Niño genio

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-Abriendo armadura- dijo la voz de J.A.R.V.I.S. mientras hacía que la armadura de Iron Man se abriera.
-Gracias J.A.R.V.I.S.- dijo Tony saliendo del traje, dirigiéndose después a la sala mientras se guardaba.
Era domingo por la tarde y había decidido dar una vuelta por los alrededores para vigilar que no hubiera enemigos, pero afortunadamente todo parecía estar en paz en ese momento y él no había hecho más que volar en la armadura, sin armas de por medio, peleas o amenazas de muerte.
Como ya era costumbre para él ingresó en la cocina y tomó una cerveza, yéndose a tomarla al sillón.
-La armadura ha sido guardada y asegurada señor- anunció la voz de J.A.R.V.I.S.
-Perfecto- dijo Tony dando un sorbo de la lata.
Después miró el reloj y vio que ya eran las 05:45 p.m.
-J.A.R.V.I.S., por favor dile a Harley que baje ahora- ordenó.
-Enseguida señor- respondió la IA.
Tony siguió bebiendo la cerveza.
-Señor, Harley me pregunta si quiere que baje para ir a ver a su madre- dijo J.A.R.V.I.S. algunos minutos después.
Tony negó con la cabeza.
-Dile que no, pero que baje- dijo.
Pasó un momento en silencio.
-Dice que no- habló de nuevo J.A.R.V.I.S.
-¿Que no qué?- preguntó Tony lentamente.
-Que no quiere bajar- dijo J.A.R.V.I.S.
-No le estoy preguntando si quiere bajar, le estoy diciendo que tiene que bajar- dijo Tony con énfasis en cada palabra.
-Ya se lo dije- dijo después de segundos la IA.
-¿Qué te dijo?
-Que no bajará señor.
-¿Qué?- preguntó Tony, ¿quién se creía ese niño? Él era Tony Stark, si él mandaba algo no podían simplemente decirle que no.
Se levantó del sillón y después de beberse lo que le quedaba de la cerveza se fue al cuarto donde estaba el niño, puesto que estaba decidido a sacarlo ese día de la casa, después de todo desde el día anterior hasta donde él sabía había estado encerrado en su habitación, no se habían visto para nada y aunque Tony había "clausurado" los viajes a la tumba de la señora Keener, pensaba que podían continuarlos al menos por unos días yendo a otro lado, ya que suponía que Harley se había acostumbrado a salir por las tardes y además no quería que volviera a caer en el llanto depresivo por su madre gracias a estar solo, como había decidido el día anterior lidiaría con él enojado y no le permitiría de nuevo caer en un estado como lo hizo hace una semana.
Llegó a la puerta y entró enseguida sin tocar, viendo al momento a Harley acostado boca abajo, con la mitad de su torso colgando de la cama.
-Levántate Harley, nos vamos- dijo Tony mirando a el niño.
Harley pujó por toda respuesta.
-Anda niño- dijo Tony.
Harley volvió a pujar después de segundos en silencio.
Tony se puso frente a él con los brazos cruzados.
-Niño... por favor no te vuelvas mudo otra vez, sólo párate y vámonos, creo que no es tan complicado.
Sin respuesta.
Tony sintió que comenzaría a frustrarse pero recordó que debía de ser paciente con el chico y guardó la calma lo mejor que pudo.
-Harley... sólo ven.
El resultado fue el mismo, entonces Tony se le quedó mirando unos segundos, después rápidamente se acercó más a Harley y lo jaló hacia adelante de la parte superior de la camisa.
-¡No, espere!- gritó Harley al sentir que iba a caerse mientras Tony arrastraba por la cama el resto de su cuerpo al jalarlo.
Se asustó cuando sus pies dejaron de tocar el colchón y estaba listo para caer de cara, pero el señor Stark pasó un brazo por su cintura y lo alzó por un segundo para enderezarlo y al final ponerlo de pie.
Tony dejó a Harley justo frente a él, logró ver los ojos aliviados del niño al darse cuenta que no lo había tirado de la cama.
-Pensé que no hablabas- le dijo.
