Tras el trayecto en coche, los tres chicos llegaron a un pequeño apartamento, donde Spinner y Tenko llevaban viviendo juntos unos meses, abrieron la puerta y Tenko arrastró a Toya hasta el sofá, donde lo sentó. Toya, aunque algo mas sereno seguía con la mente perdida.
—Shui, prepara un poco de té.
—Voy —dijo el chico de pelo morado y entró en la cocina, mientras Tenko se sentaba al lado de su amigo.
—Todoroki, ¿Cómo vas?
Toya suspiró.
—No lo sé...
Tenko se frotó la cara, seguía sintiéndose culpable de todo esto, tomó aire y puso una mano en el hombro de Toya.
—Mira, Todoroki... em... —el peliceleste se quedó en blanco, pues no sabía bien que debía decir, o como consolar a su amigo. En ese momento, Spinner salió de la cocina con una bandeja con tres tazas, que dejó sobre la mesa y se sentó en uno de los sillones frente a Toya y Tenko, puso una taza delante de Toya y los miró.
—Esto es una mierda... —soltó al final Tenko —y todo por mi culpa... si no te hubiese incitado a volver a estar con él.
—Tenko, tu no sabias nada —quiso reconfortarlo Spinner y miró a Toya —Todoroki, realmente no sé que debemos decirte, sé que estarás pasando un momento algo malo...
Tenko algo decaído, miró a su amigo.
—Lo siento mucho, Todoroki, debí cerrar mi estúpida boca... —dijo Tenko con un nudo en la garganta.
Toya escuchaba, quería decirles que no se preocupasen, pero no le salían las palabras, quería estar solo, no quería que lo molestasen, quería pensar.
Spinner suspiró viendo que la situación era compleja, por lo que se levantó y agarró a Tenko del brazo para alejarlo de él.
—Todoroki, puedes quedarte el tiempo que quieras, Tenko y yo te dejaremos solo un rato —Spinner miró a Tenko y alzó las cejas, indicándole que saliesen fuera —vamos, Tenko.
El peliceleste suspiró y antes de salir miró a Toya.
—Todoroki, cualquier cosa que necesites, Shui y yo estamos para ti.
Al salir la pareja y quedarse solo, Toya reclinó su cabeza para apoyarla en el respaldo del sofá, miró al techo, y en el silencio del apartamento, solo roto por el ruido de la calle, las lágrimas volvieron a surgir de sus ojos, su mente una vez calmada no dejaba de mostrarle la imagen de Keigo y Nakamura besándose.
Horas después, y una vez se acabaron las clases y pasó parte de la tarde, Keigo y Takumi estaban sentados en el sofá del apartamento de ambos, uno frente al otro. Al salir de las clases, Rumi dijo que los dejaría solos y ambos se fueron a hablar. Keigo le explicó a Takumi todo lo que pasó tras la vuelta de Toya, su encuentro, su cambio y el hecho de que cuidaba a Shoto todas las tardes.
Al acabar la explicación, a la cual Takumi prestó toda su atención, como hacía siempre que Keigo le contaba algo, se puso en pie y comenzó a caminar por el salón del apartamento en círculos con las manos en la cabeza.
—A ver si me he enterado... —Takumi comenzó a hablar de forma tranquila —ese infeliz...
—Taki... —le reprochó el rubio.
Nakamura suspiró.
—Ese personaje, se atreve a volver después de todo el daño que te hizo, no solo no te da una explicación, si no que hace como si nada hubiese pasado; luego resulta que a cambio de contarte todo tienes que cuidar de su hermano pequeño, y todo está bien porque tú dices que ha cambiado... ¿es así o no?

ESTÁS LEYENDO
Porque Te Fuiste (Dabihawks)
FanficCansado de los abusos por parte de su padre, Toya, con ayuda de su hermana, deciden denunciarlo a las autoridades. A partir de ahí, guiado por una abogada, Toya y Fuyumi luchan por la custodia de sus hermanos. Ese proceso duró cuatro años, cuatro añ...