Esa noche, en el apartamento de Keigo y Takumi, tras la cena ambos se sentaron en el sofá, Keigo entre los brazos de Nakamura.
—...y tras el ensayo se me acercó un chico con su novio. Eran muy graciosos; el novio era alto y rubio, bastante guapo, y el chico pelimorado también tenía su punto, jeje.
—Sí, sí, muy guapos todos... —dijo Keigo gruñendo.
—Jajaja, pero no te enfades, que el más guapo eres tú y lo sabes —dijo Takumi besando la cabeza de Keigo—. Bueno, pues ese chico trabaja para una empresa que ahora mismo no recuerdo el nombre... algo de Flame o así... bueno, me ha dicho que tendré una reunión con su jefe para ver si hay posibilidad de que patrocine la banda.
—¿En serio? —Keigo se volteó para mirarlo con una sonrisa.
—Sí, totalmente en serio... —sonrió Takumi.
—Pero eso es genial... Si todo va bien, podrías tocar en más sitios o incluso lanzar un álbum...
—Hey, no corras, pajarito, jeje. Paso a paso... lo primero es la reunión, mañana lo llamaré para fijarla.
—Es increíble, Taki. Me alegro mucho por ti y los chicos —dijo Keigo abrazándolo.
—Muchas gracias, mi amor.
—¿Puedo contárselo a Rumi y a Toya mañana?
Takumi alzó una ceja al oír el segundo nombre.
—Bueno, no veo por qué no... —rió con desgana.
Keigo besó a Nakamura, moviéndose se sentó sobre su regazo poniendo una pierna a cada lado de su cuerpo, rodeándolo con sus brazos, mientras que el pelirrojo deslizó rápidamente sus manos por la espalda de Keigo hasta llegar a su trasero, metiendo las manos dentro del pantalón para agarrar sus nalgas firmemente.
—Esto sí que es un buen premio —susurró Nakamura.
Keigo sonrió, sintiendo un leve escalofrío al sentir las manos de Takumi agarrándolo con firmeza.
—¿Con que un premio, eh? —Keigo volvió a besarlo, moviendo sus caderas para que su culo frotase la entrepierna del pelirrojo—. Este premio solo funciona si le metes algo... —dijo con tono seductor.
—Mmm, vaya... ¿y qué se podría meter aquí? —dijo Takumi deslizando uno de sus dedos para presionar la entrada de Keigo, haciéndolo gemir levemente.
—Puede que esto que tienes aquí —respondió moviendo sus caderas para hacer fricción en el pene de Nakamura.
—Oh, vaya... ¿Crees que entrará?
—Solo hay una forma de probarlo...
Y en menos de unos minutos, Keigo estaba en el suelo, desnudo, e intensamente siendo penetrado por Nakamura, quien lo embestía con ritmo, haciendo rebotar su cuerpo con cada embestida. Keigo gemía, agarrando sus brazos mientras Takumi colocaba una de las piernas de Keigo sobre su hombro.
—Eres hermoso así, Kei.
Entre gemidos, Keigo trataba de responder, pero cada vez que intentaba decir algo, Takumi lo embestía haciéndolo tartamudear o trabarse.
—Eres... ahhh... un demonio...
Takumi sonrió, aumentando su ritmo y haciendo que Keigo se volviera loco de placer.
Después de la cena, Toya subió a su habitación. Había sido un día cansado y estresante. Primero, Geten, el cual tenía el apellido de su madre; no esperaba que supiese nada de ella, pero había que probar. Luego su ataque de pánico, provocado por la mirada de Keigo, esa mirada de decepción y de recordar el pasado, aquel pasado al que no quería volver por nada del mundo, ese pasado que le arrebató todo. Luego estaba el encuentro con Nakamura en el bar y esa canción tan cursi de su parte, que había compuesto, según él, para Keigo. Seguía sin caerle bien, pero era cierto lo que dijo: por el bienestar de Keigo, podría hacer el esfuerzo de llevarse bien con Nakamura, y tampoco es que fuese a pasar el día entero con él.
