𝙃𝙊𝙋𝙀 ❧ 𝐇𝐮𝐬𝐤𝐞𝐫𝐝𝐮𝐬𝐭

~ Capítulo 30 ~

Valentino

- ¡Corten! ¿Qué cojones ha sido eso?

Tiré el megáfono al suelo, a punto de perder los nervios. Habíamos estado repitiendo la misma escena en bucle por lo menos veinte veces, y cada una de ellas la hacían mal. Miré a los dos idiotas que tenía delante, paralizados y con la ropa aún puesta, aunque no les quedaría mucho para quitársela, que tenían la cabeza agachada y la mirada asustada. ¿De verdad eran tan inútiles que ni sabían lo que habían hecho mal? Se suponía que aquello era una escena sexual, intensa, llena de deseo, y me salen con esa mierda de beso romántico como si fueran dos adolescentes mojigatos en su primera cita.

Me levanté de la silla de un salto, furioso, sintiendo cómo la sangre me hervía bajo la piel. El abrigo casi se me enganchó en la cámara, pero no me importó. Caminé hacia esos dos imbéciles, mis zapatos resonando en el set, y de inmediato todo el mundo se calló. Clavé mis ojos en los de la chica. Se llamaba Kate. Era joven, de pelo rubio y un tono de piel rojizo precioso, sin una sola impureza. Trabajaba para mí tan solo de hacía un par de semanas, y esta era su primera vez estando en frente de la cámara directamente. Pero me importaba una mierda la falta de experiencia, aquello no tenía justificación.

- ¿Qué cojones ha sido eso? - repetí, preguntándoselo directamente a ella. Kate me miraba con cara de no entender, y eso me cabreaba más.

- ¿El beso? - preguntó, con miedo. - ¿...No ha sido lo suficientemente bueno?

Increíble. Parecía que la chica no había visto una peli porno en su vida.

- Kate, si quieres hacer porno romántico, vete a grabar con esa mierda blanda que hacen los novatos - le respondí, lleno de desprecio. - Aquí no hacemos esas gilipolleces.

Me giré hacia Trey, el inútil que ni siquiera había dado señales de vida.

- ¿Y tú? - le solté. - ¿Estás besando o te estás comiendo un puto helado? Parecías un crío pidiendo permiso para darle un beso a su novia. Esto no va de eso, va de que parezca que te la quieres follar hasta romperla en dos, joder.

Me llevé una mano a la cara, intentando calmarme, pero lo único que quería era reventarles la cabeza contra el suelo por ser tan ineptos. Esto no era tan complicado, coño, ni que fueran vírgenes.

- Escuchad - empecé a decir, caminando de un lado a otro mientras trataba de no perder los nervios. - Esto no es una telenovela. Vosotros dos os váis a besar como si no hubiera un mañana, como si en cualquier momento fuerais a arrancaros la ropa a mordiscos. No quiero ver ni un segundo más de esa basura que me acabáis de hacer. Quiero lengua, quiero saliva, quiero pasión. Que el espectador necesite hacerse una paja antes siquiera de que os quitéis la ropa porque no pueda soportarlo. ¿Ha quedado claro?

Los dos asintieron, Trey parecía que iba a mearse encima, y Kate, aunque intentaba mantener la compostura, claramente quería largarse de ahí. Me daba igual. Me importaba una mierda lo que quisieran, solo me importaba que hicieran su trabajo, porque si no lo hacían, más de uno no volvería a pisar este set en su vida.

- ¡Otra vez! - grité, mirándolos con el mismo desprecio con el que mirarías a una cucaracha aplastada. Me volví hacia el resto del equipo, que parecía petrificado, como si yo fuera a explotar de un segundo a otro. Y no estaban equivocados.

La verdad es que esta situación me tenía hasta los cojones. Que Angel no pudiera incorporarse otra vez al trabajo me estaba empezando a perjudicar. Tenía unas tres películas grabadas con él de protagonista que todavía no se habían estrenado, y varios vídeos en reservas en caso de emergencias para ir subiéndolos a internet. Pero según él: "necesitaría un par de semanas hasta poder volver al rodaje."