Iron Man. Vida como padre

Riesgos de roptura

Estando entre el sueño y el estar despierto Harley comenzó a moverse en el sillón para acomodarse mejor pero repentinamente el sueño terminó de írsele cuando sintió el vacío debajo de su cuerpo estando a punto de caerse del sillón, razón que lo hizo tener un repentino susto y por la que se las ingenió para mantener el equilibrio, y una vez haciéndolo se quedó acostado mirando al techo y tapado con la cobija hasta su cintura, estuvo por un momento sin pensar en nada hasta que repentinamente lo que ocupó su mente fueron los últimos recuerdos que había tenido el día de ayer, que conllevaban haber sido cargado por Tony de la sala hasta el ascensor en frente del Capitán América al cual previamente según palabras de Tony había usado como almohada. ¡Ah! ¿Por qué tenía que haber hecho el ridículo así? No, definitivamente ese día no pensaba dejar esa habitación, no quería por nada del mundo tener que ver a Steve y mucho menos quería arriesgarse que así como era Tony terminara haciéndole burla al respecto delante de él, lo haría sólo porque era Tony pero incluso si eso no era suficiente sabía que ahí podría ir su venganza sobre haberle hecho una pregunta tan directa sobre su situación la noche que llegaron ahí, lo peor era que no tenía con qué defenderse, por supuesto no sacaría la situación ahí mismo porque era un tema que también lo afectaba a él y no tenía ni un tema de conversación que lo avergonzara, ni siquiera creía que fuera posible que ese hombre se avergonzara, ¡estaba arruinado!

Se dedicaba a poner una expresión de miseria cuando escuchó el ascensor abrirse y casi al instante se enderezó para ver por encima del respaldo del sofá. Era Tony, lo cual no era una sorpresa porque se trataba de su habitación, lo que llamó la atención de Harley es que tenía su playera, sus brazos, y parte de su rostro y pantalones cubiertos de una sustancia negra y viscosa que además suponía era lo que provocaba el mal olor.

Tony terminó de entrar a la habitación con pesadez y pasos pesados y se dirigió directamente al armario de donde con cuidado para no manchar nada sacó ropa, luego se dirigió al baño.

En el camino tuvo que pasar al lado del sillón donde estaba Harley, el cual se sentó quedando de frente a por donde él pasaba y al instante se tapó la nariz con la mano haciendo una mueca de asco.

-¡Ay! Apestas- le dijo sin rodeos.

Tony se detuvo y volteó a verlo con una expresión entre de mal humor y fatiga.

-Sí, buenos días para ti también, a mí también me alegra verte- le dijo sarcásticamente y con un tono gruñón.

-¿Qué es eso?- preguntó Harley ignorando su comentario y tomando la cobija para taparse mejor de la nariz para abajo.

-Alguna especie de aceite que usan los alienígenas, en el mejor de los casos, en el peor no quieres saberlo- le dijo Tony resignado, después le pareció que el niño vomitaría- voy a ducharme antes de penetrar el cuarto y de que vomites, cuando salga te doy de desayunar- avisó y sin más entró al baño.

Harley se quitó la cobija de la cara entonces pero era muy tarde, el olor ya había quedado dentro de la habitación y Harley lo siguió sintiendo, volvió a taparse pero ya lo tenía muy impregnado en la nariz, y los segundos no ayudaban a que se disolviera, sólo lo hacía un tanto peor porque significaba que lo olía más tiempo, así que se paró y fue hacia el lado de trás del sillón, pero era justo por donde había pasado Tony así que también olía mal, fue cuando comenzó a sentir ganas de vomitar y por supuesto intentó aguantarse pero a la segunda vez sintió que fracasaba más en el esfuerzo y temió que terminaría aventando todo al suelo y ni siquiera se veía una cubeta o algo ahí para soltarlo, así que fue directamente al baño y comenzó a tocar desesperadamente la puerta.

-¡Tony!- alcanzó a gritar una vez antes de tener que volver a cerrar la boca por miedo a no lograr controlarse.

Pasaron unos segundos cuando Tony le abrió la puerta y Harley sin más entró corriendo hasta el baño donde inmediatamente se agachó y escupió con algo de vómito, después, mientras seguía sintiendo el olor que era como de leche echada a perder pero más fuerte y combinada con excremento mojado, se mantuvo agachado y escupiendo un poco más de vómito.