Harley lo miró a la cara y al instante juntó los labios enojado.
-Veme así cuanto quieras niño pero será cuando estemos fuera de la casa, anda- dijo Tony y comenzó a caminar hacia la salida.
-Yo no quiero salir a ningún lado- dijo Harley y rápidamente volvió a saltar a la cama.
Tony se volteó al escuchar el ruido de que se aventó, y puso sus manos en su cintura.
-Si me das una buena razón para eso te dejaré en paz, pero dudo la tengas porque no haces absolutamente nada aquí, sólo te la pasas encerrado- "deprimiéndote, llorando y dándome problemas con eso" pensó.
Harley lo miró únicamente con un ojo porque tenía la otra parte de la cara contra la colcha.
-¿Mmm?- tarareó Tony mirándolo con una ceja levantada ante el silencio del niño.
-Pero yo no quiero salir- dijo Harley más tranquilo, sin tener otra razón.
Tony suspiró.
-No será mucho tiempo niño, únicamente es para ("que no entres en otra depresión por tu madre por estar solo, dejes de hablar, de comer, y me lleves a mí a tener otra crisis de frustración e impotencia por no saber qué hacer contigo" pensó) que te distraigas un poco y te dé el aire, además es domingo, la gente suele salir hoy.
Harley emitió un pujido que fue minimizado por estar contra la colcha de la cama, durante ese día se había sentido un poco vacío, lo atribuía a no haber sentido ayer la pequeña conexión que solía sentir con su madre estando en su tumba sabiendo que ella descansaba ahí, además de que ese día cuando J.A.R.V.I.S. le dijo por parte de Tony que bajara creyó podría volver a ir con ella, pero grande fue su decepción cuando le respondió que Tony no lo llevaría, y nuevamente sintió cómo se iba sumiendo en la melancolía, la cual normalmente hubiera dado paso a sus pensamientos, recuerdos y lágrimas, pero claro, llegó el señor Stark a casi tirarlo de la cama mientras lo jalaba de la camisa e interrumpió la burbuja que comenzaría a hacerse al rededor de sí mismo en compañía del dolor.
-No aceptaré un "no" por respuesta, así que levántate ya- dijo Tony.
Harley sólo lo miró por unos segundos.
-¿Por qué está tan interesado en que salgamos?- preguntó entonces.
"Porque no quiero que vuelvas a entrar en depresión por estar solo y me des problemas con lo que conlleve eso" pensó en decir Tony, pero no quería provocar un llanto por la insensibilidad ante la muerte de su madre, claro, comprendía su dolor y que debía sacarlo, pero eso no hacía que las cosas fueran más fáciles para él al pensar en lidiar con Harley como se puso hace una semana, vio lo que hizo Thomas en ese momento, ahora pensaba que no podría olvidarlo nunca por la enorme frustración y desesperación que le causó a él tener en su casa a un niño llorando y depresivo cuando sólo llevaba dos semanas a su cargo, pero aún así las acciones del trabajador social serían algo que él no podría imitar, no estaba acostumbrado a los abrazos, mucho menos a decir palabras de consuelo, y tampoco se imaginaba su camisa siendo usada como un pañuelo adherido a su pecho, si permitía que Harley llegara a un estado tan sensible otra vez tendría que volver a llamar a Thomas, pero si por alguna razón él no podía ir a controlar la situación nadie podría, Harley estaría en eso solo y él posiblemente estaría encerrado en su cuarto o laboratorio teniendo un ataque de pánico por tanto estrés causado por el chico.
-Escucha... ¡A ver niño!, no estoy para explicaciones porque créeme que si te explico algo terminaré como un monstruo insensible, sólo entiende que no debes estar todo el tiempo encerrado en tu habitación, por lo que vas a dejar de hacer más preguntas de por qué saldremos y simplemente lo haremos, andando- respondió Tony rápidamente, sin encontrar palabras para decirle a Harley que no quería que cayera en depresión porque no sabía qué hacer si eso pasaba, explicar eso requeriría entrar en los detalles de hace una semana, y él no quería hablar de eso, no quería reclamos y tampoco más llantos.
