Mientras camino por el pasillo del hotel, mis pensamientos aún están en la reunión exitosa que tuve más temprano. La energía positiva que siento me impulsa a querer seguir mejorando la experiencia de los huéspedes en el hotel. Es entonces cuando veo a Shaia, la mesera que me invitó a la noche de jazz, ocupada sirviendo en una de las mesas del restaurante. Al recordar lo mucho que disfruté esa velada, decido acercarme para agradecerle.
—Shaia —la llamo suavemente mientras me acerco.
Ella levanta la vista y me recibe con una sonrisa cálida que ilumina su rostro. Es evidente que está contenta de verme, lo cual me anima aún más.
—¡Señorita Carvalho! —exclama con alegría—. Me alegra mucho verla. ¿Cómo está? ¿Disfruto la noche de jazz?
Asiento, sonriéndole con gratitud.
—Fue increíble. Realmente disfruté cada momento, y quiero agradecerte por invitarme. Fue una experiencia maravillosa.
Shaia sonríe con modestia, pero es claro que está complacida por mis palabras. Puedo ver en sus ojos el orgullo de haber compartido algo tan especial conmigo.
—Me alegra mucho que le haya gustado —dice, y su voz tiene un tono de sinceridad que me hace sentir más cercana a ella—. Sabía que disfrutaría de esa noche. El jazz tiene una magia especial, ¿no cree?
—Definitivamente —respondo, notando cómo su pasión por la música y su amor por la isla se reflejan en cada palabra que dice. Este sentimiento de conexión me inspira a compartir una idea que me ha estado rondando desde esa noche.
—Shaia, ¿tienes un momento? —le pregunto, deseando poder tener una conversación más profunda.
Ella asiente, terminando rápidamente de servir la mesa antes de acercarse más a mí. Nos movemos a un rincón más tranquilo del restaurante, donde podemos hablar sin interrupciones.
—Estaba pensando en la noche de jazz —comienzo, eligiendo mis palabras cuidadosamente—, y en cómo algo tan único puede enriquecer la experiencia de nuestros huéspedes. Desde que llegué a Capri, he sentido que hay tanto por descubrir, tantas joyas ocultas en esta isla que no son tan conocidas por los turistas. Y quiero que el hotel pueda ofrecer algo diferente, algo que conecte realmente a nuestros visitantes con la cultura y la esencia de Capri.
Shaia me escucha con atención, sus ojos reflejan un creciente interés.
—Por eso quería pedirte un favor —continúo—. Tú, que eres originaria de la isla, ¿podrías ayudarme a crear un itinerario con destinos y experiencias que no son tan conocidas por los turistas? Quiero implementar actividades y eventos en el hotel que realmente hagan que los huéspedes se sientan parte de la isla, que experimenten la verdadera Capri, no solo lo que está en las guías turísticas.
Shaia parpadea, claramente sorprendida y halagada por mi solicitud. La veo pensativa por un momento antes de que una sonrisa ilumine nuevamente su rostro.
—¡Por supuesto! —responde con entusiasmo—. Me encantaría ayudar con eso. Conozco algunos lugares que son verdaderamente especiales, donde la esencia de Capri se siente más fuerte. Lugares que pocos turistas conocen, pero que son el alma de la isla.
Siento una oleada de alivio y emoción al escuchar su respuesta. No solo está dispuesta a ayudarme, sino que parece emocionada por la oportunidad de compartir estos aspectos íntimos de su hogar conmigo.
—Muchas gracias, Shaia. Esto significa mucho para el hotel, y para mí también. Quiero que los huéspedes puedan sentir la misma conexión con Capri que tú y yo sentimos —le digo, sinceramente agradecida.
ESTÁS LEYENDO
VIDAS CRUZADAS | #1 [COMPLETA]
RomanceEn un pequeño y tradicional pueblo, dos almas se encuentran y forman un vínculo irrompible, transformando una simple amistad en un amor profundo y apasionado. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por fuerzas externas que desean separarlos a tod...