CAPÍTULO 18 - TAKUMI NAKAMURA

171 20 9
                                    







Por fin había llegado el día. Toya, con ciertos nervios se miraba en el espejo del baño, se colocaba el pelo, y se adecentaba la ropa, tragó saliva y pensó en que en menos de unos minutos se vería con Keigo a solas para ir juntos a clase. Tras suspirar y lavarse los dientes, salió del baño, sus hermanos lo esperaban en la entrada.

—Vamos, Toya, llegaremos tarde.

—Voy, voy...

Fuyumi, empezaba el último año de bachillerato, y acompañaba a Natsuo y Shoto a sus primeros días de clases, pues todos iban al mismo edificio, Toya por otra parte iba a la universidad, en la dirección contraria.

Shoto se abrazó a su hermano de forma demandante, no queriendo separarse de él.

—Vamos, Shoto, hoy es tu primer día de clases, pórtate bien y haz muchos amigos, ¿vale?

El niño aunque algo nervioso no quería preocupar a su hermano mayor, por lo que apretando los labios para no llorar asintió. Toya le acarició la cabeza y le dio un leve golpe en la frente a Natsuo y tras despedirse cada uno se fue por un camino diferente.

Toya caminaba a paso rápido, cargaba una mochila no muy grande, pues al ser el primer día no tenía materiales ni libros que llevar, pensaba en Keigo, aunque de forma sutil y a modo de flash, la imagen de Nakamura se pasaba por su mente. Cuando Toya pensaba en él, sentía cierta envidia, pues le gustaría ser como él, parecía un tipo interesante.

Unos diez minutos después, Toya llegó al lugar indicado y ya a unos metros pudo ver a Keigo, vestido totalmente de amarillo, con pantalón corto, lo que dejaba al descubierto sus piernas, también llevaba una mochila pequeña de color rojo, lo que destacaba bastante. Cuando el rubio se percató de la presencia de Toya alzó una mano para llamar su atención y sonrió.

—Buenos días, Toya, ¿nervioso?

El pelirrojo llegó hasta él y se ruborizó un poco, pues se veía incluso mas guapo que el día anterior, no sabía bien porque, pero su aura era mucho más atrayente que otros días.

—Un poco, la verdad...

—Pues tranquilo, venga vamos.

Así, los dos comenzaron su camino, Toya se sentía algo nervioso al caminar al lado de Keigo, aunque no podía explicar porque, no era la primera vez, pero era como si algo lo atrajera hasta el rubio. En una de las veces que Toya lo miraba, Keigo cruzó miradas con él y le sonrió, haciendo que Toya se ruborizase.

En el camino conversaron sobre Shoto, y que seguía en pie cuidarle todas las tardes. Toya sentía, sin duda que su relación había mejorado mucho, aunque si pensaba en que debía contarle la verdadera razón por la que no se puso en contacto con él estos años aun le daba miedo, prefería dejar esos pensamientos aparcados y disfrutar del momento.

Pasados otros diez minutos, llegaron a la entrada de la universidad, donde por sorpresa vieron a dos personas conocidas conversando de forma agradable.

—¡¡KEIGO!! —Rumi saludó al ver al rubio, y a su lado, Tenko miró para saludarlos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Toya al ver a Tenko, y saludar a Rumi.

—Pues lo mismo que tú, empiezo a estudiar hoy, so tonto.

—¿Estudiar tu? ¿y los tatuajes? —preguntó Toya, mientras Rumi y Keigo se reunían y se acercaban a ellos.

—El local es de Shui, yo solo lo ayudo, voy a empezar artes —dijo con orgullo.

—Buenos días, Shimura-kun —saludó Keigo.

—Hey, Keigo, buenos días, no tienes que ser tan formal conmigo, puedes llamarme Tenko.

Porque Te Fuiste (Dabihawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora