ALLISON
– ¡¿Qué carajos!? – gruñe un Gabriel con cara de pocos amigos cuando bajo del auto de Edrick con mi suéter blanco completamente manchado de sangre, Miguel y Alejandra están junto a él, Gabriel se acerca a nosotros a grandes zancadas – las explicaciones después, ¿qué pasó? – pregunta tomándome suavemente de los hombros como si pudiera lastimarme con el más mínimo toque, observa mi ropa – mierda Allison – suspira – dime ¿qué pasó? ¿dónde estabas?
– Antes de ir por soda pasé a los baños – comienzo a explicarle – cuando salí el chico que Alejandra conoció esta noche me amenazó con un arma y me obligó a no decir nada mientras salimos del estadio, Edrick me salvó – miro de reojo a mi jefe – logró que el tipo soltara el arma de un golpe y comenzaron a pelear, pero cuando Edrick recibió un golpe que lo tiró al piso, el tipo tomó el arma y me disparó – Gabriel abre los ojos y casi puedo sentir como todo su cuerpo se tensa – pero tranquilo, la bala solo me rozó el brazo, estoy bien, el tipo salió corriendo luego de dispararme y Edrick me llevó al hospital, perdí mi celular así que no podía comunicarme con ustedes.
– Gracias por todo – le agradece a Edrick con gesto serio.
– No fue nada – le contesta mi jefe con la misma expresión – espero que te recuperes pronto Allison, tomate unos días, no es necesario que mañana asistas al trabajo.
– Gracias por todo – le respondo.
– No fue nada – me dice sin más antes de subir a su auto e irse.
– Alli estábamos muy preocupados por ti – llega Alejandra a mi lado.
– Alli, yo... – Miguel no sabe que decir, debe sentirse culpable, no se acerca a nosotros lo suficiente.
– Lamento haberlos asustados chicos, Ale... el chico que me atacó fue Rubén.
– ¿Qué? ¿por eso desapareció? maldito hijo de puta – gruñe furiosa tapándose el rostro con sus manos.
– ¿Rubén? – pregunta Miguel confundido.
– De verdad lo lamento Alli, nunca pensé... – Alejandra se corta mirándome avergonzada – mierda – bufa molesta.
– Hey no es tu culpa – la tranquilizo.
– Nunca lo es – dice en voz baja, claramente no dejara de sentirse culpable.
– No lo es Ale, parecía un chico normal como cualquiera, así que no te culpes, yo tampoco sospeché de él – le insisto.
– Nadie lo hubiera pensado Alejandra – comenta ahora Miguel, quien tenía ¿un moretón en la mejilla?, no me había percatado debido a la poca luz.
– ¿Qué te pasó en la cara? – le pregunto enojada, mirando al posible causante.
– No es nada Alli, tuve un encuentro con alguien fuera del estadio, había mucha gente alterada y asustada – miente mirándome con una ligera media sonrisa.
– ¿Fuiste tú? – le pregunto a Gabriel frunciendo el ceño.
– Si – responde sin culpa alguna en su voz – no te cuidó como debió hacerlo.
– Lamento todo lo que pasó Miguel – miro con pena a mi amigo – Gabriel tiene problemas de temperamento – justifico al ojiazul. Este me mira molesto.
– No tengo problemas de temperamento y ni un carajo – habla a regañadientes.
– ¿No necesitas nada? – me pregunta mi amigo ignorándolo.
– No – le responde por mí el tóxico – puedes irte, yo sí cuidaré de ella.
Lo fulmino con la mirada, no estaba muy feliz por lo que hizo.
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VOLVER A VERTE
Ficção AdolescenteAllison Brown es una chica con un pasado trágico a la que la vida le prepara nuevas sorpresas, pues jamás se imaginó conocerlo a él... a Gabriel Jones, un jóven doctor; tan posesivo, adinerado y arrogante como atractivo. Entre ellos surgirá un gran...