CAPÍTULO 6

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ALLISON

– El rojo Alli – me aconseja mi amiga – mujer es tu primera cita, debes verte excepcional, despampanante, ¡perfecta! – habla enérgicamente, casi obligándome a usar un vestido largo rojo pegado al cuerpo, de tirantes. Demasiado elegante y bonito.

Los golpes de mi rostro ya casi no se notan, y los de mi cuerpo ya casi habían sanado también, volvía a ser yo, y ahora estaba en nuestro departamento eligiendo mi atuendo de esta noche para mi salida con Gabriel.

Hoy salimos temprano del trabajo, mis compañeros no habían vuelto a tener horas extras que trabajar como otras noches, una de ellas fue aquella en dónde ese tipo me dejó inconsciente tirada en la calle, intentaba ya no pensar en eso, he sufrido peores golpes en mi vida, que no son físicos, así que, si algo sé, es que las heridas del cuerpo sanan, pero las del corazón se quedan para siempre.

– Alejandra iremos a la cafetería de Miguel, luego de ahí no sé a dónde quiera ir él, pero estoy muy segura de que este vestido es un poco elegante para una salida casual, porque posiblemente solo caminemos – le vuelvo a explicar a mi amiga que no deja de insistir en que deberíamos ir a un restaurante hermoso y elegante.

– Ash – se queja – pero quería verte fabulosa, te imaginaba en un restaurante, un sitio romántico y bonito, no una cafetería que ya conoces de memoria Allison.

– Bueno, iremos con Miguel – le repito – pero estoy segura de que tú con tu gran gusto en moda, podrás darme otra idea que sea casual pero bonita, confío en ti.

Alejandra tiene muy buen gusto, cuando de moda se trata realmente sabe lo que hace, así que lo dejo en sus manos.

– Tienes razón, ven a mi habitación, tengo algo para ti que es perfecto para una salida como la que dices que tendrás, ya que no puedo hacerte cambiar de opinión en que le digas a tu doctor sexy que vayan a otro sitio – me agarra de la muñeca para llevarme a su habitación y buscar algo entre su enorme armario – ¡aquí está! – exclama sacando un vestido de mezclilla, de tirantes, largo hasta los tobillos, pegado al cuerpo con una abertura hasta medio muslo.

– Me agrada, es muy bonito Ale – observo la hermosa prenda – pero es nuevo, aún tiene la etiqueta, no puedo aceptarlo amiga, no lo has ni estrenado... – intento devolvérselo.

– Si, si puedes, y lo harás porque es tuyo – me sonríe – me llegó ayer junto con más ropa que pedí, te lo iba a dar.

– ¿De verdad? – le sonrío.

– De verdad Alli – me afirma – anda pruébatelo.

– Gracias Ale ¡eres la mejor! – la abrazo.

– Si si, me amas mucho, lo sé, ve y pruébatelo, estoy segura de que con ese cuerpazo que tienes todo te queda perfecto – me sonríe. Ella está muy feliz y yo muriéndome de los nervios, nunca había aceptado una salida con algún chico – ¡te ves perfecta! – exclama satisfecha al ver su creación –¿te depilaste cierto?

– ¡Alejandra!, eso no pasará, solo saldremos por un café y quizás a caminar, y tengo depilación láser amiga, así que no te preocupes por eso, Dios ni siquiera debería estarte diciendo esto... – niego con la cabeza riendo.

– ¡Las piernas Alli!, que mente tan sucia tienes amiga.

– Tonta – rio.

Me miro al espejo, el vestido se ajusta a mis curvas, Alejandra me hizo ligeras ondas en el cabello, y acompañé el atuendo con una bolsa de correa negra y unos tenis básicos blancos, gracias al maquillaje los apenas apreciables golpes en mi rostro no se veían.

– ¿Qué dijo Miguel respecto a esto? – me pregunta curiosa.

– ¿Respecto a qué?

– Ya sabes... de que vayas a salir con el chico que conociste hace un año y que luego acabó siendo tu doctor.

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