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El sol se asomaba por el horizonte, iluminando suavemente la mansión donde Boss, Noeul, Fort y Peat habían encontrado un refugio. La luz matutina entraba a raudales por las ventanas, creando un ambiente cálido y acogedor en la cocina mientras los cuatro amigos se reunían para desayunar.

Boss se sentó en la cabecera de la mesa, su mirada serena recorriendo a sus compañeros. Noeul, a su lado, le sonreía mientras vertía jugo en los vasos. Fort y Peat se unieron a ellos, trayendo consigo una bandeja de tostadas y mermeladas.

— ¿Dormiste bien, Peat? — preguntó Boss, rompiendo el silencio mientras se servía café.

— Sí, bastante bien, aunque tuve un sueño extraño — respondió Peat, riendo. — Soñé que todos éramos superhéroes luchando contra monstruos gigantes.

Fort se rió entre dientes. — Bueno, en cierto modo, ya somos héroes en nuestra propia historia.

Noeul sonrió, disfrutando del ambiente relajado y familiar que se había creado entre ellos. — ¿Y tú, Boss? ¿Algún sueño interesante?

Boss negó con la cabeza, sus ojos brillando con afecto. — No, nada fuera de lo común. Aunque preferiría ser un héroe de verdad, protegiendo a quienes amo.

Peat asintió con entusiasmo. — ¡Sí, así es como debería ser!

La conversación fluyó con naturalidad, girando en torno a temas triviales y recuerdos compartidos. Mientras tanto, Boss y Fort intercambiaron miradas, sabiendo que tenían una reunión importante más tarde.

Después del desayuno, Boss y Fort se dirigieron a la sala de reuniones, donde ya les esperaban Mew, Gulf, Macao, Kim y Thannat. La atmósfera cambió de inmediato a una de seriedad y enfoque.

Boss se sentó a la cabecera de la mesa, adoptando una postura firme y autoritaria. — Bien, señores, tenemos que asegurarnos de que la mansión esté completamente protegida. No podemos permitirnos ningún desliz, especialmente con la amenaza del reino sobre nosotros.

Mew asintió, desplegando un mapa de la mansión sobre la mesa. — He estado evaluando nuestras defensas. Necesitamos más hombres en las entradas principales y puntos de vigilancia en todas las ventanas y puertas traseras.

Fort añadió, señalando varias áreas en el mapa. — También deberíamos instalar cámaras adicionales y asegurar que todas las alarmas estén funcionando correctamente. Gulf, ¿puedes encargarte de eso?

Gulf asintió con determinación. — Por supuesto. Me aseguraré de que todo esté listo lo antes posible.

Macao, Kim y Thannat se unieron a la discusión, ofreciendo sugerencias y soluciones para reforzar la seguridad. La reunión se extendió durante varias horas, con cada miembro del equipo contribuyendo a la estrategia.

Finalmente, Boss se levantó, mirando a su equipo con orgullo. — Estamos en esto juntos. Mantengamos los ojos abiertos y protegemos lo que es nuestro. No permitiremos que nadie nos quite lo que hemos construido.

Los hombres asintieron, sabiendo que tenían un líder fuerte y decidido en Boss. Mientras se dispersaban para comenzar con sus tareas asignadas, Boss se quedó un momento en la sala, pensando en Noeul y en la seguridad de todos en la mansión.

 Mientras se dispersaban para comenzar con sus tareas asignadas, Boss se quedó un momento en la sala, pensando en Noeul y en la seguridad de todos en la mansión

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Gulf se movía con sigilo por los pasillos de la mansión, asegurándose de que nadie lo viera. Sabía que tenía una misión importante que cumplir y no podía permitirse ningún error. Encontró un lugar apartado y sacó su teléfono, marcando rápidamente el número del General Phee.

Después de unos momentos, una voz firme y familiar respondió al otro lado de la línea.

— Gulf, ¿cuál es tu informe? — preguntó Phee, sin perder tiempo en formalidades.

Gulf tomó un respiro profundo antes de hablar. — General Phee, es un honor finalmente hablar con usted. Soy Gulf, el enviado del consejo real. Nut me informó que usted estaría a cargo de esta misión.

— Así es, Gulf — respondió Phee, con un tono que combinaba autoridad y amabilidad. — El consejo me ha asignado la tarea de recuperar al príncipe. Confío en que tienes información valiosa para nosotros.

— Sí, General. La situación en la mansión está bajo control por ahora. Boss y Fort han reforzado la seguridad y están muy alertas — respondió Gulf, manteniendo su voz baja y firme. — Han desplegado más hombres en las entradas principales y puntos de vigilancia en todas las ventanas y puertas traseras. También han instalado cámaras adicionales y asegurado que todas las alarmas estén funcionando correctamente.

Phee asintió, aunque Gulf no podía verlo. — Bien. Necesitamos un plan para ingresar sin ser detectados. ¿Alguna idea?

— Puedo ayudarlos a infiltrarse — dijo Gulf, su mente trabajando rápidamente. — Conozco los puntos ciegos de las cámaras y las rutinas de patrullaje. Puedo guiarlos a través de la mansión sin levantar sospechas.

Phee consideró la propuesta por un momento antes de responder. — Muy bien. Confío en tu juicio. Llegaremos esta misma tarde. Mantente alerta y asegúrate de que todo esté listo para nuestra llegada.

Gulf asintió, su mente ya trabajando en los detalles. — Entendido, General. Nos veremos pronto.

Colgó el teléfono y se quedó un momento en silencio, procesando la conversación.



Cloak and Crown // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora