Sólo eso

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Tony se sentó en el sillón al lado de Banner, y éste comenzó a sacar las cosas de la bolsa poniéndolas en la mesa.

-Ok, mira, estas dos medicinas, debes dárselas, ambas ahora, la más grande cada cuatro horas, la otra cada seis, J.A.R.V.I.S., ¿puedes tomar el tiempo de eso?- preguntó Banner.

-Sí doctor Banner, voy tomando nota- le dijo.

-Gracias. Vas a darle de cada una hasta que el vaso llegue a 2.0. Quiero comenzar con eso, ver cómo reacciona, es para el dolor y los vómitos, con suerte comienza a mejorar, si no es cuando usaré las demás cosas, y con la comida, sólo estará comiendo líquidos por ahora, según como vaya avanzaremos a pan tostado y tal vez ciertos vegetales, yo le diré esto a Happy cuando estemos en el súper- le dijo.

-Sí, está bien- le dijo Tony tomándolas- de una vez dime cómo saben.

-Mmm, todos odian la blanca- se sinceró Banner.

-Ok, deseame suerte entonces- le dijo Tony, poniéndose de pie- al menos esta vez no son pastillas.

-Hay unas para después, pero esta medicina especial para niños, suele ser líquida- le explicó Banner.

-Muy bien- dijo Tony, y subió a la habitación de Harley, pero el niño no estaba, estaba en el baño, con la puerta abierta, y según lo que escuchaba vomitando.

-¿Harley?- entró diciendo.

Dejó la medicina en la cama y fue lentamente al baño, asomándose, viéndolo de rodillas frente a la taza, intentó enderezarze pero en cuanto lo hizo otra vez vomitó, luego, comenzó a hacer el movimiento de vomitar, su garganta se sentía queriendo expulsar algo, pero ya no lo hacía, y de la desesperación por eso y queriendo sacar todo terminó intentando escupir el mismo.

-Harley, Harley, Harley, es suficiente, ya no tienes nada más que vomitar en este momento, no te fuerces- le dijo Tony poniendo sus manos en sus hombros y con lentitud comenzando a jalarlo hacia arriba.

Harley no muy convencido se detuvo y se dejó levantar.

-No me gusta vomitar, quiero sacarlo todo- dijo enojado.

-Lo entiendo, pero comiste las dos sopas, el huevo, el licuado, y presiento que lo que sacaste ahorita es el té, es mucho, no va a ocurrir de una sentada, y será peor si te fuerzas- le explicó Tony.

Harley no dijo nada y en cambio fue al fregadero a enjuagarse la boca, después se lavó los dientes y se secó, pero el sabor seguía en su garganta.

-Vamos al cuarto- le dijo Tony.

Ambos salieron y Harley se subió a la cama.

-¿Te sigue doliendo el estómago?- le preguntó Tony.

Harley asintió con la cabeza.

-Ok, vamos a darte la medicina, ¿bien? Vas a empezar a sentirte mejor- le dijo.

-¿La que fue a traer Happy?- preguntó Harley.

-Sí.

-Entonces, si ya llegó, ¿por qué no te has ido?- preguntó Harley.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora