Blanco fácil

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La gente diría que vivir con Tony Stark, a la vez Iron Man, era un hecho raro y por el cual cada día debía de significar toda una aventura con acontecimientos extraordinarios, podría decirse que era el sueño de cada niño y de muchas más personas que fueran admiradoras del hombre ya sea por su identidad de héroe o por el hecho de llevar el famoso apellido Stark, pero la verdad era que la cosa no resultaba ser como la gente lo creería y pintaría, puesto que desde que Harley llegó los días habían sido prácticamente normales, primero se la pasó encerrado en su habitación sin convivir con el hombre si quiera, después cuando salió con él por primera vez tuvo un día de compras rutinario, si acaso lo diferente para él serían los precios de los artículos pero si existían esas tiendas es porque otra gente también las compraría, después la visita al médico fue prácticamente normal, cierto que tenía ante sí a Hulk lo cual era grandioso pero hasta el momento no había visto al hombre verde realmente sino a su parte humana, el doctor Banner, y las otras salidas que hicieron después también pudieron considerarse normales, con sus momentos para recordar, claro, como ese viaje en carretera con tantos percances, pero en lo demás fueron días que cualquier persona podría vivir, exceptuando un poco tal vez los días en el taller pero en realidad él ya construía y reparaba cosas desde antes de llegar ahí, aunque claro que todo había sido más cool cuando se trató de construir una armadura como la de Iron Man, ok, ese hecho había sido extraordinario pero más que raro él lo consideró emocionante al igual que visitar la Expo Stark, por lo tanto llegaba a la conclusión de que el hecho más raro y único en realidad que había experimentado con Tony hasta el momento, había sido el de tener que esconderse en una habitación con el hombre porque una de sus armaduras los estaba atacando.
No quería ser mal interpretado, que no todo tenía que ser tan fuera de lo común para considerarse que se ha tenido un buen día o para decir que estás viviendo bien, él en lo personal disfrutaba de la simple compañía del hombre como cuando estuvieron jugando fútbol y viendo las luciérnagas, y con esos momentos se sentía feliz en su nueva vida, lo que había analizado era que ciertamente vivir con Tony Stark no garantizaba vivir cosas locas y poco ordinarias todos los días, y creía que no viviría otra experiencia rara como la de la armadura en mucho tiempo, sobretodo con Tony fuera de la casa tantas horas por estar en su empresa y con más razón cuando J.A.R.V.IS. le avisó que se ausentaba indefinidamente durante unos días, la cosa ahí es que fue precisamente ese hecho lo que le había garantizado a Harley la semana más rara que había tenido desde que llegó a vivir con Tony.
El lunes había terminado como si nada, cenó como acordó, recibió el mensaje de J.A.R.V.I.S. y fue a dormir, incluso el martes avanzó como cualquier otro día que había tenido hasta el momento, se entretuvo como pudo manteniendo sus horarios a la hora de las comidas, como siempre galletas y sopas enlatadas.
Entonces llegó el miércoles, a la hora de desayunar cuando consideró que había tenido suficiente de comida rápida y se dispuso a cocinar, porque si Tony podía, un hombre que ni siquiera recordaba cuándo debía de comer, ¿qué tan difícil podía ser? Además de que había estado en la cocina miles de veces mientras su madre preparaba algo.
Iba a preparar un huevo, algo básico porque no sabía cómo saldría su experimento, pero entonces puso demasiada aceite y subió demasiado el fuego, dando por resultado unas llamas grandes saliendo de la cazuela.
Durante esa fracción de segundos pudo imaginarse la mansión quemándose, con él adentro, a no ser que comenzara a correr porque si se mantenía agarrando la cazuela el fuego podría llegar a él pero si la aventaba daría el comienzo del incendio más rápido.
El terror iba a apoderarse de su cuerpo y no sabría lo que terminaría haciendo, pero entonces alguien le quitó la cazuela de la mano y la alejó del fuego, sosteniéndola hasta que las llamas se apagaron por sí solas.
-La primera vez que pasa esto asusta pero después te das cuenta que es más normal de lo que parece- le dijo la persona sosteniendo la cazuela aún.
Era una mujer delgada y de estatura media, piel blanca y cabello negro recogido en un moño, y vestía completamente de negro, unos pantalones, botas cortas y blusa de manga corta, también usaba guantes negros pero destapados de la parte de los dedos y los nudillos.
Metió la cazuela en la llave del fregadero haciendo salir humo.
Harley ahora más que asustado estaba confundido ante la presencia de la mujer que actuaba como si fuera muy normal estar en esa casa tirando los restos de un huevo quemado.
-Lo siento, quedó quemado por completo, te será mejor hacer otro- le dijo la mujer una vez que dejó la cazuela en el fregadero y volteó a verlo por primera vez.
Harley mantenía el ceño fruncido aún sin entender qué estaba pasando.
-¿Quién eres?- fue lo primero que supo preguntar, aunque al mismo tiempo el shock de su experiencia con la cazuela y su encuentro con la mujer desaparecieron y la duda de si podía ser una enemiga de Tony dio pasó.
Lentamente retrocedió hasta el primer cajón y sin voltear lo abrió tomando un tenedor por si tenía que defenderse, pero esperaba no tener que usarlo.
La mujer no se inmutó.
-Te armas rápido, buenos instintos de supervivencia- le dijo poniéndose las manos en la cintura.
-Pregunté quién eres- repitió Harley con más fuerza.
La última vez que hubo un intruso en su propiedad resultó ser un superhéroe en apuros que semanas después resultó ser su progenitor, ahora ¿qué? ¿Esa mujer resultaría ser una heroína y después se enteraría de que también es su tía o algo parecido? Su madre no tenía más familia, siempre lo supo, pero ¿y Tony?
-¿Eres pariente de Tony?- preguntó.
-Ay no, Dios me libre- contestó la mujer de inmediato, luego puso cara como si hubiera cometido un error- lo siento, no quise decir que fuera eso algo malo, sólo que afortunadamente no es mi caso y...- pareció decidir empezar de nuevo y puso una expresión más seria, estirando su mano hacia él- Mi nombre es María.
Harley dudó un poco pero terminó estrechando la mano de la mujer pensando que si fuera a ser como las personas que se prenden en llamas ya le habría hecho algo, además efectivamente parecía conocer a Tony si tan rápido negó estar emparentada con él con ese alivio, después de todo el conocer a Tony es saber que no es una persona fácil. Aún así no soltó su arma improvisada.
-Harley- respondió él antes de soltarla- y ahora que ya hicimos presentaciones, ¿qué haces aquí?- siguió interrogando. No pretendía ser grosero pero sabía que tampoco podía confiar así de fácil en alguien que de la nada lograba entrar en la casa de Tony justo cuando él mismo le había dicho de las probabilidades de que un villano lograra penetrar en la mansión para ir contra él.
-Vaya, tienes ese mismo toque de arrogancia que tu padre- le dijo la mujer, no parecía molesta por su tono, sino más bien divertida ante encontrar semejante similitud.
Por parte de Harley se sintió un poco desarmado y sorprendido, primero porque resultaba que alguien que conocía a Tony sabía de él y después porque a demás de Thomas y Susan, a quienes no veía desde hace bastantes semanas, era la primera vez que escuchaba a alguien referirse a Tony como su padre y se sintió muy raro, más por el hecho de que los compararan.
-Sí, sé el pequeño secreto, así que podrás ver que no soy una enemiga- le dijo María, supuso que por su expresión.
-¿Eres amiga de Tony?- preguntó Harley aún perplejo.
-Mmm, algo así, no siempre nos agradamos pero puede decirse que somos buenos conocidos- respondió la mujer.
Después se llevó la mano al oído y por primera vez Harley reparó en que llevaba un aparato ahí que supuso era para comunicarse.
-Entendido- dijo María a quien quiera que estuviera escuchando del otro lado- Bueno, debo irme, intenta no volver a incendiarte- dijo y sin decir más se apresuró a salir de la cocina.
