Husk
Entré en mi habitación tan solo un momento para guardar una de las chaquetas que dejé en el perchero de la entrada. Al abrir la puerta y encontrarme la cama perfectamente hecha y el suelo reluciente recordé que Niffty había estado limpiando. Me fijé en el escritorio y en la estantería. Los libros estaban cambiados de orden, mis cuadernos estaban apilados uno encima de otro y había cambiado la posición hasta de mi despertador. Suspiré. Esa niña no tenía remedio. Solo esperaba que esa excepción no le hiciera pensar que a partir de ahora podría limpiar mi cuarto todos los días. Ya me preocuparía más tarde de reorganizarlo todo y volver a dejarlo como antes, en ese momento no me apetecía nada ponerme a ordenar.
Charlie había estado fuera del hotel durante poco más de una hora, mucho más tiempo del que pensábamos. La discusión no había sido especialmente fuerte, pero el estrés acumulado de tantos días podía con ella. Vaggie decidió no ir a buscarla, dejándole espacio para que pudiera pensar y volver cuando ella quisiera. Ella estaba preocupada por si le pasaba algo en la calle, y yo estaba preocupado porque no tenía ni idea de cómo iba a hacer todo aquello.
Destapar mentiras no era algo difícil. Pero afrontar sus consecuencias sí. El plan era sencillo: dejar que ambas se reconciliaran, hablar con Charlie a solas para convencerla de hacer una reunión grupal y esperar a que Angel llegara del trabajo. El resto surgiría por sí solo. Con una simple conversación entre ambos estaba seguro de que alguno de los dos haría un comentario sobre la redención, y era evidente que se darían cuenta de que algo fallaba.
No me daba miedo el proceso, me daba miedo lo que pudiera pasar después. Ni siquiera sabía si podría ser honesto con él después de aquella tarde. Decirle que seguía órdenes de Alastor no estaba entre mis planes, a no ser que alguien lo dijera antes que yo. No me quería arriesgar a dar más información de la que debía y a recibir un castigo por ello. Si nadie mencionaba a Alastor, yo tampoco lo haría. Y precisamente era eso lo que me preocupaba.
¿Qué excusa podría ponerle? Intentaba pensar en alguna justificación, pero todas me hacían parecer un egoísta y un insensible. No había nada que pudiera decir para convencerle de que no era el malo de la historia.
Tenía miedo. Miedo de que me retirara la palabra. Miedo de que no quisiera volver a verme, de que mandara todo su avance a la mierda y recayera, de que hiciera alguna estupidez. Mi preocupación iba más allá de que él se enfadara conmigo. Angel llevaba muchos años autodestruyéndose, sin permitirse a sí mismo afrontar sus problemas y evitándolos a toda costa, fumando. Por fin parecía que iba en serio, estaba mejorando, no solamente con el tema de las drogas, estaba empezando a ser más feliz. Cuando se enterara de que todo su progreso se había construido sobre una mentira, podría recaer con total facilidad, volviendo a entrar en aquel círculo vicioso.
Me quedé un momento mirando por la ventana, tratando de buscar algo de paz en el paisaje, aunque era casi imposible en un lugar como aquel. Ni siquiera estaba teniendo tiempo de analizar lo que pasaba entre los dos. El hecho de que el momento del beso se repitiera en bucle en mi mente no ayudaba nada. Tenía que estar centrado, enfocado en lo que nos esperaba. Quizás después de esa tarde no tendría que preocuparme más por los sentimientos, porque estaba seguro de que él querría poner fin a nuestra amistad.
Y lo que más me dolía era que no podría hacer nada. Tendría que agachar la cabeza y asumirlo.
Di un largo suspiro y salí de la habitación, fijándome en que la puerta del cuarto de Charlie y Vaggie estaba abierta. No se escuchaba ninguna voz desde dentro, por lo que asumí que habían terminado de hablar.
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𝙃𝙊𝙋𝙀 ❧ 𝐇𝐮𝐬𝐤𝐞𝐫𝐝𝐮𝐬𝐭
FanfictionEl hotel está yendo cada vez peor, y Charlie ya no sabe qué hacer para arreglarlo. Tras una reunión con la Junta en el cielo, los ángeles proponen lo siguiente: aceptarán el proyecto como método oficial de redención si Angel Dust, la famosa estrella...