Angel
- ¿Entonces?
- Espérate, que estoy mirando. - Dije, concentrado en aquel menú de bebidas que me había tendido Husk.
Se trataba nada más y nada menos que de doscientas combinaciones diferentes de bebidas, y todas incluían alcohol. Algunas estaban hechas con una simple mezcla de dos tipos de licores diferentes, mientras que otras requerían de un proceso elaborado y más concreto. Desde que Husk trabajaba en el hotel, le había dedicado mucho tiempo a aprenderse las recetas de aquel libro, principalmente porque no tenía otra cosa mejor que hacer. Según él, iba a unas diez por día, por lo que había sido bastante rápido.
Era cerca de la una de la tarde, una hora un poco rara para beber, pero me apetecía mucho tomarme algo con un mínimo de alcohol. Desde luego, no quería repetir la experiencia de aquellos chupitos de vodka espíritu o como se llamaran, pero estaba con ganas de algo frío y refrescante, y Husk se había ofrecido voluntario a satisfacer mi necesidad. Además, me serviría para ponerle a prueba y comprobar si realmente se acordaba de todas y cada una de las recetas de esas páginas. Eran muchísimas, dudaba que su memoria fuera tan buena.
- Es para hoy. - Insistió, viendo como seguía analizando las imágenes de las bebidas y esperando mi pedido.
- Que sí, no seas pesado. - Miré las fotos, buscando el cóctel más complicado de elaborar para molestarle un poco. Me fijé en uno llamado "clover club", hecho con ginebra, vermut, frambuesa, limón y... ¿clara de huevo? No parecía apetecible, pero al ver que la receta tenía muchos pasos sonreí y me decidí. - Un clover club.
Él suspiró, pero se dirigió a la cocina sin rechistar y volvió en menos de veinte segundos con un huevo y un jarabe de frambuesa. Lo miré con una sonrisa mientras comenzaba a echar todos los ingredientes en la coctelera, sin el hielo. Antes de empezar a agitarla, me miró amenazante.
- No quiero escuchar ni una broma. - Advirtió, sabiendo que lo malpensaría.
- ¡Oye! Yo no he dicho nada. El que ha pensado en eso eres tú, pervertido.
- Pero lo ibas a decir.
- Eso no lo sabes. - Rechisté, con una sonrisa. Evidentemente lo iba a decir.
Husk se encogió de hombros, negándose a llevarme la contraria durante más tiempo, y comenzó a agitar la coctelera. Volví a leer las instrucciones de preparación, sabiendo que la forma de mezclar los ingredientes era clave para que la clara de huevo se convirtiera en espuma. Según lo que ponía en aquel libro, era uno de los más difíciles de preparar. Pero al levantar la vista y ver cómo Husk añadía el hielo, me fijé en que la espuma se había formado perfectamente. Que hijo de puta.
Me sirvió el cóctel con elegancia en una copa en forma de triángulo invertido, con una pequeña rodaja de limón en el borde para decorar la bebida, que estaba perfectamente elaborada. Lo miré sorprendido, sin esperar que de doscientas recetas se acordara de esa.
- ¿Qué? ¿Pensabas que no sabría hacerla? - Preguntó, con una sonrisa.
- Eres un cabrón. ¿Hay algo que no se te dé bien? - Era como si fuera superdotado, estaba seguro de que si se apuntara a un concurso de preguntas y respuestas ganaría el primer premio sin duda.
- Veamos... las mates, los deportes, cualquier instrumento de viento, dibujar, las manualidades...
- Y yo que pensaba que eras deportista. - Dije con evidente sarcasmo. Husk tenía muchas cualidades, pero era vago como para parar un tren. Si le daba pereza el simple acto de utilizar sus alas para volar, no me lo quería ni imaginar corriendo de un lado a otro detrás de una pelota o haciendo cualquier otra actividad física.
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𝙃𝙊𝙋𝙀 ❧ 𝐇𝐮𝐬𝐤𝐞𝐫𝐝𝐮𝐬𝐭
FanfictionEl hotel está yendo cada vez peor, y Charlie ya no sabe qué hacer para arreglarlo. Tras una reunión con la Junta en el cielo, los ángeles proponen lo siguiente: aceptarán el proyecto como método oficial de redención si Angel Dust, la famosa estrella...