-Lo siento, pero sin una respuesta que me convenza de salir es imposible señor Stark- dijo Harley tranquilamente y volteó la cara para no ver más a Tony, esperando que el hombre se rindiera y lo dejara en paz con los recuerdos que pronto llegarían a torturarlo.
Tony lo miró con ambas cejas levantadas.
-De acuerdo- dijo y sin pensarlo fue hacia la cama y nuevamente tomó a Harley de la parte superior de su camisa y lo enderezó un poco bruscamente hacia arriba, y lo obligó a caminar en reversa detrás de él.
-¡No!- gritó Harley, parecía que a el hombre le gustaba jalarlo de ahí siempre que se negaba a hacer lo que quería- ya le dije que no quiero salir señor Stark... ¡Déjeme ir!
Tony no puso atención en el niño y comenzó a bajar las escaleras llevándolo en la misma posición.
-Me voy a caer, me voy a caer, me voy a caer- repetía Harley ya que iba de espaldas- además va muy rápido... mi pie.
Ante eso Tony sí reaccionó, y soltó al niño, asegurándose de hacerlo cuando estaba bien parado en los escalones para que no cayera. Harley se volteó hacia él, y su expresión pasó de asustada a enojada.
-Dije que no quería ir- anunció.
-Y yo te dije que no te estaba dando opción niño - respondió Tony.
Harley lo miró más enojado, le habría dicho que no era quien para decirle qué hacer, pero se contuvo, después de todo estaba viviendo bajo el techo del hombre.
-Pero... ¡ay!- soltó Harley, sin encontrar más palabras para hacer entender a Tony- sólo entiéndame.
Tony se cruzó de brazos mientras Harley lo miraba con un poco de desesperación.
-Harley- dijo segundos después- mira, no hay que hacer un drama de esto, es así de simple: salimos para que no estés encerrado todo el día en tu habitación, que creo que no es bueno, estamos afuera sólo un poco y regresamos, y vuelves a estar encerrado tanto como quieras, y, lo que creo es más importante para ti es que llegando a la casa ya no te molestaré más, mutuamente fingiremos que no existimos, ¿hecho?- propuso esperando salirse con la suya zanjando el tema de una vez por todas.
Harley se quedó callado, analizando la propuesta, era cierto que no tenía ganas de salir, pero con lo poco que sabía de Tony era consciente de que no iba a dejarse convencer de dejarlo en paz, insistiría y al final él iría sólo para quitárselo de encima y poder estar tranquilo, si lo hacía de inmediato más pronto terminaría con eso y se ahorraría las molestias de Tony, si tardaba en hacerlo más tendría que lidiar con el hombre y más tendría que reprimir su tristeza como había estado haciendo anteriormente.
Soltó un pequeño suspiro de frustración.
-Está bien- respondió con desgana.
Tony al instante sintió un alivio, creía que al menos por ese día Harley estaba a salvo de sufrir una decaída de llantos por estar solo.
-Andando entonces niño- dijo y siguió bajando las escaleras.
Harley lo siguió segundos después deseando que eso terminara pronto.
Momentos después ambos ya estaban en la camioneta y Tony conducía hacia el mismo lago del día anterior, no se le ocurría a qué otro lugar podrían ir, ya que el parque de la última vez había parecido ser un fracaso para hacer hablar a Harley y no tenía en mente otro lugar que pudiera ser solitario para que salieran juntos, además de que en el lago se podía estar tranquilo y con suerte Harley podría entretenerse como ayer.
El camino como era una costumbre transcurrió en silencio, y rato después Tony se estacionó bajando del auto.
Esperó delante de la camioneta a que Harley bajara también, pero los segundos pasaban y al parecer el niño no pensaba salir de la camioneta.
-¡Oye niño! ¡Llegamos ya!- anunció Tony, a la vez que apretaba un botón de su pequeño control que hizo bajar a la ventana de Harley, revelando al niño de brazos cruzados y con los labios un poco apretados.
-Dijo que debía salir de la casa, no de la camioneta- le dijo decidido.
Tony soltó un suspiro, ya había sido una ganancia que Harley aceptara salir cuando no iban a visitar la tumba de su madre, tenía sentido que ahora fuera difícil pedirle que hiciera algo en el exterior.
-¿Entonces piensas quedarte todo el rato encerrado en la camioneta?- le preguntó Tony.
Harley asintió con la cabeza decidido.
Tony sabía que el punto de sacarlo de la casa no era simplemente sacarlo, sino que no estuviera solo con sus pensamientos, pero entendía bien que la única persona con la que podía estar era con él y no lo culpaba sino quería, ya lo había sacado, con suerte se decidiera a salir, claro que con mala suerte seguiría encerrado en la camioneta y cuando él volviera a entrar podía estar en un estado de tristeza, se aterró al pensar en eso e iba a comenzar a insistirle de salir como lo hizo hace rato, pero entonces su vista se posó en el árbol donde habían estado jugando con las piedras, y automáticamente vino a su mente el recuerdo de que ayer Harley se había enojado cuando le explicó lo de su madre, después de eso había estado un rato sin hablarle y él sin insistir, y aún así, después de rato Harley había sido quien había terminado acercándose a él, para molestarlo y "humillarlo" tal vez, pero al final él mismo no había tenido que intervenir.
-Está bien, si es lo que quieres, sal cuando te aburras- le dijo simplemente al niño y se dirigió a la única banca del lago y se sentó ahí.
Harley miró a Tony sentarse y pensó que al menos se había librado de él en ese momento, por lo que podría aguantar hasta regresar a la mansión y al fin podría volverse a encerrar en la habitación.
Se desabrochó el cinturón y se recargó más contra el asiento.
"¿Y si me voy sin que el señor Stark se de cuenta y voy a visitar a mi mamá?" pensó, pero sabía que no era enserio, pues no sabía cómo llegar al panteón desde ahí y además tampoco quería causar un alboroto con eso, debía intentar mantener las cosas en calma con Tony, claro que justo en ese momento era un poco difícil, él le había quitado la poca tranquilidad que tenía al quitarle las visitas a su madre, y además ahora lo obligaba a estar en ese lago lleno de patos; sin poder evitarlo se enojaba por eso y debido a ello terminaba contradiciendo al hombre y demostrando su enojo sin retenerlo, lo culpaba ligeramente de volver a sentirse alejado de su madre.
Se acostó completamente en los asientos, teniendo cuidado de dejar sus pies en el aire para no manchar nada con la suela de su zapato.
De minutos comenzó a sentir unas punzadas en su brazo enyesado, conociendo ya las diferentes sensaciones a lo largo de esas semanas sabía que el dolor no sería muy fuerte y que además pasaría pronto, aunque aún así de repente hacía algunas muecas cuando las punzadas cobraban más intensidad.
Pasaban los minutos, agradecía que en ese momento no había recuerdos e imágenes que lo atormentaran, pero aún así no estaba a gusto, solía ser hiperactivo, y desde el choque ya no podía hacer nada por su brazo, por estar en el orfanato o encerrado en la habitación de la casa de Tony, y ahora se aburría encerrado en la camioneta.
-J.A.R.V.I.S., ¿estás aquí?- preguntó dudoso, recordaba haber oído a la IA decir sobre el cinturón de seguridad el día que se había ido con Tony, pero dada la tecnología que manejaba el hombre no le quedaba claro si la inteligencia humana estaba en el carro, en el celular o incluso en el reloj del señor Stark.
-Sí Harley, aquí estoy- contestó enseguida la voz de J.A.R.V.I.S., viniendo del estéreo según notó Harley.
-Estoy aburrido- dijo el niño.
-¿Por qué no sales a jugar en el lago? Creo que eso podría entretenerte- sugirió J.A.R.V.I.S.
Harley lo pensó, no sabía si quería ver al señor Stark en ese momento, pero entonces se le ocurrió una idea que podría entretenerlo.
-Oye J.A.R.V.I.S.- comenzó a decir con la voz más inocente que pudo.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora