Capitulo 14

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Emma llego a casa mas tarde de lo que pensaba, las luces de la casa estaban apagadas, por lo que entro sin hacer mucho ruido

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Emma llego a casa mas tarde de lo que pensaba, las luces de la casa estaban apagadas, por lo que entro sin hacer mucho ruido.

Para su sorpresa Daniel la estaba esperando el la sala, solo con la televisión prendida. Emma prendió la luz de la sala para ver mejor.

—¿Por que lo hiciste?—Le pregunto Daniel, antes de que la rubia pudiera soltar alguna palabra. —Sabias que esa presentación era importante para Miyagi-do.

—Yo no hice nada, ustedes se presentaron y la gente los vio—Hablo Emma sin mucho animo —No es mi culpa que les gustara mas cobra kai.

El hombre se levanto de golpe, dirigiéndose a la chica que lo miraba sin mucha expresión en su rostro —Te estas convirtiendo en una de ellos Emma.

—Soy una cobra—Respondió simplemente.

—Estas traicionando a tu familia. Lo tienes claro ¿Verdad?

—Yo no he traicionado a nadie.—Respondió la chica alzando un poco su voz  —De hecho el único que traiciono a su familia fuiste tu.

—Cállate

—¿Por que? ¿Por que sabes que es verdad?—Ella ni se inmuto al ver el enojo evidente de su padre. —

—¡Se acabo, Emma!— Daniel grito.

—¿¡Por que no lo aceptas!?— Emma elevo su tono de voz —¡Tu engañaste a Amanda y tienes el descaro de llamarme traidora!

—¡Ya cállate!—Daniel sujeto con fuerza el brazo de Emma — ¿Quieres escuchar la verdad? Te la daré. Si, si traicione a Amanda y no sabes cuanto me arrepiento, quise arreglar las cosas y no pude. Por que llegaste tu— Esa confesión hizo que Emma dejara de forcejear con Daniel para que la soltara —Realmente no quería que nacieras pero tu madre se negó a acabar con el embarazo, luego no se quiso quedar contigo y aquí estamos.

Emma sonrió débilmente, ignorando el dolor en su pecho—Ella no es mi madre—El tono de voz de la rubia fue diferente, luchando para que su voz no se quebrara—Y tu tampoco eres mi padre. Jamás fuiste un padre para mi, Daniel LaRusso.— Safo con fuerza su brazo de su agarre —Créeme siempre supe que no te importe y he tenido que aprender a vivir con eso.

—Emma...—El trato de volver a sostener su brazo, esta vez con mas delicadeza, pero la chica se lo impidió.

—No me importa si te sientes decepcionado de mi. Total, jamás pudiste sentirte orgulloso— La chica sonrió  —Pero quiero que sepas que yo si estoy orgullosa de mi misma, no me detendré por que tu me lo pides.

Ella simplemente se dio la vuelta y subio a su cuarto.

No soltó ninguna lagrima, incluso cuando entro a su cuarto y se encerró en el.

En cambio, se miro en el espejo y apretó sus puños con fuerza. Se había desgastado todo lo que llevaba de vida tratando de que su padre se sintiera orgulloso de ella y el jamás lo hizo.

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