Viaje en carretera

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Llevaba un rato viendo el techo con una mano detrás de la cabeza, disfrutando de la tranquilidad de estar en la cama mientras los rayos del sol se filtraban a través de las cortinas de la ventana.
Entonces llamaron a la puerta y después el señor Stark apareció en la habitación.
-Buenos días niño- lo saludó.
-Buenos días señor- le respondió él enderezándose.
-Calenté la comida ya, así que el desayuno está listo- le avisó el hombre.
-Ya voy- respondió.
Tony asintió y salió de la habitación, entonces Harley se levantó de la cama y se puso el cabestrillo para proceder a bajar a la cocina donde el señor Stark ya se encontraba comiendo del vaso de pollo que les quedaba para comer.
Él tomó asiento frente a su plato igual de pollo con un poco de puré de papa y comenzó a comerlo.
-¿Cómo le fue en su reunión ayer?- preguntó poco después ya que no había visto a Tony el día anterior porque se despertó tarde y fue a dormir antes de que el hombre llegara.
-Muy bien en realidad, cerré el trato por fin, aunque me tomó más tiempo del que tenía previsto y estuve bastante tiempo en las reuniones, y al final me hicieron quedarme en una fiesta que dieron para celebrar la nueva unión- explicó Tony bebiendo después de su taza de café.
-Al menos terminó- contestó Harley.
-Sí, así que nos vamos en una hora después de desayunar, ya quiero volver a mi casa con la tecnología correspondiente a esta época- informó Tony con aire de sufrido.
-Mmm, ¿que no usted adelantó la tecnología de esta época?- respondió Harley.
-Ahí lo ves, con más razón ya no quiero estar aquí- respondió Tony comiendo.
-A mí me gusta, está en el campo y queda cerca el lago, el bosque...- comenzó a explicar pero se detuvo cuando vio a Tony mirarlo con una ceja levantada.
-¿Hablas en serio?- le preguntó.
Harley lo miró un momento hasta que comprendió su pregunta.
-En buenas circunstancias pasar tiempo ahí no suena mal- le respondió él encogiéndose de hombros.
Tony lo miró un poco incrédulo pero se concentró en terminar de beber su café.
Cuando terminaron de desayunar tiraron todo lo que habían utilizado y después cada quien se dirigió a su habitación para empacar lo que faltaba.                                                              
No es que tomara mucho tiempo en realidad, después de todo solamente habían estado tres días en la casa y no habían hecho mas que ver la televisión y dormir prácticamente.                 
Lo que sí requeriría más atención sería el piso, porque ambos habían dejado las pisadas de lodo cuando llegaron de su aventura en el bosque, pero Tony sabía que de eso se encargaría la mujer que hacía la limpieza de la casa, así que antes de que la hora que había dado como plazo se cumpliera ellos ya estaban listos para partir y las maletas estaban dentro de la camioneta.    
-¿Seguro que no olvidas nada?- le preguntó Tony a Harley cuando ya estaban a punto de subir a la camioneta.
-Estoy seguro- le respondió él.                              -Entonces en marcha- anunció Tony.
Ambos subieron a la camioneta y Tony comenzó a conducir.

-¿Sí tomaste tus medicinas hoy niño?- preguntó Tony veinte minutos después, puesto que J.A.R.V.I.S. no había vuelto a notificarle algún problema sobre ese asunto, pero después de lo que pasó la vez anterior no quería arriesgarse a descuidar al niño sobre eso de nuevo. 
Casi al momento observó por el espejo retrovisor cómo la cara de Harley cambió a una de susto y preocupación, lo que lo hizo a él inhalar y exhalar fuertemente mientras fulminaba a Harley con la mirada por el espejo.       
-Harley Keener- comenzó a decir con los dientes apretados- he intentado ser paciente pero ¡¿cómo esperas que lo sea cuando no puedo contar con que sigas un simple horario que además te dicta a la perfección una inteligencia artificial?!- terminó alzando la voz lo suficiente para llenar el auto de sonido.
Harley tardó un momento en reaccionar, en parte por lo que se dio cuenta y en parte por el repentino grito de Tony.                                          -¿Podrías al menos tener la amabilidad de decirme algo?- le preguntó Tony todavía en voz alta. 
-Las olvidé- le contestó rápidamente con la voz chillona.
-¿Qué?
-Sí, como tenía que mantenerlas fuera bajé la maleta y las dejé sobre el buró para bajarlas después pero usted me pidió que revisara si quedaba algo en el refrigerador y entonces lo olvidé y no regresé a la habitación porque creí que ya tenía todo.                                           
Tony analizó las palabras un momento, y se sintió aliviado de saber que el niño no había sido irresponsable nuevamente, pero entonces comprendió que de todas maneras tenía un problema e hizo una mueca de desespero mientras comenzaba a buscar como voltearse de carril para regresar a la casa pero por suerte una entrada se le presentó en diez minutos.            
Harley miraba por el espejo en momentos con nervios de decirle algo, la confianza que sentía con él podía tambalearse cuando cometía un error y Tony debía lidiar con eso de alguna manera, lo hacía pensar que podía hartar muy pronto al hombre y recordaba que ya lo había escuchado antes dispuesto a mandarlo a un orfanato, y aunque ahora sabía que no podía regresar al mismo que lo había atormentado, ya había visualizado desde hacía tiempo las ventajas y buenas diferencias que traía el estar fuera de un lugar así.                               
-Disculpe, no me di cuenta antes- decidió decir después pareciéndole peor el silencio.                      
-Está bien, digo, por algo pregunté si tenías todo pero, a cualquiera le pasa, no voy a armar un escándolo por eso, y tampoco es que te pueda dar un ataque de algo y las necesites para salvar tu vida en pocos segundos- le dijo Tony- ¡no me malentiendas!- añadió- sí las necesitas y sí son importantes, lo que quiero decir es que...                           
-Sí, lo entiendo- lo cortó Harley.           
Tony estaba a punto de disculparse por haberle gritado por algo que no había hecho, pero se detuvo creyendo que lo mejor era dejar al niño con esa impresión, claro que esperaba que ya no tuviera planes de saltarse sus medicamentos, pero aún así mientras más preocupación le causara hacerlo enojar por eso mejor.                                                                        Veinte minutos después llegaron a la casa nuevamente y Tony se bajó regresando con las medicinas.                                                   
Listo, problema resuelto, aquí nada pasó- dijo aventando la bolsa de plástico hacia los asientos de atrás sonriendo, para demostrarle a Harley que todo estaba bien y no se creara un ambiente incómodo por el silencio o las palabras que tuviera que decirle.                          Nuevamente se puso en marcha, agradeciendo que aún no era muy tarde y que no tendría que ir a la oficina hasta dentro de cinco horas, dándole el tiempo suficiente para dejar a Harley en la casa y cambiarse.                                                                                                                                                                 

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora