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Al día siguiente, el sol brillaba suavemente sobre el pequeño pueblo mientras los chicos caminaban juntos, disfrutando del aire fresco y de la tranquilidad que, por fin, se respiraba. Era un contraste enorme con el caos y la batalla que habían enfrentado apenas un día antes. Mientras paseaban, se detenían en tiendas, observaban productos locales y comentaban lo hermoso que era el lugar, algo que no habían tenido tiempo de apreciar antes.

Noeul y Peat caminaban más adelante, sumidos en una conversación llena de quejas.

– No puedo creer la cantidad de trabajos que nos esperan –dijo Noeul, suspirando dramáticamente–. Todo el caos de estos días, y aún así la universidad espera que entreguemos todo a tiempo.

Peat asintió, igualmente agobiado por la idea de volver a la realidad académica.

– Sí, y ni siquiera he empezado el proyecto final de historia –respondió, llevando una mano a su frente–. ¡Va a ser una locura cuando volvamos! Tengo una pila de trabajos que ni siquiera quiero pensar en revisar.

Boss, que caminaba junto a Fort, sonrió al escuchar las quejas de Noeul y Peat.

– Vaya, parece que la universidad es un campo de batalla peor que el de ayer –bromeó Boss, lanzando una mirada cómplice a Fort.

Fort se rió y asintió.

– Definitivamente. A veces creo que prefiero las peleas físicas a los trabajos de investigación.

Macao, siempre rápido para inyectar humor, se unió a la conversación.

– Lo peor es cuando te das cuenta de que tu procrastinación ha hecho que se acumulen todas las tareas. ¡Es una trampa! –dijo, levantando las manos como si fuera una advertencia seria.

– La verdadera trampa –intervino Dunk, quien iba detrás con Joong– es cuando piensas "solo un episodio más" de una serie, y de repente te das cuenta de que tienes cinco trabajos sin hacer.

Noeul soltó una carcajada.

– ¡Exacto! –dijo, dándole la razón a Dunk–. Estoy seguro de que la procrastinación es mi peor enemigo.

Mientras caminaban, disfrutando del pueblo, las bromas sobre la vida universitaria siguieron fluyendo, aunque todos sabían que pronto tendrían que volver a la realidad. Pero por ahora, estaban disfrutando de esos momentos juntos, lejos de las responsabilidades y del caos, mientras exploraban el tranquilo entorno del pueblo.

 Pero por ahora, estaban disfrutando de esos momentos juntos, lejos de las responsabilidades y del caos, mientras exploraban el tranquilo entorno del pueblo

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Noeul se encontraba en la habitación de su padre, sentado frente a él, con las manos entrelazadas sobre su regazo. A pesar de todos los momentos difíciles que habían vivido recientemente, lo que más le preocupaba en ese instante era la conversación que estaba a punto de tener. Sabía que su padre esperaba mucho de él, y aunque había reflexionado mucho sobre su decisión, no podía evitar sentirse nervioso.

– Papá –comenzó Noeul con voz suave–, he estado pensando mucho en esto, y creo que es momento de que regrese a Tailandia. Quiero continuar con mis estudios y terminar lo que empecé allá.

El Rey Non, que lo miraba atentamente desde su asiento, asintió lentamente. No dijo nada de inmediato, dejando que Noeul siguiera.

– Sé que esperabas que me quedara aquí para ayudarte con el reino, pero siento que aún no estoy listo para esa responsabilidad. Quiero vivir más experiencias, crecer más como persona y como estudiante –continuó Noeul, apretando sus manos con nerviosismo–. Pero te prometo que vendré siempre a visitarte. Y cuando me sienta preparado, regresaré para cumplir con mi deber como príncipe. No puedo ignorar esa responsabilidad, lo sé, pero también creo que el tiempo fuera me ayudará a ser mejor cuando llegue ese momento.

El silencio que siguió fue tenso para Noeul. Tenía miedo de que su padre se enojara o se sintiera decepcionado, pero para su sorpresa, Non se levantó de su silla y caminó hacia él. El rey, con una expresión tranquila y llena de comprensión, puso una mano sobre el hombro de Noeul.

– Hijo, entiendo tus motivos. Y estoy orgulloso de ti por tener el valor de tomar esta decisión –dijo Non con una calidez que calmó de inmediato los nervios de Noeul–. No tienes que quedarte si sientes que tu lugar ahora está en otro lado. Siempre he querido que tú, más que nada, seas feliz y sigas tu propio camino. El reino esperará por ti, y también lo haré yo.

Noeul sintió una ola de alivio mientras escuchaba las palabras de su padre. No había reproches, ni exigencias, solo comprensión y amor. Se levantó rápidamente y, casi instintivamente, abrazó a su padre con fuerza.

– Gracias, papá –dijo, con la voz ligeramente quebrada–. Siempre estaré aquí para ti, y cuando sea el momento, volveré para hacerme cargo. Quiero que sepas que siempre te tengo presente, y lo que más quiero es verte feliz. Y cuando pase me gustaria que tu tambien vayas a viajar y conocer todo talvez podrias ir con Phee

Non sonrió, rodeando a Noeul con sus brazos y acariciándole el cabello con ternura.

– Yo también te quiero mucho, hijo –dijo Non en voz baja, su corazón lleno de orgullo por el joven que tenía frente a él–. Y claro que me gustaría viajar también algún día. Tal vez conozcamos juntos esos lugares de los que siempre me hablas pero mientras esperamos eso, vive tu vida sin arrepentimientos si hay algo que quieras hacer haslo. Y creo que encontraste a tu compañero que te acompañará en todo este viaje.

– Si... creo que lo encontre, estoy muy enamorado de él - dijo sonriendo

– Lo veo hijo, tienen mi bendicion. Pero deberias decirle que cuando tu decidas volver para gobernar..... si ustedes llegan a casarse el también sería Rey.

–Lo se, aun no lo hablamos... pero estoy seguro que no lo tomara a mal, Boss es muy comprensivo y me entiende así como lo entiendo yo a él.

– De acuerdo, entonces ven aquí – dijo Non mientras abria sus brazos y lo atrapaba en medio de ellos.

El abrazo se prolongó unos momentos más, ambos disfrutando de la cercanía y del alivio que traía la conversación. Noeul supo en ese instante que, aunque estaría lejos por un tiempo, siempre tendría un hogar al que regresar y un padre que lo apoyaría en cada paso que diera.

Cloak and Crown // BossNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora