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Natasha despertó antes que los demás, sintiéndose mejor de su dolor, aún así prefirió quedarse acostada, siendo que identificó que aún quedaba una hora de camino y decidió que era mejor idea reposar y se mantuvo con los ojos cerrados.

Steve despertó hasta que faltaron quince minutos para que Clint quisiera despertar a los que faltaban. Notó que Harley seguía dormido y él se quedó sentado en su lugar también en silencio.

-Ok, ya faltan diez minutos, vayan despertando a los que siguen dormidos- anunció Clint minutos después.

Natasha movió con lentitud a Banner que de primera mano se sobresaltó, pero ella puso su mano en su hombro con gentileza y firmeza para que recordara dónde estaba.

-Ya faltan diez minutos para llegar- le avisó cuando notó que su mirada se tranquilizaba.

Banner asintió.

-Podrán dormir cuando lleguemos si les hizo falta- anunció Clint- despierta también a Harley, así no despierta después en un lugar desconocido, además supongo que por como está deberá llegar a cambiarse de ropa.

Steve se acercó entonces al niño y comenzó a moverlo del brazo.

-Harley, Harley, despierta, ya estamos llegando al refugio, Harley... ya despierta, estamos a poco de aterrizar- explicó, cuando el niño abrió los ojos y miró al rededor, recordando todo lo que había pasado, principalmente claro, el disgusto con Tony.

Se sentó en su lugar y se quedó con las manos entrelazadas y la mirada baja.

Pasaron como cinco minutos más.

-Alguien vaya a ver a Stark, probablemente esté dormido en uno de los cuartos- dijo Clint.

Steve hizo por levantarse pero la voz de Harley lo interrumpió.

-Puedo ir- le dijo, sonando algo apurado y necesitado, y es que sentía la urgencia de tener una excusa de intercambiar palabras con Tony, tantear así el terreno de si seguía igual de enojado o las horas que habían pasado habían, tal vez, con mucha suerte, hecho que el Tony de antes, más atento y paciente, volviera.

-Mejor deja que Steve lo haga Har, la nave quedó con varios agujeros, uno en un costado incluso, y no sabemos dónde está Tony y si debes ir a ese parte es peligroso- le dijo Natasha.

-Tiene razón, así que yo voy, no te preocupes- le dijo Steve poniéndose en pie y cruzando la puerta del fondo.

De hecho Tony sí estaba en la habitación con el agujero, recargado en la pared opuesta, en una barra que tenía la cocina, deseando estar con una cerveza en la mano pero no encontró.

-Ya vamos a aterrizar- le avisó Steve, con tono calculador.

Tony asintió.

No había podido dormir, primero se había quedado acostado en uno de los cuartos en silencio, frustrado y enojado, y se esforzó en tranquilizarse al menos para no volver a explotar contra el niño en el primer momento que lo tuviera en frente, después, como aún así el enojo no se fue, se dirigió a la cocina, buscó la cerveza, no la encontró, se asomó un rato por el agujero viendo la vista, incluso salió como por una hora en su armadura siguiendo la nave de cerca, para despejarse volando, luego volvió y se quedó ahí, como por veinte minutos antes de que Steve entrara.

-¿Ya te dijo Legolas qué clase de refugio es?- le preguntó, se notaba una capa de seriedad pero a la vez tranquilidad.

-No, básicamente todos estuvimos dormidos este rato, menos él- contestó Steve.

Tony asintió.

-Porque odiaría que fuera una cueva o un trailer apretado- comentó Tony, lo que debería de ser con un tono de humor pero reinaba el tono serio.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora