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Noeul y Boss caminaban juntos en silencio, la mano de Noeul firmemente entrelazada con la de Boss, mientras sus pensamientos giraban en torno a lo que acababa de ocurrir con Peat. Noeul no podía evitar sentir una opresión en el pecho. El silencio entre ellos, aunque cómodo, ahora se sentía pesado, cargado de palabras no dichas.

Finalmente, Noeul rompió el silencio.
—Bubu... —empezó, su voz suave pero llena de preocupación—. ¿Crees que Peat me odia ahora? Nunca quise que las cosas fueran así entre nosotros... Me siento tan mal por todo esto.

Boss apretó su mano, deteniéndose para mirarlo a los ojos.
—No, mi príncipe —dijo con una voz tranquila y reconfortante—. Peat no te odia. Está molesto, sí, pero no es odio. Peat es un buen tipo, y sé que una vez que se calme, podrán sentarse y hablar como amigos que son.

Noeul suspiró, apoyando su cabeza en el hombro de Boss.
—Ojalá tengas razón. Lo último que quiero es perder a un amigo tan cercano.

—Lo sé, amor —Boss respondió, envolviendo a Noeul en un abrazo cálido—. Pero confía en mí, todo se arreglará. Peat solo necesita tiempo para asimilar todo lo que ha pasado. Ambos lo necesitan. Cuando todo esté más calmado, podrán hablar y aclarar las cosas.

Noeul cerró los ojos por un momento, dejándose consolar por la calidez y la seguridad que siempre encontraba en los brazos de Boss.
—Gracias, Bubu... te extraño mucho.

Boss sonrió suavemente, besando la frente de Noeul.
—Yo también te extraño, mi príncipe.

Sin darse cuenta de cómo, se encontraron en la cama, con Noeul bajo el cuerpo de Boss, sus labios encontrándose en un beso que empezó suave pero pronto se intensificó. Boss lo besaba con todo el amor y la pasión que había estado reprimiendo, sus manos deslizándose por el cuerpo de Noeul, tocando cada rincón que podía alcanzar. Los suspiros de Noeul llenaban el aire, mezclándose con los suyos mientras el beso subía de nivel, volviéndose más urgente, más necesitado.

Noeul gimió en los labios de Boss, sintiendo cómo el calor entre ellos crecía, cómo las caricias se volvían más atrevidas. Sus cuerpos se movían en sincronía, buscando más, queriendo más. Pero de repente, Noeul puso una mano en el pecho de Boss, deteniéndolo.

—Espera, Bubu... —dijo con la respiración entrecortada, sus labios hinchados por el beso—. Antes de continuar, hay algo importante que debo contarte.

Boss, aunque claramente afectado por la intensidad del momento, asintió, controlando sus deseos para escuchar lo que Noeul tenía que decir.
—Dime, príncipe, te escucho.

Noeul lo miró a los ojos, preparándose para revelar lo que había estado guardando.

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Noeul respiró profundamente, preparándose para mostrarle a Boss lo que había sucedido mientras estaban dormidos. Sabía que debía ser honesto con él, pero también temía cómo reaccionaría Boss al ver la verdad. Tomó la mano de Boss y lo miró a los ojos.

—Voy a mostrarte lo que sucedió en la conversación que tuve con Fort mientras estábamos dormidos —dijo Noeul con una voz suave pero firme—. Es importante que veas todo, Bubu. Quiero que entiendas lo que realmente pasó. Ademas no quiero que tengamos secretos entre nosotros, somos pareja y yo te tengo mucha confianza.

Boss asintió, apretando ligeramente la mano de Noeul en señal de apoyo. Sin más preámbulos, Noeul cerró los ojos y usó su poder para llevar a Boss dentro de su mente, mostrándole la conversación que tuvo con Fort.

Cloak and Crown // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora