Cap. 49: Únihumanos Prt2

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Solomon Bennett.

-¿Cómo es posible que no den con el paradero de los Únihumanos? Solo han pasado 2 días de que robaron un banco- Digo mientras estoy en llamada con los agentes que envíe en contra de ellos.

-Lo siento señor, parece que se ocultan bien en la ciudad, pero los encontraremos pronto- Dice el agente que está a cargo.

(...)

Agente Camilo.

-Atención Richy, el señor Bennett nos está pidiendo que encontremos a los causantes del robo del banco en Oregón, con tu Úniarma y la mía será suficiente para derribar y entregarlos a la justicia- Digo mientras vamos en camino a Oregón en avión.

El avión es chico, con capacidad para 6 tripulantes y 2 pilotos, en dicho avión va mi compañero Richard y yo.

Richard es de pocas palabras, pero un buen compañero leal y digno de ser respetado.

2 horas después...

-Richard, ya llegamos- Digo bajando del avión mirando en dirección a la ciudad.

Richard solo asiente y me sigue, después de que nos hayan llevado a nuestras instalaciones, no dudamos en perder más tiempo y vamos en busca de esos Únihumanos.

(...)

Santos.

-Buenos días señor- Digo saludando a una persona en la calle.

En el poco tiempo que hemos estado viviendo en Oregón, me he dedicado a saludar a todos para parecer un chico amable.

Mientras voy en mi camino veo a 2 personas que parecen estar ocultando algo, me quedo quieto viendo que llevan un aparato algo raro en sus manos, como si fuera un radar.

Uno de los hombres me ve con mucha seriedad y me apunta -Únihumano-

En cuanto habla y doy un parpadeo ya no están ahí parados, apenas me doy la vuelta y recibo un disparo en la panza desde la misma dirección a donde volteo, ahí se encuentra el hombre que me apunto.

-Hola Únihumano despreciado, mi nombre es Camilo y es lo último que escucharás antes de morir- Dice el hombre empujandome al suelo.

Yo caigo al suelo viendo mi herida, sin embargo aún tengo fuerzas para huir de la zona, pero no lo hago, al caer dejo mi mirada baja y sin levantar la mirada noto los pies de Elena, como si ella estuviera enfrente de mí.

-Hola Santos, ¿Me has estado extrañando últimamente?- Dice Elena quién me eleva la mirada con sus suaves manos.

-Ele- Respondo viéndola con una luz que muestra un buen color a su piel.

-No te rindas Santos, aún eres joven, yo no pude lograrlo, pero tú aún puedes-

-¿A qué precio? Yo solo te amo a ti, no dejaré de olvidarte-

El tiempo de ver a Elena se desvanece cuando veo un pie golpeando mi cara, cuyo golpe me envía ahora al suelo.

Tirado y con mucha sangre veo al cielo y sonrió -¿Y de qué sirve la vida, si no estás tú?- Digo apuntando al cielo.

-Creo que este Únihumano ya se volvió loco, vamos a dormirlo- Dice uno de los agentes.

Cierro mis ojos lentamente después de recibir una inyección en mi brazo.

(...)

Jonathan.

Annie y yo estábamos comiendo junto a Santos, pero él salió a comprar un par de cosas para la noche y ya han pasado casi 6 horas de que salió, no responde su teléfono y no está por los lugares cercanos a dónde nos estamos hospedando.

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