Harley la siguió segundos después pero ya no estaba.
Siguió dándole vueltas a lo que vio y terminó desayunando pan tostado mientras aún conservaba el tenedor en su bolsillo trasero y no le quitaba la vista de encima a la puerta.
Intentó llamar a J.A.R.V.I.S. pero éste sólo alcanzó a decirle que estaba atendiendo a Tony en algo muy urgente y no volvió a contestarle.
Harley siguió el resto del día en la sala, sin perder de vista las entradas esperando cualquier otra interrupción pero María no regresó, al menos hasta la noche.
-Ah, sigues despierto- le dijo cuando entró en la cocina mientras cenaba y con toda confianza tomó una lata de refresco del refri.
-¿No quieres un sándwich de atún?- preguntó Harley con cierto toque sarcástico, más extrañado que preocupado por su "visita".
María dejó de tomar.
-No gracias, sólo necesitaba cafeína- respondió- puedes dormir tranquilo, estaré por aquí por si necesitas algo- añadió antes de salir de nuevo.
"Bueno, eso sería lo que me quita tranquilidad precisamente" pensó.
Pero al final aunque intentó mantenerse despierto en su habitación el sueño lo venció.
El jueves comenzó normal, sin rastros de la mujer hasta que Harley bajó de su habitación y vió la puerta del laboratorio abierta.
Ya sabía que no debía acercarse pero necesitaba saber si Tony estaba ahí para preguntarle sobre la mujer, y J.A.R.V.I.S. aún no contestaba.
Se asomó y al momento vio en la primera mesa a María, frente a tres computadoras.
Harley se preguntó seriamente si ella debería de estar ahí.
-Ah, hola Harley- le dijo simplemente ella cuando lo vio ahí.
Harley bajó, si había una posible villana con acceso a las armaduras pensó que claramente la regla "Harley Prohibido en el Laboratorio" podría anularse.
-¿Qué haces aquí?- preguntó, aunque no estaba seguro de si obtendría respuesta.
-Tuve que disponer del laboratorio de tu papá, mi carro no tiene suficiente señal para lo que necesito- respondió ella con la vista puesta en las computadoras.
"¿Podrías dejar de mencionar la palabra de parentesco?" pensó Harley un poco incómodo.
Se acercó más, satisfecho cuando ella no lo alejó, y observó lo que ponía la pantalla de cada computadora.
-¡¿Estás jaqueando algo del taller?!- preguntó al momento asustado, llevando su mano a su bolsillo derecho, donde ya se había equipado con la Piñata para Grillos.
-No, estoy jaqueando a un villano en potencia que ha estado cometiendo ciertos crímenes- le dijo tranquilamente María sin inmutarse, aunque claro que le ocultó información específica.
Harley la miró sin estar seguro.
María dejó las computadoras y volteó a verlo.
-Bien, debía evitar esto tanto como pudiera pero tu padre es Iron Man y este tipo de información debería de servirte para casos de emergencia- comenzó a decir- no hagas muchas preguntas porque no puedo contestarlas, sólo confórmate con saber que soy una agente de una organización con la que tu padre colabora, así que no te haré daño y lo que hago ahora es para atrapar a los chicos malos- le explicó.
No era algo que hubiera sonado muy normal o creíble en el pasado pero para ese momento llevaba viviendo con Iron Man varias semanas así que, ¿agentes colaborando con un superhéroe? ¿Por qué no?
-¿Tony te mandó aquí?- preguntó, haciendo énfasis en la palabra para que María comprendiera que así se refería a él.
-No en realidad pero... creí que podrías necesitar compañía mientras él está fuera- le contestó María regresando a las computadoras.
-¿Tú sabes dónde está?- preguntó Harley al momento, puesto que no obtuvo ningún tipo de detalles.
-En un viaje que le salió de imprevisto para el trabajo ¿no?- contestó María, justo como J.A.R.V.I.S.
Harley soltó un suspiro.
María puso una expresión frustrada por algo que le salió en la computadora.
Harley se asomó nuevamente y notó que había cometido un error a la hora de jaquear lo que quería.
-¿Cómo sé que no estás mintiéndome y en realidad pretendes robarle a Tony una armadura?- preguntó Harley cruzándose de brazos.
-Mmm- tarareó María, después sacó un celular y le movió unas cosas hasta que en modo holograma se vieron unas imágenes.
Era un lugar con gente frente a varias computadoras, y más distanciada de ellas había una mesa de cristal grande, donde se sentaban Capitán América, frente a él la Viuda Negra, parado en el fondo estaba el doctor Banner y del lado contrario Thor.
-Wow- no pudo evitar decir.
Las imágenes se movían y detrás de Thor apareció María, poco después Tony salió de una puerta acompañado de otro hombre, le dió un golpecito a Thor en el hombro y según las imágenes parecía que comenzó a hablarles a todos.
María apagó el celular y volvió a guardarlo.
-¿Suficiente?- preguntó.
-Sí, aunque podrías haberlo enseñado desde un principio- contestó Harley.
Luego sin previo aviso se puso delante de la computadora de en medio y comenzó a teclear algunas cosas.
-Espera, ¿qué haces?- preguntó María acercándose a él.
-Te ayudo- contestó Harley simplemente sin detenerse.
María iba a empujarlo antes de que pudiera hacer más pero antes de hacerlo vio la pantalla y observó cómo el niño repetía sus pasos, a excepción de uno, dándole acceso a lo que ella quería.
Se quedó viendo con el ceño fruncido a manera de impresión.
-De nada- le dijo Harley quitándose de la computadora y dándole acceso.
María lo miró un momento y se acercó a la computadora sin poder creérselo, luego comenzó a descargar la información que quería mientras Harley miraba orgulloso cómo funcionó su técnica.
-Vaya, eso... estuvo muy bien para un niño de tu edad- le dijo María cuando terminó de hacer lo que necesitaba de la cuenta- gracias.
Harley asintió orgulloso.
-¿Stark te enseñó a hacer esto?- preguntó María.
-Me dijo algunas cosas el día que lo conocí porque le ayudé a cuidar y reparar su armadura, otras mientras lo ayudaba en el taller hace poco, pero aún así jaqueé la cuenta de la directora de mi escuela hace un año, por eso aprendí, igual tú ya llevabas mucho avanzado, sólo tuve que corregirte un paso- explicó Harley, luego se arrepintió un poco por la parte de la directora pero la expresión de María era más de asombro que de duda o reprobación ante ese hecho.
Se limitó a asentir viéndose con aprobación.
-Pues tienes una gran habilidad, sigue así y podrás derribar a los más fuertes, sólo espero que recuerdes mantenerte de nuestro lado- le dijo María sonriendo de lado pero con un poco de seriedad en la última parte.
-Eso está echo- contestó Harley despreocupadamente.
Después se quedó ahí sentado en un banco mientras María seguía trabajando, curiosamente eligió permanecer callado no queriendo abusar de la información que la mujer ya le había dado, que podía ser poca pero igual, ¿era una agente no? Suponía que tal como decían en las películas su deber era permanecer en cubierto.
Aunque lo cierto es que se involucró dos veces más cuando ella le pidió ayuda para hacer de nuevo el último paso a la hora del jaqueo.
En realidad María había aprendido cómo hacerlo desde la primera vez pero quería seguir probando al niño.
-Muy bien- le dijo en la última ocasión subiendo la mano para que Harley la chocara, cosa que hizo.
-Ahora tengo que llevarme esto- dijo María y rápidamente alzó las computadoras en diferentes portafolios y manteniendo unas memorias en su mano salió del taller.
Sería mentira decir que Harley no se sintió tentado a quedarse ahí y construir algo pero recordando los problemas que hubo la última vez que hizo eso optó por salir también, encontrando la casa vacía de nuevo.
María no regresó por el resto de la tarde y en la noche simplemente entró a hacerse un café a la cocina mientras él veía la televisión en la sala, luego volvió a irse por la puerta principal.
