**Pendiente**

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Su respiración era agitada cuando despertó, enderezándose de pronto en la cama. Ni siquiera tenía del todo claro lo que había estado soñando, sólo tenía en mente la típica caída en las profundidades, tal vez llegando a ese precipicio mientras escapaba de un hospital donde lo rodeaban de agujas, y... comenzaba a recordar un poco, sí, las mujeres que dirigían el horfanato donde estuvo eran las que lo querían inyectar, mientras le repetían que estaba al merced de ellas porque su madre estaba muerta.

Fueron segundos en los que se ubicó y recopiló esa información en su mente, entonces su miedo y nervios cobraron más vida. Se sintió desolado y no sabía si con ganas de irse a un rincón y llorar o gritar.

Por la habitación ya entraba algo de luz de día, pero debía estar amaneciendo apenas, claramente aún no se trataba de la luz del sol, y aún era la oscuridad lo que mayormente se notaba con cierta claridad para distinguir todo.

Su corazón palpitaba por la reciente impresión y buscando orientarse buscó a su lado, recobrando el recuerdo de que Tony había estado con él antes de dormir.

Exacto, Tony. No sabía qué podía decirle o qué podría hacer el hombre por él respecto a la pesadilla que había tenido y el miedo que estaba sintiendo, sólo tuvo en claro que no quería estar solo en ese momento en una habitación aún un tanto oscura donde de repente por los nervios sentía que vería la cara de una de esas mujeres, así que rápidamente sin meditar más saltó de la cama, ignorando el ligero frío que sintió por abandonar sus cobijas, y, sin ponerse las pantuflas ni reparar en que estaba en calzoncillos y llevando a Ockly con él, salió corriendo con rapidez fuera del cuarto, sin si quiera cerrar la puerta, hasta el piso superior a la habitación de Tony.

En cuanto estuvo en frente de la puerta dudó un poco, pero urgido de... no sabía bien qué, ¿consuelo? ¿Compañía? Abrió la puerta y la empujó detrás de él de forma que quedara emparejada.

Precipitadamenre entró corriendo, la habitación estaba como la de él pero un poco más luminosa por la ventaba que quedaba más cerca del cielo que ya se encontraba claro.

Estando en la habitación se quedó parado a unos cinco pasos de la cama, de pronto sin saber qué hacer, cuando una luz, no la normal, sólo lo suficiente para iluminar todo como si el sol estuviera más arriba, se prendió, y con eso, Tony, que ya había reaccionado un poco antes por el ruido, terminó de enderezarse, volteado hacia Harley, boca abajo y con un brazo sosteniéndolo para enderezar su torso.

Por suerte desde hace un tiempo no tenía pesadillas por lo que no estaba tan paranoico o traumado al punto de llamar una armadura dispuesta a atacar sin más, por un lado confiaba en J.A.R.V.I.S. y por otro esas noches había estado un poco con la idea de que podía ser despertado a causa del niño, así que estaba más acondicionado a despertar, aunque lo cierto era que sí lo sorprendía la presencia del menor ahí, era la primera vez que lo interrumpía de estar dormido en su cuarto, además de que si se ponía mal esperaba más el aviso viniendo de J.A.R.V.I.S. o Banner, no de un niño que es veía agitado con cara de miedo.

-¿Harley?- preguntó somnoliento y con un ojo medio cerrado por la repentina luz que lo encandiló.

Harley no respondió, se quedó ahí sin saber qué hacer, su plan no evolucionó a más allá de llegar ahí, y seguía confundido por la pesadilla y por haberse despertado y parado tan rápido, así que tampoco estaba en su momento de mayor entendimiento.

-¿Qué pasa? ¿Te sientes mal o algo?- le preguntó Tony.

Harley de pronto negó con la cabeza hacia abajo y se vio acorralado y nervioso.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora