Cap. 33: Fallecimientos.

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Elena.

Mi niñez fue un completo desorden, mi padre adoptivo solo me utilizaba para que le sanará sus heridas, el era peleador clandestino, anteriormente era boxeador, pero descubrió que ganaba más como peleador clandestino que como boxeador.

La madre adoptiva de Elena, era una mujer de la alta sociedad, quién se encontraba fugitiva de su país natal.

Juntos formaban la familia de Elena, ambos padres eran estériles y no podían tener hijos, por eso adoptaron a Elena, quién a los 9 meses de edad demostró su Únipoder, sus padres a comparación de otros quedaron fascinados y explotaron su talento.

Elena más que hija era una esclava en su hogar, tenía que sanar las heridas de su padre todos las noches, cuando él terminaba de pelear, y en el día su madre la utilizaba para sanar enfermos y heridas menores haciendo pasar como doctora.

2 meses antes de conocer a Miguel y sus amigos asesine a mis padres, ya que no veían mi grandioso potencial, solo me utilizaban como una herramienta más.

Nunca se lo dije a nadie, ya que temia de ser asesinada.

Ahora en mis últimos momentos de vida, veo como Miguel y los demás tratan de ayudarme a no morirme.

-Santos- Digo con voz casi apagada.

Santos se pone de pie rápido y me toma la mano mirándome con sus ojos cristalizados -Dime Ele-

-Te amo...-

Mis pulmones dejaron de recibir aire y mis ojos se cerraron lentamente.

Antes de dejar de oír los lloros de Santos puedo sentir sus suaves manos tocar las mías.

(...)

Santos.

-Lo siento Santos, mis espíritus no pudieron hacer nada- Dice Miguel tomándome del hombro con lágrimas en sus ojos.

-La sanación alta solo sirve para el portador, pero para ayudar a otros no, ¿Es lo que quieres decir?- Digo mirando a Miguel.

-No, la sanación fue completada, pero mi espíritu no otorga sangre y a Elena le hizo falta sangre para recuperarse- Dice Miguel agachando la mirada y colocando a Elena en el suelo.

-¿Qué haremos con los Únihumanos que faltan por rescatar?- Dice Héctor interrumpiendo la conversación.

-Ustedes encarguense, yo y Santos nos llevaremos a Elena al refugio- Dice Miguel.

Yo tomo a Elena en mis brazos y nos vamos de ahí, mientras que los demás irrumpen en el laboratorio para rescatar a los Únihumanos capturados.

Pasan las horas y Miguel y yo llegamos al refugio, Elena ya se encuentra fria y de un tono gris.

Los demás salen rápido y ven a Elena y me dan sus condolencias, esperamos a que los demás lleguen y le hacemos una sepultura al igual como hicimos con Edward.

Todos nos encontramos en un momento triste, pero al gobierno le importa un carajo, desconocemos como dieron con nuestro paradero, pero desatan un bombardeo en área en donde estamos, afortunadamente nos salvamos con un portal que Jonathan hizo para irnos a otro lado.

(...)

Jonathan.

La guerra contra el gobierno inicio tras un periódico que salió diciendo "No podemos confiar en los Únihumanos" El artículo relataba varias hazañas que nosotros según cometimos en contra del gobierno.

Para asegurarnos de que todos podamos estar bien, nos alejamos de Los Angeles, y nos fuimos al norte en busca de otro lugar donde quedarnos, hasta llegar a Humboldt California, casi cerca de Canadá, ahí decidimos quedarnos, nos dimos cuenta que si vamos más al sur seremos perseguidos, mientras que para el norte somos desconocidos y podemos vivir en paz.

1 mes después...

Ha pasado mucho tiempo y todos estamos tranquilos, todos logramos conseguir trabajo y revolvernos en la comunidad, fuimos a un pueblo, no quisimos quedarnos en una ciudad, algunos fueron si fueron a la ciudad, otros en el pueblo.

//Hasta aquí el capítulo de hoy//

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