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En la habitación, Boss cerró la puerta detrás de ellos, dejando que el silencio se asentara pesadamente en el aire. Su rostro estaba tenso, sus ojos reflejaban una mezcla de enojo y confusión.

—¿Por qué no me lo dijiste, Noeul? —preguntó Boss, su voz baja pero cargada de emoción.

Noeul bajó la mirada, sus dedos jugueteando nerviosamente con la orilla de su camiseta.

—Boss, yo... —empezó Noeul, pero Boss lo interrumpió.

—¡Noeul, esto es serio! —exclamó Boss, dando un paso hacia él—. ¿Cómo esperabas que lo tomara? ¿Que descubriera de esta manera que eres un príncipe y que tuviste algo con Fort? ¡No es justo!

Noeul levantó la mirada, sus ojos llenos de arrepentimiento.

—Lo sé, Boss. Pero tenía miedo... Miedo de que esto cambiara todo entre nosotros —dijo Noeul con voz temblorosa—. Miedo de perderte.

Boss pasó una mano por su cabello, frustrado y herido.

—¿Y cómo crees que me siento ahora? —dijo Boss, su voz más suave pero aún llena de dolor—. No sé qué pensar. No sé si puedo confiar en ti. ¿Fue todo una mentira?. Acaso

Noeul negó con la cabeza vehementemente, dando un paso hacia él.

—¡No, Boss! —exclamó, sus ojos brillando con lágrimas—. Nunca fue una mentira. Todo lo que siento por ti es real. Solo quería una vida normal, lejos de todas esas responsabilidades y expectativas. Y cuando te conocí, me diste esa oportunidad. Me hiciste sentir amado por quien soy, no por lo que soy.

Boss suspiró, su expresión suavizándose ligeramente, pero aún luchando con sus emociones.

—Entonces, ¿qué somos ahora, Noeul? —preguntó Boss, su voz llena de inseguridad—. ¿Qué significa esto para nosotros?

Noeul se acercó más, tomando las manos de Boss entre las suyas.

—Significa que te amo, Boss. Y que quiero estar contigo, sin importar mi pasado ni mi título. Solo te pido una oportunidad para demostrarte que podemos superar esto juntos —dijo Noeul, su voz llena de sinceridad y esperanza.

Boss miró a Noeul, viendo la verdad en sus ojos. Aunque su corazón aún estaba lleno de dudas y dolor, no pudo evitar sentir un atisbo de esperanza.

—Noeul... —susurró Boss, apretando suavemente las manos de Noeul—. Esto va a ser difícil. Pero... quiero intentarlo. Quiero creer en nosotros.

Una lágrima rodó por la mejilla de Noeul, y una sonrisa temblorosa apareció en su rostro.

—Gracias, Boss —dijo Noeul, abrazándolo con fuerza

Boss devolvió el abrazo, sintiendo que, a pesar de todo, aún había una oportunidad para su amor.

Pero él aun sintiendo una mezcla de emociones, decidio preguntar lo que más le atormentaba.

—Noeul, ¿ya no sientes nada por Fort? — preguntó, mirándolo directamente a los ojos, buscando la verdad.

Noeul negó con la cabeza, su expresión serena pero llena de sinceridad.

—No, Boss. Ya no siento nada por él —respondió Noeul, tomando aire profundamente antes de continuar—. Déjame contarte cómo terminó todo.

Flashback

Noeul y Fort estaban sentados en el jardín del palacio, un lugar que solían considerar su refugio. El sol de la tarde bañaba todo con una luz dorada, pero ambos estaban en silencio, sintiendo una distancia que no habían querido admitir hasta ese momento.

Cloak and Crown // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora