~ Capítulo 10 ~

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Angel

No era hetero.

Era la frase que se había repetido en mi mente durante todo el día y toda la noche, provocando que diera vueltas en la cama hasta las altas horas de la madrugada. ¿Cómo era posible que creyera que era hetero? Habían muchísimas orientaciones sexuales, tendría que haberlo considerado siquiera como una posibilidad, pero lo cierto es que me había hundido en el pesimismo, creyendo que el universo se pondría en mi contra de nuevo.

"No es mi tipo". ¿No era su tipo? Eso quería decir que tenía un tipo, ¿no? O sea, que le gustaban los hombres. Dios, no paraba de darle vueltas al tema, me estaba ahogando yo solo en mis propias lagunas mentales.

Realmente no cambiaba nada, ¿verdad? Que le gustaran los hombres no quería decir que mágicamente le gustara yo ni mucho menos, estábamos en las mismas.

¿Aunque para qué engañarme? Sí lo que cambiaba. Lo cambiaba absolutamente todo. Por culpa de la nueva información que había adquirido no paraba de analizar cada mínimo gesto entre ambos desde una perspectiva diferente.

¿Y si se asustó en la azotea porque también quería besarme? ¿Y si se reía de mis bromas con doble sentido como impulso nervioso? ¿Y si me enseñó a tirar en la bolera como una excusa para tocarme la mano?

Miles de combinaciones y posibles opciones surgían en mi mente a una velocidad increíble. Esa nueva perspectiva había lanzado mi mente a un torbellino de posibilidades. Cada mirada, cada sonrisa, cada roce se convertía en un signo, una pista en un inmenso rompecabezas. No podía evitar cuestionar cada momento que habíamos compartido, buscando señales ocultas, interpretando gestos y palabras con una urgencia casi desesperada.

¿Y si...?

No. Me estaba aferrando a algo que no existía. Estaba convenciéndome a mí mismo de que él sentía lo mismo simplemente porque era lo que deseaba. Husk era mi amigo, y seguro que él quería seguir manteniéndolo todo de la misma manera. Mantenerlo en mi vida era mucho más importante que estropearlo todo por culpa de mis caprichos. Tenía que aprender a controlar mis nervios, a controlar mis ganas de estar cerca de él, aunque fuera difícil.

Sin embargo, a medida que reflexionaba más profundamente, la confusión se entrelazaba con un sentimiento de esperanza. No podía negar que había algo especial en la manera en que Husk y yo interactuábamos. A pesar de mi miedo a interpretarlo mal, no podía evitar pensar en esos momentos que compartíamos y sentir que tal vez, solo tal vez, había algo más.

El recuerdo de la azotea seguía fresco en mi mente. El susto en sus ojos cuando nuestras miradas se encontraron. Algo era innegable: hubo tensión. Yo sentí algo, por supuesto que lo sentí, pero ahora empezaba a estar convencido de que él también. Husk no era de los que se dejaban tocar fácilmente, y aun así, había correspondido a mi tacto, sin mostrar siquiera incomodidad por ello.

Mientras más pensaba en esto, más me daba cuenta de que necesitaba una respuesta. No podía seguir viviendo en esta incertidumbre eterna, en este limbo emocional. La confusión era un peso constante sobre mis hombros, y la única manera de liberarme de él era averiguar la verdad. Pero, ¿Cómo hacerlo sin arriesgar nuestra amistad?

Era una apuesta arriesgada, pero el saber que Husk no era hetero cambiaba el juego. No podía seguir adelante con la suposición de que nunca tendría una oportunidad. Quizás no era solo un capricho, quizás había una posibilidad real de que Husk me quisiera de vuelta.

Pero para descubrirlo, tendría que ser valiente y dar el primer paso.

No sabía cómo hacerlo. A la hora de conquistar a hombres estaba hecho todo un experto. Sabía cómo jugar con sus ganas desesperadas de llevarse a cualquier tío a la cama. Sabía exactamente qué decir y qué hacer en cada momento. Sabía mover mi cuerpo de manera estratégica para despertar el deseo en ellos. Pero Husk no era cualquier hombre.

𝙃𝙊𝙋𝙀 ❧ 𝐇𝐮𝐬𝐤𝐞𝐫𝐝𝐮𝐬𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora