CAPÍTULO 36 - MIRANDO A OTRO LADO

82 17 0
                                    







Tras acabar de trabajar, y viendo que la noche empezaba a caer, Toya caminaba hacia la tienda de Keigo a recoger a Shoto. Todavía sentía algo de molestia por la canción de Nakamura y todo lo que representaba.

Miró al cielo, donde aún se veían los rastros naranjas del atardecer, cuando notó una mano en su hombro. Al mirar a un lado, se topó de frente con la cara de Nakamura. Su primer impulso fue asustarse, pues no se lo esperaba, por lo que dio un pequeño salto y se detuvo.

—Todoroki, perdona si te he asustado... jeje... ¿vas a por Shoto?

Toya tardó un momento en reaccionar.

—Sí.

—Perfecto, voy contigo.

Tras unos angustiosos e incómodos minutos donde ninguno decía nada y solo caminaban, Nakamura rompió el silencio con voz suave.

—Todoroki, quiero disculparme. Creo que antes, en el bar, fui algo desagradable contigo... A veces, con Kei me siento algo inseguro, y no quiero que vuelva a sufrir... Por eso me enfadé un poco al saber que le dijiste eso... Yo puedo entender cómo te sientes y todo eso...

Toya no decía nada, solo escuchaba. Se sentía algo humillado con esas palabras, cada vez más inferior a él.

—Por eso, porque sé cómo te sientes —prosiguió Takumi—, quiero que nos llevemos bien. Sé que no empezamos de la mejor manera posible, pero quiero hacer esto por Kei. Sé que le importas, aunque fuiste un poco imbécil con él en el pasado, pero si él te perdona, yo no voy a decir nada.

Toya siguió caminando sin decir nada.

—¿Entonces qué? ¿Hacemos las paces? —Takumi se puso delante de él, cortándole el paso, y lo miró con esa endemoniada y perfecta sonrisa. Toya lo miró fijamente; debía asumir que había perdido, por lo que cuanto antes lo aceptara, antes pasaría el dolor.

—Está bien... —dijo, y estrechó la mano de Nakamura.

—Perfecto, venga, vamos a por el pequeño Shoto.

Lejos de allí, en el despacho central de la empresa Flame Stars, Enji miraba la pantalla de su ordenador, revisando los nuevos nombres sugeridos para la empresa, cuando un correo electrónico saltó en su barra de notificaciones.

Lo miró para ver que era de Tamaki, lo abrió.

"Todoroki-san, le escribo para comunicarle que ya he encontrado al primero de los nuevos talentos que me encargó. Le adjunto toda la información. El chico ha aceptado reunirse con usted para un primer acercamiento."

Enji alzó una ceja, abrió el archivo adjunto y comenzó a leerlo.

—Takumi Nakamura, 23 años, cantante de la banda Hawksers...

Junto al informe, Tamaki añadió unas fotografías del concierto. Enji contempló a Takumi, analizando todo lo posible que podía transmitir una fotografía.

—Interesante, alto y atractivo, perfecto para la publicidad. Será fácil vender mercancía suya... Hawksers... habrá que solucionar esa parte... Los grupos están anticuados... un solista provocador y carismático es lo que busca la gente... perfecto.

Tras unos minutos, Toya y Takumi llegaron a la tienda. Al entrar, Keigo se sonrió al verlos juntos, por lo que se acercó, y antes de poder decir nada, Takumi se acercó y besó sus labios, pillando un poco por sorpresa a Keigo, quien al ser besado miró a Toya, el cual apartó la mirada.

—¡Taki...! —dijo al separarse del beso.

—Perdona, pero es que estoy muy contento. Luego te cuento en casa —dijo el pelirrojo con una sonrisa.

—Ok... —Keigo miró a Toya— ¿Habéis venido juntos?

Toya suspiró.

—Sí, bueno... nos hemos encontrado por el camino después del bar...

—Ah, sí —Keigo miró a Takumi— el ensayo, ¿fue bien?

—Sí —respondió Nakamura con una sonrisa.

Toya suspiró otra vez; quería irse de allí, ya.

—Bueno, vengo a por Shoto.

—Ah, sí...

—Yo voy a por él —soltó Nakamura corriendo hacia el almacén.

Ambos pudieron oír a lo lejos a Takumi llegar al almacén y decir en voz alta "¡Pero si es mi colega Shoto-kun!"

Keigo sonrió y miró a Toya.

—Hola...

Toya no pudo evitar sonreír.

—Hola...

Un silencio se formó entre ellos. No era incómodo, pero tampoco era agradable. Keigo lo rompió.

—He pensado en lo que hablamos de Geten. Puedo probar yo, que le conozco algo más, y preguntarle.

—Está bien...

Keigo sonrió.

—Toya... —el pelirrojo lo miró—, siento lo de hoy y lo de ayer.

—No hace falta, ya te disculpaste y no tenías por qué... Fui yo quien la cagó.

—Aun así... yo te hablé mal, me dejé llevar un poco... Y solo quiero que nos llevemos bien. No quiero enfadarme contigo ni que tú te enfades conmigo...

Toya suspiró y asintió.

—No estoy enfadado contigo y me alegro de que tú no lo estés conmigo.

Keigo sonrió.

—Gracias.

Ambos se miraron a los ojos y se sonrieron de forma cálida.

—¡TOYA, TOYA!

Shoto corrió y abrazó a su hermano.

—¡Hey! ¿Qué pasa?

—Mira lo que me ha dado Nakamura-san...

Shoto le enseñó la púa que él mismo usa para tocar la guitarra. Toya miró al pelirrojo y este le devolvió la mirada con una sonrisa.

—Wow... ¡Qué chula, ¿no?!

—Sí, dice que me la puedo quedar.

—Fantástico, ¿le has dado las gracias?

—Sí...

Toya se levantó y acarició la cabeza de Shoto.

—Muchas gracias por cuidar de mi hermano —le dijo a Keigo.

—Sabes que no es ningún problema —respondió el rubio, al que Nakamura le pasó un brazo por la cintura.

—Sí, Todoroki, tu hermano es un amor. Además, es mi coleguita, ¿a que sí?

—¡Sí!

Poco después, se despidieron y Toya y Shoto salieron de la tienda, mientras Takumi y Keigo se quedaban dentro.

—Tengo buenas noticias —dijo Takumi atrayendo hacia su cuerpo a Keigo, agarrándolo de las caderas.

—¿Ah, sí?

—Sí... —Takumi comenzó a darle besitos en el cuello.

—Taki... aquí no...

—Vamos, solo unos besitos, que estoy muy contento...

Keigo suspiró y le dio permiso, y mientras Takumi dejaba besos en el cuello del rubio, este miraba a la puerta viendo la espalda de Toya alejarse.

Porque Te Fuiste (Dabihawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora