CAPÍTULO 40

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ALLISON

Cuando caminábamos por el parque pude divisar un pequeño puesto de recuerdos del lugar, vi una pulsera que me llamó la atención, era de cuero negro, echa a mano, con un pequeño diseño de nota musical de plata en el centro, me pareció perfecta para Gabriel, no era algo costoso para como él estaba acostumbrado, pero esperaba que le gustara.

No estaba lejos de donde estaban los demás chicos, así que le dije a Gabriel que no tardaba en alcanzarlos para ir por ella antes de marcharnos.

– Me daría esa pulsera por favor – le señalo a la señora.

– Por supuesto – toma una bolsita para meterla y comienzo a sacar el dinero para pagar.

En un momento solo siento a alguien pasar detrás de mí y dejar una nota encima de las pulseras de la mesita del puesto, me giro y veo a un hombre con capucha caminar rápidamente, pienso en seguirlo, pero tengo miedo, además creo que sería algo muy tonto de mi parte.

– ¿Quién era? – me pregunta Gabriel llegando a mi lado.

– No lo sé, dejó una nota y se fue – respondo confundida. Gabriel comienza a correr detrás del tipo.

– ¡Tome, gracias! – le pago a la señora y salgo corriendo detrás de él – ¡Gabriel!

Corro entre las personas que me miran como si estuviera loca, tratando de visualizar a Gabriel, pero no lo veo, ¿y si le pasó algo?, ¿y si alcanzó al tipo y le hizo algo?, mi corazón martillea sin parar y poco me preocupa las miradas que me lanzan las personas a mi alrededor.

– ¡Gabriel! – grito con desesperación.

– Hey, ¿estás bien? – llega detrás de mí y me giro para abrazarlo.

– ¡Casi muero de la preocupación! – le grito – no te vuelvas a arriesgar así ¿y si te hacia algo? – le digo ya en un tono un poco más bajo, tratando de normalizar mi respiración hundiendo mi cara en su pecho.

– Tranquila, estoy bien, no pude alcanzarlo – me tranquiliza dándome un beso en mi coronilla. Levanto la mirada.

– No quiero que vuelvas a hacer eso, me asuste mucho.

– Perdóname amor – me da un pequeño beso – dame la nota – me pide.

Sabía que lo haría si de eso depende mi seguridad, pero me aterraba que algo le pudiera pasar por protegerme, ya cargo con dos muertes en mi consciencia, no quiero que nadie más vuelva a arriesgar su vida por mí, no sé si lo soportaría.

Le entrego la nota y la comienza a leer, tensa su mandíbula y frunce el ceño al instante.

– ¿Qué dice? – pregunto y al no tener respuesta le quito la nota y quedo fría.

Es una nota que hicieron con letras recortadas, el mensaje es corto y claro, el propósito esta hecho, advertirme y atemorizarme:

"Nos veremos pronto mi querida Allison"

Seguía teniendo muchas preguntas sin respuesta, y moría de miedo, ¿cómo puedo salir de todo esto sin arriesgar a nadie de los que quiero?

– No quiero que te preocupes, nadie te hará nada, yo no lo permitiré – Gabriel toma mi rostro para que lo mire.

– No es fácil hacerlo, no cuando estoy en riesgo y pongo en riesgo a los que me rodean.

– Se que todo esto es una jodida mierda, pero lo arreglaremos ¿bien? – me da un pequeño beso en los labios, y aunque me tranquiliza, sigo con este temor – ¿qué es eso? – me pregunta observando la bolsita que traigo en mano.

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