Harley durmió contento ese día por poder decir que ayudó a una agente a detener a unos criminales.
El día viernes esperó ver de nuevo a la mujer y ciertamente cuando bajó al rededor de las 06:00 p.m. la vio, pero en esta ocasión de manera más relajada, estaba vistiendo un pans rojo con una blusa negra y usaba calcetines blancos mientras sus botas descansaban a un lado del sillón, incluso su pelo permanecía suelto.
Se encontraba sentada en el sillón viendo Netflix.
-Hola Harley- saludó.
Harley se acercó a ella.
-Hola, ¿sin jaqueos esta vez?- preguntó.
-No, gracias a ti resolví mis pendientes el día de ayer y puedo darme un respiro, así que ¿alguna serie en especial?- preguntó mientras palmeaba el sillón a su lado izquierdo para que Harley se sentara.
Él aceptó gustoso y pronto ambos se encontraron viendo dos películas de "The Karate Kid".
Harley encontró la compañía de María muy buena, mayormente silenciosa pero en momentos haciendo comentarios sobre lo que pasaba y en su mayoría coincidiendo con él.
En determinado momento se paró a hacer palomitas y regresó con un tazón que compartieron.
Cuando se acabó la segunda película María comenzó a buscar otra y entonces Harley sacó las cartas de UNO que había mantenido en su bolsillo.
-¿Quieres jugar?- preguntó.
-Claro, reparte- contestó ella llevándose algunas palomitas a la boca.
Terminaron poniendo "Escuadrón 6" mientras jugaban, lo cual Harley también disfrutó.
María no era competitiva como Tony, ella simplemente jugaba, pero de cualquier forma él no iba a iniciar una "pelea" como las que solía a hacer con Tony con ella así que eso no le importó y simplemente disfrutó de los juegos mientras veían la película.
-Entonces ¿cómo es vivir aquí?- preguntó María en una ocasión mientras Harley repartía las cartas.
-Mmm, está bien- contestó Harley simplemente.
Ambos estaban frente al otro arriba del sillón con las piernas entrecruzadas.
-Debió significar un gran cambio- siguió diciendo María.
-¿Qué tanto sabes de esta... situación?- preguntó Harley.
María esperó un poco para responder.
-Sé porqué tuviste que venir a vivir con Tony. Siento mucho lo de tu madre Harley- contestó ella con total sinceridad.
Harley asintió.
-Gracias María- le dijo- al principio era un poco raro e incómodo, pero ahora las cosas están mejor, y en general estoy a gusto aquí.
María asintió.
Lo habría interrogado más pero no tenía tal orden y sin duda era más fácil interrogar maleantes que a un niño de diez años, sobretodo cuando dicho niño no confiaba fácilmente y estaba listo para defenderse con cuchillos de mantequilla.
Jugaron dos rondas más cuando Harley comenzó a bostezar durante la tercera.
-Creo que es buen hora para ir a dormir- dijo María.
Harley estuvo de acuerdo y guardó sus cartas.
-¿Te vas a quedar aquí?- le preguntó a María.
Ella asintió.
-Dormiré en el sofá esta noche- respondió.
-Está bien, pero si quieres sobran cinco habitaciones al lado de donde yo me quedo- informó Harley.
-Muy amable de tu parte Harley, gracias- le dijo María.
Harley asintió.
-Buenas noches- dijo.
-Buenas noches- le respondió a quien él calificaría como una niñera-agente.
Y así se dió cuenta de que sí había más de una cosa rara que podía sucederte si vivías con un superhéroe, como terminar siendo cuidado por una agente.
"Suena más cool que Mary Poppins" pensó antes de dormir.
Y en ese momento, sábado por la tarde, se disponía a intentar hacer de nuevo un huevo, pero con una cantidad de fuego inferior a la de la vez pasada para no repetir el incidente.
Le habría pedido instrucciones a María para hacerlo bien pero como los anteriores días no se encontraba en la casa, o al menos no a su vista, pero suponía que en cualquier momento aparecería de nuevo.
"Aquí vamos" pensó y comenzó a cocinar.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora