Responsabilidad recaída

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Si bien la vida le había jugado una mala pasada el otro día con casi terminar ahogado en la piscina de Tony, al día siguiente pareció sonreírle y querer compensarlo puesto que efectivamente el hombre tuvo suficiente trabajo para no volver a obligarlo a tomar clases, y tampoco era que deseara que estuviera estresado, había estado bien, trabajó, pudo comer con él, siguió trabajando y más tarde vieron la televisión y evitaron el agua con la excusa de que era noche y el mayor estaba fatigado pero se mantuvo de buen humor así que no había problema en que hubiera deseado que tuviera trabajo para distraerlo, ¿cierto?
Como fuera al parecer había terminado con sus pendientes el día anterior, y ese día después del desayuno no lo había visto más, así que se preguntaba si estaría ocupado en otra cosa o en cualquier momento entraría diciéndole que era hora de practicar nuevamente.
Por su parte a él no le molestaba alargar la espera para eso un poco más y se encontraba comiendo ahora, debía admitir que además por él hambre lo hacía para usarlo como excusa ante la práctica, había estado investigando un poco sobre trucos para nadar el día anterior y descubrió que no era recomendable hacerlo estando lleno así que, no estaba escaqueándose exactamente, sólo adquiría algo de tiempo para seguir en paz un rato por esa tarde, entonces se mentalizaría y estaría dispuesto para otra clase de nado, además de que ese atún sabía bastante bien.

Por su parte Tony se encontraba en el taller, trabajando para unos planos de coches que necesitaba su empresa. Había comenzado desde que terminó de desayunar y ya no había habido forma de pararlo de su labor, su mente estaba completamente concentrada en ello, al menos hasta que el sonido de su celular lo interrumpió mientras estaba girando un holograma.
-J.A.R.V.I.S., contesta- ordenó.
Enseguida se escuchó un pitido y por el ruido de fondo supo que la llamada estaba en marcha antes de que la persona del otro lado hablara.
-Tony- lo llamó Rhodey, soñando algo fastidiado según él.
-Hola Rhodes, ¿Qué pasa?- le preguntó Tony sin inmutarse, tanteando el terreno.
-¿No se suponía que vendrías a mi casa ayer para lo que te pedí?- reclamó el general.
Tony se quedó confundido un momento hasta que hizo memoria y entonces abrió un poco los ojos.
-Ay- exclamó.
-Sí, ay- contestó Rhodey.
-Rhodes, lo siento, ayer estuve muy ocupado con asuntos de la empresa, ni siquiera pasó por mi mente la reunión contigo- explicó Tony.
-Bueno, al menos esta vez tienes una buena excusa- respondió Rhodey más relajado- ¿y sigues ocupado con eso?
-Estoy haciendo unos prototipos de autos que necesito pero aún tengo tiempo de trabajar en ellos, podría ir ahora si quieres- respondió Tony.
Rhodey dudó un poco en responder.
-Oye, te diría que no es importante para que sigas haciendo tu trabajo pero... creo que encontraron tecnología de tu padre en un viejo almacén del gobierno, batallé un poco para poder traerla a mi casa diciendo que era sólo una carcacha vieja, mi jefe ni siquiera supo que era de un Stark, por eso me lo permitió, y con el historial creo que deberías cerciorarte tú mismo, si termina siendo como ese gas que hace que asesines gente sería muy peligroso en manos equivocadas, o en las de quien sea- explicó Rhodey.
Tony se quedó escuchando atentamente.
-¿Dónde tienes esa cosa?- preguntó serio.
-En la bodega de alta seguridad que me hiciste, no me he acercado- respondió Rhodey.
-Podrías habérmelo dicho antes, ¿no crees?- interrogó Tony.
-Sí, pero la realidad de que no te cité el día después de tu viaje es que iba a tener visitas de mi escuadrón y al juntarte con ellos habría sido sospechoso, por eso te cité ayer, como conozco tus horarios te esperaba incluso noche, al final no te reportaste para nada y ahora que acabo de salir del trabajo te llamo- justificó su tardanza Rhodey.
-Está bien, no perdamos más tiempo, voy para allá- dijo Tony comenzando a apagar los hologramas.
-Bien, aquí los espero- respondió Rhodey.
-¿Nos?- preguntó Tony confundido.
-Pues sí, traerás al niño, ¿no?- respondió Rhodey.
Tony terminó de apagar todo.
-¿Para qué necesitaría llevar a un niño de once años a la investigación de tecnología? No quiero ayudante y por varias razones no me convendría que fuera él- respondió Tony.
-Sólo supuse que no querrías dejarlo solo, y ya que yo te estoy haciendo salir te aclaro que puedes traerlo- dijo Rhodey.
Tony iba a replicar algo que llevara la contraria a eso pero se detuvo, independientemente si ahí terminaba habiendo una idea de "el niño es pequeño, debes vigilarlo" no estaría demasiado alejada de la realidad, recordaba que hablaba de Harley, solo en la casa, traducción a posibles accidentes así que...
-De acuerdo, salimos como en diez minutos- respondió y colgó en seguida de su celular antes de recibir más conversación sobre el niño, luego subió y cerró el laboratorio.
-¡Harley!- llamó, no sabiendo dónde estaba el niño pero poco después lo vio saliendo de la cocina por su llamado- tenemos que salir, tienes diez minutos- avisó.
-¿A dónde?- preguntó el niño extrañado, preguntándose si tendría algo que ver con la natación.
-Tengo que ir a la casa de Rhodey por un asunto, y tú vienes conmigo, así que haz lo que tengas que hacer y nos vamos- explicó Tony antes de subir las escaleras hacia su cuarto con la intención de cambiarse la ropa cómoda que traía y algo manchada de aceite y grasa.
Harley al momento sabiendo que no tenía nada que ver con las clases de nado se relajó y subió a la habitación a entrar al baño y lavarse los dientes para después esperar a Tony en la sala.
Antes de que se cumplieran los diez minutos ambos ya estaban en el carro y Tony ya estaba saliendo su la casa.
-¿Está lejos su casa?- preguntó Harley poco después.
-Entre cuarenta y cincuenta minutos dependiendo del tráfico y la velocidad- explicó Tony.
-¿Y a qué tienes que ir?- preguntó con curiosidad Harley.
-Hay algo que encontró que quiere que analice- dijo Tony.
-¿Qué?- preguntó Harley.
-Si te doy más explicaciones tendrás mucha curiosidad y encontrarás una manera de meterte en problemas, basta decirte que tengo que analizar algo y que mientras tanto tú vas a esperarme quieto donde te deje y no harás nada que no debas hacer, ¿entendido?- respondió Tony mirándolo por el espejo retrovisor.
Ante la poca información Harley no pudo evitar soltar un pequeño bufido seguido de fruncir un poco los labios.
-No me pongas esa cara, tú fuiste quien se creo mala fama- dijo Tony sin inmutarse.
-Sólo quería saber- respondió Harley.
-Cuando termine de resolver el asunto y estemos de regreso a casa te lo diré, cuando ya no estés cerca de lo que te puede producir tentaciones- le dijo Tony.
Harley no quedaba muy satisfecho con eso pero resignado a que era todo lo que obtendría a no ser que quisiera agregar a Tony callándolo por insistirle, terminó sólo soltando un poco de aire antes de acomodarse mejor en su asiento y mirar hacia la ventana para distraerse durante el camino.
Podía notar que iban a un lugar donde no había estado antes porque no le sonaba haber pasado en ningún otro momento por donde lo estaban haciendo en ese instante. Comenzó a darle más vueltas a lo que podría necesitar hacer Tony en la casa de Máquina de Guerra, ¿sería algo para una misión? ¿Del general Rhodey o un asunto de héroes? ¿Sería muy peligroso? Probablemente lo último no ya que lo estaba llevando, cosa que si bien entendía por el razonamiento de Tony de que causaría desastres quedándose solo, también debía decir que resultaba un poco raro o al menos bastante novedoso que lo estuviera llevando a la casa de un amigo, ya había pasado el Día de la Independencia, pero repetirlo lo hacía parecer más normal, o sea como si fuera parte normal de su vida y rutina, de repente ir a la casa de otros héroes a acompañar a Tony, y eso a la vez era un poco raro.
El viaje continuó sólo con el ruido de música de fondo en la radio hasta que Harley notó que el auto se paró, delante de unas puertas negras grandes por las cuales veía una casa blanca al interior. Se veía algo grande el jardín aunque sin duda mucho más pequeño que el de Tony.
Seguía viendo la playa a lo lejos por la ventana trasera del otro lado del auto, aunque más lejana y derecho de ellos el piso estaba hecho de piedra, se mantenían a lo largo de éste algunas casas más o menos del mismo tamaño que la que tenían en frente, aunque con considerable lejanía entre cada una.
Tony comenzó a picar algunos botones en su celular y entonces las puertas se abrieron.
-¿Tienes llaves de aquí?- le preguntó al hombre.
-Son electrónicas, sólo las jaqueé- explicó Tony- vamos- le dijo bajando del auto, contento de que la zona se viera tranquila y libre de personas.
Harley lo siguió y en cuanto llegó a su lado comenzaron a caminar al interior de las puertas, las cuales se cerraron después.
Tony sin vacilar se dirigió a la casa al momento y Harley mientras tanto iba a su lado observando el jardín, que tenía algunos árboles al rededor pero que en sí estaba desierto.
La casa tenía unas puertas como las de vidrio de Tony pero éstas estaban hechas de plástico y no se podía ver a través porque eran de un color café transparentado.
Al parecer estaban cerradas porque Tony sacó sus llaves y después de meterla en una pudo recorrerla perfectamente, revelando una sala mediana color blanca, con sillones café oscuro en el centro y un mueble rojo oscuro contra la pared donde una televisión se posaba, también había algunas plantas en las esquinas y como en la casa de Tony había una puerta al lado de la televisión que probablemente daría a la cocina, justo de donde salió Rhodey.
-Ah, ya están aquí- les dijo manteniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón y con una sonrisa.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora