Estoy en mi habitación, hojeando un libro de arte cuando mi teléfono suena, rompiendo el silencio tranquilo que me rodea. Es Clara. Su nombre en la pantalla me arranca una sonrisa mientras contesto la llamada.
—¡Hola, Yara! —La voz de Clara es vibrante, como siempre, llena de esa energía contagiosa que me hace sentirme más ligera.
—¡Hola, Clara! ¿Qué sucede? —pregunto, dejando el libro a un lado y acomodándome mejor en la cama, anticipando que, como siempre, tiene algo interesante que decir.
—Tienes que escuchar esto —dice, con ese tono de urgencia que me indica que ha encontrado algo especial—. Hay un escultor increíble que va a presentar sus obras en una galería cerca de mi casa. Es una exhibición única, Yara, porque solo se hará una noche. El artista ha diseñado sus esculturas para ser vistas bajo la luz de la luna. ¿No te parece fascinante?
La propuesta me toma por sorpresa, pero de inmediato mi mente empieza a visualizar las esculturas bañadas por la luz plateada. Es una imagen que me atrae, que casi puedo sentir. La idea de una noche rodeada de arte bajo las estrellas me resulta irresistible.
—¿Solo una noche? —pregunto, como si quisiera confirmar que algo tan especial realmente está al alcance.
—Sí, esta noche. La galería está por el barrio sur, ¿recuerdas? Cerca de donde fuiste la última vez —se escucha tan emocionada que casi puedo verla saltando en su habitación.
La mención del barrio sur me hace tensar ligeramente. No por el lugar en sí, sino por lo que podría significar salir a esa hora. Mis padres no estarían de acuerdo, lo sé. Pero la tentación es grande, y la oportunidad de experimentar algo tan único es difícil de resistir.
—Parece algo que no puedo perderme —digo, tratando de igualar su entusiasmo mientras mi mente ya empieza a trabajar en cómo salir sin que mis padres se enteren—. ¿A qué hora es?
—A las ocho. Podemos reunirnos en mi casa y de allí vamos juntas —propone, con la seguridad de que ya he dicho que sí.
—Está bien, estaré lista —confirmo, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo al mismo tiempo.
—¡Genial! Nos vemos entonces. ¡No puedo esperar! —Clara se despide con esa chispa en su voz que siempre logra contagiarme.
Cuelgo el teléfono y me quedo un momento en silencio, sintiendo que el pulso se me acelera. Sé que mis padres nunca permitirían que fuera a esa hora, y menos a ese barrio. Mientras pienso en cómo hacer para escaparme, me levanto y camino hacia la ventana, mirando hacia el exterior, donde el sol empieza a ocultarse. La ansiedad comienza a mezclarse con la emoción, y sé que tengo que ser cuidadosa.
El sonido de un crujido en la puerta me hace girar bruscamente. Mi madre está allí, inmóvil en el umbral, con una expresión que me cuesta descifrar. Sus ojos parecen buscar en los míos algún rastro de culpa, algo que justifique el hecho de que esté escuchando mi conversación.
—¿Con quién hablabas? —pregunta, suave pero con una firmeza que me pone en alerta.
Intento no mostrar sorpresa y mantengo la calma.
—Con Clara —respondo, tratando de que mi tono suene despreocupado mientras me esfuerzo por mantener la mirada fija en la suya, sin vacilar—. Me invitó a ver una exposición de arte esta noche.
Sus cejas se arquean apenas, una reacción mínima que con dificultad revela lo que está pensando. Pero sus ojos no se apartan de los míos, evaluando cada palabra.
—¿Esta noche? —repite, como si esas dos palabras cargaran un peso especial.
Asiento, intentando parecer tan natural como siempre.
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VIDAS CRUZADAS | #1 [COMPLETA]
RomanceEn un pequeño y tradicional pueblo, dos almas se encuentran y forman un vínculo irrompible, transformando una simple amistad en un amor profundo y apasionado. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por fuerzas externas que desean separarlos a tod...