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La tensión en el salón del trono llegó a un punto de ebullición cuando el rey Non se negó rotundamente a la demanda de Heechul.

—¡Jamás entregaré a mi hijo! —rugió el rey con voz firme—. ¡Tendrás que pasar sobre mi cadáver antes de que te lo permitas!

La respuesta del rey fue la chispa que encendió la mecha. De repente, los hombres de Heechul abrieron fuego, y el sonido de los disparos retumbó por toda la sala. Los guardias reales reaccionaron de inmediato, desenvainando sus espadas y escudos para proteger al rey y al príncipe.

—¡Protejan al rey y al príncipe! —gritó Phee con voz de mando, blandiendo su espada mientras dirigía a los guardias hacia adelante. Dunk, Luke, Gimini, Boeun, Joong y los demás se unieron a la refriega, cada uno preparado para dar lo mejor de sí en la lucha que se avecinaba.

Joong, un espadachín consumado, desenvainó su espada con destreza, y se colocó junto a Dunk. Ambos formaron un equipo formidable, sincronizados en sus movimientos. Joong lanzó un golpe con su espada hacia uno de los hombres de Heechul, mientras Dunk, con su habilidad en la lucha cuerpo a cuerpo, usaba su fuerza para desarmar a otro adversario.

—¡Dunk, cuidado! —gritó Joong mientras esquivaba una bala que pasó silbando junto a su oreja.

Dunk, alertado por la advertencia, se agachó justo a tiempo, evitando por poco un golpe de un enemigo. Con un gruñido, lanzó un puñetazo que derribó a su oponente. Joong, aprovechando la distracción, giró su espada y bloqueó el ataque de otro hombre, luego lo empujó hacia atrás con un golpe preciso.

—¡Estamos rodeados! —exclamó Dunk, lanzando una patada giratoria que derribó a dos enemigos a la vez.

—¡No importa! —replicó Joong, concentrado mientras su espada cortaba el aire, derribando a otro adversario—. ¡Solo tenemos que mantener la línea!

Noeul y Boss, por otro lado, se encontraron luchando espalda con espalda. Boss usaba una daga con una habilidad impresionante, mientras Noeul confiaba en su agilidad y velocidad para esquivar los ataques y desarmar a los enemigos.

—¡Noeul, detrás de ti! —gritó Boss al ver a un enemigo alzando una pistola.

Noeul giró rápidamente, logrando bloquear el golpe con su brazo y luego contraatacar con un puñetazo que envió a su oponente al suelo. Pero en medio del caos, otro hombre se acercó por detrás. Antes de que pudiera disparar, Boss se movió con rapidez, lanzando su daga con precisión. La daga se clavó en el brazo del atacante, haciéndolo soltar el arma con un grito de dolor.

—¡Buena puntería! —dijo Noeul con una sonrisa rápida, su respiración agitada.

—Gracias, pero mantente alerta —respondió Boss, limpiando el sudor de su frente.

Un tercer atacante los interrumpió, lanzando un golpe que Boss bloqueó con su antebrazo. Noeul aprovechó la distracción para lanzar una patada baja, derribando al enemigo. Boss se inclinó sobre él y lo noqueó con el mango de su daga.

Gimini y Luke, expertos en el uso de arcos y flechas, se colocaron en una posición elevada cerca de una columna. Desde allí, disparaban con precisión a los enemigos que se acercaban demasiado al rey.

—¡Mantén la vista fija en el objetivo! —dijo Gimini, tensando su arco y lanzando una flecha que atravesó el hombro de un enemigo.

Luke asintió y disparó una flecha que se clavó en la pierna de otro adversario, haciendo que cayera al suelo con un grito de dolor. —¡Buen tiro! —gritó Gimini, mientras lanzaba otra flecha con precisión milimétrica.

Cloak and Crown // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora