli, burlarse del labio de su amigo la había hecho enfadar, sabia la inseguridad que eso causaba en Eli.
—¿Emma, juegas conmigo?— Anthony le tendió el mando que estaba sobre la mesa.
—Dame un minuto— Ella arrojo su mochila en el sofá y fue a la cocina por un vaso de agua.
—¿Cómo estuvo tu día?— Amanda pregunto mientras cortaba algunas fresas.
—Agotador— Respondió simplemente, arrojándose en el sofá junto a Anthony
Tomo el mando y empezo a jugar con el. Era un juego de peleas.
—Eso es trampa Anthony— se quejo Emma.
—No, no lo es— se burlo su hermano
—¿¡Escuchaste eso!?— Daniel se acerco a sus hijos —El mundo real te esta llamando Antonio. Llego el momento de hacer un poco de karate con papá
—El karate es aburrido— dijo el menor de sus hijos sin apartar la mirada de la pantalla.
—¿Y que crees que haces hay?— Señalo la pantalla —Es prácticamente karate
