Capitulo 32

8.1K 925 60
                                    

Emma tomo la propina que los clientes le habían dejado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Emma tomo la propina que los clientes le habían dejado. 

—¿Emma, puedes atender esa mesa?—Le pregunto su compañera de trabajo, quien llevaba una bandeja con pedidos.

—Si, claro—La chica asintió mientras caminaba hasta la mesa que le señalaban—Hola, soy Emma. ¿Espera a alguien o solo es usted?—Pregunto con una sonrisa amable.

—Solo soy yo— La voz de Amanda se hizo presente mientras dejaba el menú de lado.

La expresión de Emma cambio con rapidez al ver a la mujer frente a ella—¿Qué haces aquí?

—La verdad, solo necesito una cosa y es que tu y tu amiga se alejen de mi hija de una vez por todas.—Aclaro Amanda mientras juntaba sus manos sobre la mesa.

—¿Viniste hasta mi trabajo solamente para volver a amenazarme?—La rubia pregunto con indignación.

—Intente que Ali viniera a hablar contigo, pero no resulto. Dijo que no tiene derecho a meterse en tu vida o algo por el estilo—Comenzó a contarle —Intente hablar con los padres de Tory, pero no devuelven mis llamadas. Gran sorpresa. También tuve que hablar con ella directamente.

—¿También fuiste a su trabajo?—Pregunto molesta.

Emma sabia que Tory necesitaba su trabajo, con uno solo no le alcanzaba para mantenerse a ella, a su hermano y a su madre. 

—¿Debí ir a patear su puerta? ¿Es mas su estilo?—Pregunto con ironía—Todos los días en mi casa, veo recordatorios del desastre que tu amiga dejo. Veo a mi hija cubriendo sus moretones y cicatrices. La unica razon por la que no esta tras las rejas, es por que Sam me pidió que no prolongara este tormento.

—Al fin tu hija hizo algo bueno—Contesto con sarcasmo.

Amanda ignoro su comentario— Y en cuanto a ti. Puedes tener tu torneo, pero si le tocas un solo cabello a mi hija antes de eso, estarás fregando retretes en prisión por el resto de tu vida. Si tienes suerte—Amenazo.

—Disculpe señorita, creo que mi sopa esta lista en el mostrador—Un cliente trato de llamar la atención de la chica.

—Si, un momento—Contesto la rubia, volviendo su vista hacia Amanda.—Es mejor que te vayas.

—Lo hare, no vine a hacer una cena, solo a entregar un mensaje. Pero necesito saber que lo entendiste.

—¿Sabes que? Lo entendí, pero no pienso hacer lo que tu quieres—La contradijo—¿Te gusta amenazar? Bien, ahora tu me escucharas.—Emma contesto con un tono de voz enfadado—Yo no estuve en la maldita pelea por que quise evitar problemas, pero tu y tu familia solo saben hacer dos cosas, culparme de cada cosa que les suceden y juzgarme por cada pequeño error que cometo ¿Pero quienes son ustedes para juzgarme? ¿Quién eres tu para hacerlo?

—No es una amenaza, es una advertencia—La interrumpió Amanda mientras se levantaba.—Y no hables de mi familia.

—Y tu no me interrumpas. ¿No quieres que me mantenga alejada de Sam? Bien, pero tu tendrás que hacer dos cosas.—Hablo rápidamente—Uno, No te atrevas a volver a molestar a Tory, o tendrás problemas. Dos, aleja a tu hija de nosotros, ella es la que busca problemas. —Enumero con seriedad —No golpeare a Sam, no voy a perder mi tiempo con alguien tan insignificante para mi, a menos de que ella venga en busca de problemas que después no podrá resolver.  Pero ten en claro que la humillare frente a todos en el torneo, todo el Valle lo será testigo de eso.

same problemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora