𝙂𝙍𝘼𝙑𝙄𝙏𝙔 𝙁𝘼𝙇𝙇𝙎 ๏ภє-รђ๏Շร

Los personajes de GF al no decirles "te amo" de vuelta 🌲

Dipper Pines 🌲:

Dipper y tú estaban en el Greasy's Diner, disfrutando de lo que debería haber sido un desayuno, aunque ya pasaban de las dos de la tarde. Después de una mañana agitada corriendo de los gnomos, ambos estaban hambrientos, y la comida frente a ustedes parecía la recompensa perfecta.

—Mmm... a veces pienso que este local es raro— opinaste, observando cómo un miembro del club de leñadores rompía la máquina de vencidas por tercera vez en la semana.

—¿Por qué lo dices, eh?— preguntó Dipper, con una sonrisa mientras masticaba su comida.

—Bueno, quiero decir, aquí viene gente de todo tipo— te explicaste, llevándote a la boca un pedazo de tocino—. Hasta Tobi Determinado está aquí.

Dipper rió ligeramente, tomando un sorbo de su jugo.

—Buen punto. Pero créeme, el verano anterior sí fue todo un reto.

—¿Lo dices en serio?

—Oh, sí, claro— afirmó, con un tono de broma—. Tuve que pelear por mi hermana. Su pretendiente loco no la dejaba en paz. Ah, y además de sobrevivir al Raromageddon. No, ¡por favor, sin aplausos!

—Creído— le respondíste, rodando los ojos pero con una sonrisa en los labios.

Justo en ese momento, el teléfono de Dipper vibró sobre la mesa. Lo tomó y vio un mensaje de Mabel: se había atascado en su suéter nuevamente y necesitaba ayuda. Dipper soltó un suspiro y sacudió la cabeza con una sonrisa divertida.

—Mabel se ha metido en otro lío... otra vez— dijo, levantándose de la mesa.

—¿Qué pasa ahora?

—No, nada grave en realidad. Se quedó atascada en su suéter, como siempre— respondió, dejando unos billetes en la mesa para cubrir su parte de la cuenta—. Pero de igual forma debo ir. No quiero que se caiga por las escaleras y luego me culpe de llegar tarde antes de su perdición.

Mientras te ponías de pie, Dipper te miró y con una sonrisa suave dijo:

— Bueno, hasta luego. Te amo.

—Hasta luego, Dipp— le respondiste, fingiendo no escucharlo.

Dipper se quedó estático, levantando una ceja en señal de sorpresa.

—Adiós, ___... TE AMO— repitió, dándole más énfasis a las últimas palabras.

—Eeh... sí, adiós, Dipp— contestaste entre risas, algo distraída mientras terminabas de recoger tus cosas.

Dipper abrió la boca, claramente ofendido, pero al ver tu expresión, no pudo evitar reír.

—Es broma, bobito— dijiste finalmente, dándote cuenta de su reacción—. Yo también te amo.

Dipper dejó escapar una risa de alivio y te dio un suave empujón en el hombro antes de salir por la puerta, contento de que solo había sido una pequeña broma.

—Nos vemos luego— dijo con una sonrisa, mientras se dirigía a salvar a su hermana de otro de sus líos.

Stanford Pines 📚

Estaban en el sótano de la Cabaña del Misterio, rodeados de artefactos extraños, libros, y documentos esparcidos por todas partes. Stanford, concentrado en su trabajo, estaba garabateando frenéticamente en su diario, tratando crear un sistema de defensa para la cabaña. Tú, por otro lado, estabas sentada en un taburete, observándolo con curiosidad.

—No deja de sorprenderme cómo logras mantener todo esto en tu cabeza— comentaste, inclinándote ligeramente para ver mejor lo que estaba escribiendo.