La única cosa buena del día fue que había podido aclarar las cosas con Keigo tras su metedura de pata. Habían sido unas horas tensas, donde el rubio se había comportado raro con él, como si lo evitase. No lo podía culpar tampoco; al final le había echado en cara cosas que no eran de su incumbencia. Al fin y al cabo, fue Toya quien lo abandonó; que haya encontrado a otra persona era lo más normal del mundo.
Tras ponerse el pijama, estuvo un momento con el teléfono móvil, revisando sus mensajes, y se detuvo en una conversación con Keigo, ampliando su foto de perfil para ver su sonrisa. Era gracioso, pero podía recordar el momento en que se hizo esa foto; es más, se la hizo él mismo, cuatro años atrás. Y contemplando esa imagen de Keigo, se quedó dormido.
Lejos de allí, por la calle, Tenko caminaba solo, con una bolsa de plástico en la mano.
—Este Shui... no debí haberle dicho que haría lo que quisiese durante una semana para que me perdonase por lo del otro día —dijo mirando la bolsa llena de regalices rojos—. Yo pensaba que lo usaría para cosas más... picantes... ugh...
Mientras Tenko caminaba por la calle, cargado con esas bolsas, una mano desde atrás se posó en su hombro, asustándolo y haciéndolo caer al suelo.
—¡Ahhhhhh!
En el suelo, Tenko miró arriba para ver a Aizawa, con la mano extendida hacia él.
—Lo siento, no quería asustarte —dijo conteniendo una sonrisa, algo que hizo enrojecer a Tenko.
—N-no es nada... —tomó su mano y se puso de pie, agarrando las bolsas, a las cuales el profesor echó un ojo.
—Vaya, veo que llevas un buen cargamento de regalices.
Tenko miró la bolsa.
—Son para Shui... me los ha pedido...
—Oh, ya veo... —Aizawa lo miró—. Tu novio, ¿verdad?
—Sí...
—Qué servicial... —dijo el mayor.
—Bu-bueno, se lo prometí...
—Aja... —ese simple sonido hizo que Tenko se alterara ligeramente. Tragó saliva y, tras aclarar su garganta, quiso desviar la atención.
—¿Y qué hace usted aquí?
—Vengo de una cena de trabajo —dijo con naturalidad.
—Oh... imagino que los profesores también hacen cosas normales.
Aizawa rió.
—Claro, nosotros hacemos de todo: comemos, nos duchamos, hacemos el amor...
Tenko se puso rojo.
—Jeje... va-vale... lo pillo...
Aizawa volvió a sonreír.
—Bueno, Shimura, un placer verte. Hasta otro día.
Tenko se quedó algo embobado, mirando cómo el profesor se iba, admirando su parte trasera moverse, su pelo ondeando elegantemente, y no pudo evitar mirar su trasero. Agitó la cabeza para retomar su camino, pero se dio cuenta de que no podía caminar, pues estaba sufriendo una erección y si se movía mucho sería muy visible.
—Mierda...
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Hola, mis queridos lectores empoderados.
No se asusten, no vengo a anunciar que no voy a actualizar, venía para ver que tal están viendo la historia, porque a partir de aquí la cosa va aponerse mas compleja para prácticamente todos los personajes.
También vengo a consultar una cosa: Bueno, llevo un tiempo con ganas de crear un fic DabiHawks, pro supuesto, donde tienen un hijo, y quería saber si estarían interesados en que lo hiciese.
No sería el próximo fic, porque el siguiente ya lo tengo pensado, sería para el siguiente, y bueno, es eso, si estarían interesados en leerlo, díganmelo, para empezar a planificarlo.
Un saludo
Mr. Enxant
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Porque Te Fuiste (Dabihawks)
FanfictionCansado de los abusos por parte de su padre, Toya, con ayuda de su hermana, deciden denunciarlo a las autoridades. A partir de ahí, guiado por una abogada, Toya y Fuyumi luchan por la custodia de sus hermanos. Ese proceso duró cuatro años, cuatro añ...